Fatiga sobre las sillas amarillas

[Marisa Peral]

FATIGA SOBRE LAS SILLAS AMARILLAS

De tanto y con tan poco que mirar he aprendido cosas de las sillas amarillas.

La estancia se derrumba,
se detiene la arena del reloj,
se humedece el aire que
ahoga,
ahoga,
ahoga
la no esperanza.

Las sillas amarillas tienen ojos, nos miran indiferentes y despiadadas.
Ellos lloran,
Se abrazan se distancian y lloran,
lloran,
lloran
lloran
frente al escaparate de los claveles de olor.

Te vistieron de Viernes de Dolor,
te maquillaron para la última fiesta.
Y no eras tú la que se despedía en la sala de las sillas amarillas.

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© MAR

Hoy, años más tarde, rememoro el momento, el motivo, el dolor la pena, el mismo lugar, las mismas sillas amarillas.

[Alejandro Costa]

Original y doliente poema con esas sillas amarillas, metáfora e hilo conductor.

Como siempre, un placer pasar por tus versos.

Un beso.

[Marisa Peral]

Original y doliente poema con esas sillas amarillas, metáfora e hilo conductor.

Como siempre, un placer pasar por tus versos.

Un beso.

Gracias por pasar, Alejandro.
El día 11 falleció una amiga muy querida después de más de dos meses ingresada y de una enfermedad pulmonar muy larga y sin cura posible.

La coincidencia es la coletilla:
Hoy, años más tarde, rememoro el momento, el motivo, el dolor, la pena, el mismo lugar, las mismas sillas amarillas.

Los tanatorios son lugares inhóspitos en los que, por lo general, se va a cumplir un trámite social.

Gracias y un beso.

[Ana García]

Te acompaño en el sentimiento, Marisa. Qué curioso que nos acompañen los mismos objetos en ciertos momentos.
Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Te acompaño en el sentimiento, Marisa. Qué curioso que nos acompañen los mismos objetos en ciertos momentos.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Ana.
Un abrazo muy fuerte.

[Concha Vidal]

¡qué fuerte, qué delicado, qué sentido Marisa.!
Un abrazo mediterráneo y las sillas amarillas, en espléndido color, llevarán la esperanza.

[Marisa Peral]

¡qué fuerte, qué delicado, qué sentido Marisa.!
Un abrazo mediterráneo y las sillas amarillas, en espléndido color, llevarán la esperanza.

Gracias, querida amiga mediterránea.
La esperanza es que ya no sufre.

Abrazo fuerte.

[J. J. Martínez Ferreiro]

"La estancia se derrumba,
se detiene la arena del reloj,
se humedece el aire que
ahoga,
ahoga,
ahoga
la no esperanza"

Es verdad, en esos dolorosos momentos no sabemos por qué, ciertos objetos de la realidad física del recuerdo se nos queda grabados a fuego.

Todo un placer de lectura, Marisiña.

Un bico.

[Marisa Peral]

"La estancia se derrumba,
se detiene la arena del reloj,
se humedece el aire que
ahoga,
ahoga,
ahoga
la no esperanza"

Es verdad, en esos dolorosos momentos no sabemos por qué, ciertos objetos de la realidad física del recuerdo se nos queda grabados a fuego.

Todo un placer de lectura, Marisiña.

Un bico.

Completamente cierto, Ferreiriño.
La memoria suele ser selectiva y guarda recuerdos que nunca vuelven.
Otros, que quisiéramos olvidar, aparecen con una exactitud dolorosa e increíble.
Gracias por tu paso y grata lectura.

Un bico.

[Ana Muela Sopeña]

Es un poema fuerte y delicado a la vez, Marisa:

Esas sillas son símbolo de lo terrible, al mismo tiempo que denotan su espíritu imperturbable.

La vida es cruel a veces.

Siento tu pérdida.

Un beso enorme
Ana

[Israel Liñán]

Marisa, que dolor despiden tus versos. Un poema que transmite mucho. Me gustó.

Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Es un poema fuerte y delicado a la vez, Marisa:

Esas sillas son símbolo de lo terrible, al mismo tiempo que denotan su espíritu imperturbable.

La vida es cruel a veces.

Siento tu pérdida.

Un beso enorme
Ana

Gracias, Ana, por tu comentario y por estar.

Abrazos, enormes.