Versos sueltos

[Ramón Castro Méndez]

Despertar en la noche viniendo de uno u otro mar,
en los labios un hilo de saliva que no tiene memoria.
Relojes desafinados mueven este tiempo de ciempiés.
Noches enteras escondido tras los libros
escuchando el acorde del miedo, dentro de mi sangre
solo hay cansancio, dentro de la tristeza navegan el desamor
y, quizás, la muerte.
Esta noche las luces de los bares llaman a rebato,
por el suelo ruedan botellas, con el alma vacía, y turbio cristal,
hasta donde llegó la última resaca de niños azules, índiga nación,
y hay perros que recogen los besos que caen al suelo
para que nadie los pise. Yo anduve descalzo por los bares,
y casi sin cuerpo. El humo del tabaco recorre el lugar
como un solo de flauta. En la televisión puedes ver al mundo
con su dolor de mundo, y todo lo que duele está afilado,
incluso las palabras que salen de tu boca, pero todo te lo perdono
por tus ojos de color salvaje.
Pasan los años y sigo sin conocerme, atesoro en una caja
de zapatos sombras de loco y estelas de los barcos.
Conservo, también, algunos atlas de antes del mundo,
sin darme cuenta.
Yo no soy de ahora, vengo de una querella de la mitad
de la misma vida. Siente mi aliento de palabras esdrújulas
y de metal alucinado.
Soy un inocente bajo la sombra del peso de la culpa
y algunas exculpatorias lágrimas.

[Marisa Peral]

Sentada en un banco del parque, mientras espero mi hora de rehabilitación, leo tus “Versos sueltos”
¿Qué nos pasó, amigo?
¿Qué hicimos mal, o no supimos hacer bien?
Yo también bailé descalza sobre la mesa de algún bar.
Te leo y me identifico, por eso me gusta tanto, tanto tu poesía.

Gracias por compartirla.
Un beso.

[Pilar Morte]

Estupendo poema. Me encanta leerte.
Tienen tus versos alma, sinceridad y un lirismo que atrapa. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

[Alejandro Costa]

Es para leerlo detenidamente y varias veces.

Nos dejas una selección de versos llenos de calidad y de metáforas inteligentes.

Su lectura te lleva por un mundo repleto de lirismo y poesía.

Magnífico.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Ramón Castro Méndez]

Sentada en un banco del parque, mientras espero mi hora de rehabilitación, leo tus “Versos sueltos”
¿Qué nos pasó, amigo?
¿Qué hicimos mal, o no supimos hacer bien?
Yo también bailé descalza sobre la mesa de algún bar.
Te leo y me identifico, por eso me gusta tanto, tanto tu poesía.

Gracias por compartirla.
Un beso.

Querida amiga, pasan los años, cuando nos damos cuenta ya se han ido, y pasan, a cierta altura de la vida, demasiado rápido. No sé, creo que hacer algo mal o bien, depende del enfoque que le dé cada uno al bien y al mal. Por supuesto, yo he metido la pata, en varias ocasiones, y hay cosas de las que me arrepiento. Pero la vida suele ser un sube y baja. Me recuerda esto a un título del grupo británico Southern Matthew Comfort: "Hay días que te comes al oso y otros el oso te come a ti". Me parece estupendo que hayas bailado con los pies descalzos sobre la mesa de algún bar. Yo no recuerdo haber hecho eso, pero es posible, y sí cosas"peores". Olé por ti. Ahora disfruto con las cosas pequeñas, levantarme de la cama al día siguiente y, si es posible, sin ningún dolor, ocuparme antes que preocuparme, una buena tortilla de patata con cebolla, un paseo por una senda que tengo al lado de casa y si el paseo es bajo el orbayu mucho mejor, andar descalzo sobre la hierba, encontrarme con mis amigos y tener una buena charla, no darle importancia a cosas que no la tienen... Y, finalmente, sentirme que estoy bien conmigo mismo, con el que soy o me ha tocado ser.
Muchas gracias, amiga.

Un gran abrazo.

[Ramón Carballal]

Es un excelente poema con un lenguaje llegador y un intimismo en el decir enmarcado entre sensaciones que invocan a los bares, además de un tono crepuscular muy logrado. Felicidades, tocayo y un abrazo.

