El Hombre Del Cielo
Publicado: Jue, 02 Ene 2025 9:07
EL HOMBRE DEl CIELO
Hoy no soy ave, ni jaula, ni vuelo.
Ve y dile al poeta que estuve aquí de paso.
Igual que él se llenaron mis ojos de verbos infinitivos, y oprobios y nubes insensatas.
Hoy nada conjugo en voz pasiva, y mis ayeres han seguido de largo, como saetas traspasando mi casa.
Ve y dile de frente al que te encuentre perdido en un poema negro que hemos amanecido llorando luz.
Dile al médico que la cabecera que soñaste era una piedra bañada en sangre, que me viste hoy, y que yo era como tú; una descarga, una flecha, un antídoto a Hiperión, a la hipersensibilidad de las máscaras.
Hoy hay rostro desvaneciendo y no es un ave que se le escapa al pajarero, ni es el vórtice de las palabras huecas, ni es la muerte con su antifaz de fiera.
Ve y dile al poeta que tu estabas ahí entre las sombras sin ser descrito ni como un nudo, ni como un flejo, ni como un pulso débil.
Dile que todos los paritorios son ríos de sangre y son caminos insospechados jamás escritos en desenlace, ni en trágicas vísperas, ni en flores de potasio.
Sin rostro al final de la noche me miras al través de groglifos, en la hiperrealidad del alma que se deshace sin imagen, sin voluntad propia, sin más misterio que el hombre del cielo.
Sin más pavor que ayeres enmascarados que te atravesaron y en divergencia estéril esperabas nacer, y rehuias vivir y buscabas la muerte, buscándote.
Hoy ve y dile al poeta del sol que has estado con él enlunecido, en el mismo barco de papel. Y dile que cuide su palabra, que no es un muelle, es un puerto , que no es oleaje de brumas ni de sangre, si no un vertedero imposible, inimaginable, como su rostro emanante.
Hoy ves tus pies al través de un espejo fulminante. En la hora inmarcesible de pupilas deshojadas, nos veremos cara a cara.
Dile firmo con sangre, con poemas de perfidia, con mariposas nocturnas, con la flor del hisopo, hoy, en ese interminable día.
E.R.Aristy
Hoy no soy ave, ni jaula, ni vuelo.
Ve y dile al poeta que estuve aquí de paso.
Igual que él se llenaron mis ojos de verbos infinitivos, y oprobios y nubes insensatas.
Hoy nada conjugo en voz pasiva, y mis ayeres han seguido de largo, como saetas traspasando mi casa.
Ve y dile de frente al que te encuentre perdido en un poema negro que hemos amanecido llorando luz.
Dile al médico que la cabecera que soñaste era una piedra bañada en sangre, que me viste hoy, y que yo era como tú; una descarga, una flecha, un antídoto a Hiperión, a la hipersensibilidad de las máscaras.
Hoy hay rostro desvaneciendo y no es un ave que se le escapa al pajarero, ni es el vórtice de las palabras huecas, ni es la muerte con su antifaz de fiera.
Ve y dile al poeta que tu estabas ahí entre las sombras sin ser descrito ni como un nudo, ni como un flejo, ni como un pulso débil.
Dile que todos los paritorios son ríos de sangre y son caminos insospechados jamás escritos en desenlace, ni en trágicas vísperas, ni en flores de potasio.
Sin rostro al final de la noche me miras al través de groglifos, en la hiperrealidad del alma que se deshace sin imagen, sin voluntad propia, sin más misterio que el hombre del cielo.
Sin más pavor que ayeres enmascarados que te atravesaron y en divergencia estéril esperabas nacer, y rehuias vivir y buscabas la muerte, buscándote.
Hoy ve y dile al poeta del sol que has estado con él enlunecido, en el mismo barco de papel. Y dile que cuide su palabra, que no es un muelle, es un puerto , que no es oleaje de brumas ni de sangre, si no un vertedero imposible, inimaginable, como su rostro emanante.
Hoy ves tus pies al través de un espejo fulminante. En la hora inmarcesible de pupilas deshojadas, nos veremos cara a cara.
Dile firmo con sangre, con poemas de perfidia, con mariposas nocturnas, con la flor del hisopo, hoy, en ese interminable día.
E.R.Aristy