[E. R. Aristy]

Despertar en la noche viniendo de uno u otro mar,
en los labios un hilo de saliva que no tiene memoria.
Relojes desafinados mueven este tiempo de ciempiés.
Noches enteras escondido tras los libros
escuchando el acorde del miedo, dentro de mi sangre
solo hay cansancio, dentro de la tristeza navegan el desamor
y, quizás, la muerte.
Esta noche las luces de los bares llaman a rebato,
por el suelo ruedan botellas, con el alma vacía, y turbio cristal,
hasta donde llegó la última resaca de niños azules, índiga nación,
y hay perros que recogen los besos que caen al suelo
para que nadie los pise. Yo anduve descalzo por los bares,
y casi sin cuerpo. El humo del tabaco recorre el lugar
como un solo de flauta. En la televisión puedes ver al mundo
con su dolor de mundo, y todo lo que duele está afilado,
incluso las palabras que salen de tu boca, pero todo te lo perdono
por tus ojos de color salvaje.
Pasan los años y sigo sin conocerme, atesoro en una caja
de zapatos sombras de loco y estelas de los barcos.
Conservo, también, algunos atlas de antes del mundo,
sin darme cuenta.
Yo no soy de ahora, vengo de una querella de la mitad
de la misma vida. Siente mi aliento de palabras esdrújulas
y de metal alucinado.
Soy un inocente bajo la sombra del peso de la culpa
y algunas exculpatorias lágrimas.

Cuando uno se abre y desagua el corazón, ya ha conquistado en gran parte a su yo interior. La sensibilidad es paramount mantener hasta el fin. La sensibilidad es la marca de una gran fortaleza. Creo que abrazar a nuestra sombra es todo esto. Es este magnífico poema. El resultado de la ecuación personal no lo vamos saber, pero si hay humildad, amor propio, amabilidad con otros, perdón, si hay estas cosas en nuestro carácter, estamos creciendo, floreciendo ese yo ulterior. Sabes, es verdad, que lo que no debemos hacer es caer en una desproporcionada auto compasión, o hacernos arrogantes, super confidentes de que vamos a ganar. Hay que perder y sufrir y arrostrar la imparmanencia. Creo que tu poema es bello y conmovedor y desnudo. Es un poema de amor. Me gustó mucho también los intercambios entre tu y Marisa a raíz de tu poema. Sois muy bellos( nota que traté de hablar esta frase en castellano) un beso!

[Hallie Hernández Alfaro]

Despertar en la noche viniendo de uno u otro mar,
en los labios un hilo de saliva que no tiene memoria.
Relojes desafinados mueven este tiempo de ciempiés.
Noches enteras escondido tras los libros
escuchando el acorde del miedo, dentro de mi sangre
solo hay cansancio, dentro de la tristeza navegan el desamor
y, quizás, la muerte.
Esta noche las luces de los bares llaman a rebato,
por el suelo ruedan botellas, con el alma vacía, y turbio cristal,
hasta donde llegó la última resaca de niños azules, índiga nación,
y hay perros que recogen los besos que caen al suelo
para que nadie los pise. Yo anduve descalzo por los bares,
y casi sin cuerpo. El humo del tabaco recorre el lugar
como un solo de flauta. En la televisión puedes ver al mundo
con su dolor de mundo, y todo lo que duele está afilado,
incluso las palabras que salen de tu boca, pero todo te lo perdono
por tus ojos de color salvaje.
Pasan los años y sigo sin conocerme, atesoro en una caja
de zapatos sombras de loco y estelas de los barcos.
Conservo, también, algunos atlas de antes del mundo,
sin darme cuenta.
Yo no soy de ahora, vengo de una querella de la mitad
de la misma vida. Siente mi aliento de palabras esdrújulas
y de metal alucinado.
Soy un inocente bajo la sombra del peso de la culpa
y algunas exculpatorias lágrimas.

Un poema muy bueno, querido Ramón.
Hay una riqueza vital en estos Versos sueltos que hace profunda compañía, que llena de efluvios diligentes el Arte de Amar.

Ovación sin descanso; celebro la lectura y la agradezco mucho.

Abrazo enorme.

[Marisa Peral]

Sentada en un banco del parque, mientras espero mi hora de rehabilitación, leo tus “Versos sueltos”
¿Qué nos pasó, amigo?
¿Qué hicimos mal, o no supimos hacer bien?
Yo también bailé descalza sobre la mesa de algún bar.
Te leo y me identifico, por eso me gusta tanto, tanto tu poesía.

Gracias por compartirla.
Un beso.

Querida amiga, pasan los años, cuando nos damos cuenta ya se han ido, y pasan, a cierta altura de la vida, demasiado rápido. No sé, creo que hacer algo mal o bien, depende del enfoque que le dé cada uno al bien y al mal. Por supuesto, yo he metido la pata, en varias ocasiones, y hay cosas de las que me arrepiento. Pero la vida suele ser un sube y baja. Me recuerda esto a un título del grupo británico Southern Matthew Comfort: "Hay días que te comes al oso y otros el oso te come a ti". Me parece estupendo que hayas bailado con los pies descalzos sobre la mesa de algún bar. Yo no recuerdo haber hecho eso, pero es posible, y sí cosas"peores". Olé por ti. Ahora disfruto con las cosas pequeñas, levantarme de la cama al día siguiente y, si es posible, sin ningún dolor, ocuparme antes que preocuparme, una buena tortilla de patata con cebolla, un paseo por una senda que tengo al lado de casa y si el paseo es bajo el orbayu mucho mejor, andar descalzo sobre la hierba, encontrarme con mis amigos y tener una buena charla, no darle importancia a cosas que no la tienen... Y, finalmente, sentirme que estoy bien conmigo mismo, con el que soy o me ha tocado ser.
Muchas gracias, amiga.

Un gran abrazo.

Querido Ramón, antes de nada gracias enormes por tu generosa respuesta a mi comentario.
Leí tu maravilloso poema y mi respuesta fue muy impulsiva.
Claro qué pasa el tiempo y avanza la vida, claro que lo que los demás hacen bien o mal no podemos evaluarlo con tanta ligereza.
Te pido disculpas y vuelvo a la belleza de tus versos.
Disfrutar de esas pequeñas cosas que describes es lo importante y conocernos a nosotros mismos también. Lo difícil es conseguir entenderme.

Gracias a ti siempre.

Un abraza fuerte.

[Marisa Peral]

Cuando uno se abre y desagua el corazón, ya ha conquistado en gran parte a su yo interior. La sensibilidad es paramount mantener hasta el fin. La sensibilidad es la marca de una gran fortaleza. Creo que abrazar a nuestra sombra es todo esto. Es este magnífico poema. El resultado de la ecuación personal no lo vamos saber, pero si hay humildad, amor propio, amabilidad con otros, perdón, si hay estas cosas en nuestro carácter, estamos creciendo, floreciendo ese yo ulterior. Sabes, es verdad, que lo que no debemos hacer es caer en una desproporcionada auto compasión, o hacernos arrogantes, super confidentes de que vamos a ganar. Hay que perder y sufrir y arrostrar la imparmanencia. Creo que tu poema es bello y conmovedor y desnudo. Es un poema de amor.

Me gustó mucho también los intercambios entre tu y Marisa a raíz de tu poema. Sois muy bellos( nota que traté de hablar esta frase en castellano) un beso!

Querida Roxane, de tu respuesta a Ramón a raíz del intercambio de nuestras respuestas te doy las gracias por vernos así.
Es curiosa la empatía que surge entre desconocidos. Ninguno de los tres nos hemos visto nunca y la poesía ha sido y es, el hilo conductor que alimenta esta amistad.
Tú sí eres un “ser de luz”
Un beso,

[Rafel Calle]

He aquí un post de auténtico lujo foral. Un poema muy interesante bien urdido y mejor desarrollado que en sí mismo conlleva una carga de gran profundidad vital, se ve acompañado con una serie de intervenciones sobresalientes.
Mi enhorabuena a Ramón y a los compañeros que han dejado tan reseñables comentarios.
Un fuerte abrazo, queridos amigos.

[Ramón Castro Méndez]

Sentada en un banco del parque, mientras espero mi hora de rehabilitación, leo tus “Versos sueltos”
¿Qué nos pasó, amigo?
¿Qué hicimos mal, o no supimos hacer bien?
Yo también bailé descalza sobre la mesa de algún bar.
Te leo y me identifico, por eso me gusta tanto, tanto tu poesía.

Gracias por compartirla.
Un beso.

Querida amiga, pasan los años, cuando nos damos cuenta ya se han ido, y pasan, a cierta altura de la vida, demasiado rápido. No sé, creo que hacer algo mal o bien, depende del enfoque que le dé cada uno al bien y al mal. Por supuesto, yo he metido la pata, en varias ocasiones, y hay cosas de las que me arrepiento. Pero la vida suele ser un sube y baja. Me recuerda esto a un título del grupo británico Southern Matthew Comfort: "Hay días que te comes al oso y otros el oso te come a ti". Me parece estupendo que hayas bailado con los pies descalzos sobre la mesa de algún bar. Yo no recuerdo haber hecho eso, pero es posible, y sí cosas"peores". Olé por ti. Ahora disfruto con las cosas pequeñas, levantarme de la cama al día siguiente y, si es posible, sin ningún dolor, ocuparme antes que preocuparme, una buena tortilla de patata con cebolla, un paseo por una senda que tengo al lado de casa y si el paseo es bajo el orbayu mucho mejor, andar descalzo sobre la hierba, encontrarme con mis amigos y tener una buena charla, no darle importancia a cosas que no la tienen... Y, finalmente, sentirme que estoy bien conmigo mismo, con el que soy o me ha tocado ser.
Muchas gracias, amiga.

Un gran abrazo.

Querido Ramón, antes de nada gracias enormes por tu generosa respuesta a mi comentario.
Leí tu maravilloso poema y mi respuesta fue muy impulsiva.
Claro qué pasa el tiempo y avanza la vida, claro que lo que los demás hacen bien o mal no podemos evaluarlo con tanta ligereza.
Te pido disculpas y vuelvo a la belleza de tus versos.
Disfrutar de esas pequeñas cosas que describes es lo importante y conocernos a nosotros mismos también. Lo difícil es conseguir entenderme.

Gracias a ti siempre.

Un abraza fuerte.

Querida Marisa, no tienes porque disculparte. Si acaso, quien se tiene que disculpar soy yo, por mi tardanza en contestar. El caso es que estoy con temas personales que debo resolver y me tienen bastante ocupado. Tras mis dos últimos poemas, bastante fúnebre el último, nada tienen que ver conmigo, afortunadamente. Eso sí, digamos que más que pesimista soy un escéptico irredento, pero no hasta el extremo de que piense que la verdad objetiva nunca la podremos conocer. Quizás no la conoceremos toda, porque se nos oculte, como están haciendo desde sabe Dios cuanto tiempo, y solo conozcamos pequeñas partes de ella misma, pero ya es más de lo que tenemos ahora. Mi escepticismo no viene de ahora, como diría el Sr. Shepard, estos tiempos no han hecho más que confirmarlo. La duda siempre me ha acompañado. Lo dejo aquí porque ya te he dado bastante la chapa, solo darte las gracias por estar siempre.

Un abrazo enorme.

[Ramón Castro Méndez]

Estupendo poema. Me encanta leerte.
Tienen tus versos alma, sinceridad y un lirismo que atrapa. Felicidades.
Un abrazo grande y salud

Gracias, muchas, amiga Pilar, por tus siempre cálidas y generosas palabras.

Un abrazo enorme.

[Ramón Castro Méndez]

Es para leerlo detenidamente y varias veces.

Nos dejas una selección de versos llenos de calidad y de metáforas inteligentes.

Su lectura te lleva por un mundo repleto de lirismo y poesía.

Magnífico.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

Muy agradecido, Alejandro, por acercarte hasta mis letras y dejarme tus generosas palabras.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Es un excelente poema con un lenguaje llegador y un intimismo en el decir enmarcado entre sensaciones que invocan a los bares, además de un tono crepuscular muy logrado. Felicidades, tocayo y un abrazo.

Muchas gracias, tocayo, aprecio en mucho tu comentario.

Un fuerte abrazo.