Ahora

[Alejandro Costa]

Y ahora,
te atreves a decir adiós,
cuando nunca supiste decir hola.

Ahora,
que tan solo te vale estar sola,
mientras te aferraste a no sufrir mi dolor.

Ahora,
que la vida maltrata mi alma y la inmola,
no escuchas el receso oblicuo de mi voz.

¿Qué esperas de un mar sin olas,
cuando triste de sí, muere sin decir adiós?

¿Qué esperas?

Ahora,
que nada nace y todo muere,
que tu piel se arruga y mi voz no se oye.

Ahora,
que el universo ha perdido su luz,
que la noche ya no duerme
y que el día no devuelve la sonrisa.

Ahora…

Ahora,
que ya no tenemos nada que decir,
cerremos los ojos.

Ahora,
por favor,
dejemos de hacernos daño,
dejemos de sufrir.

[Ricardo López Castro]

La profundidad y la fascinación de esa última estrofa es, para mí, lo más reseñable de este poema.
Me ha gustado mucho el fuerte comienzo también.
Un placer recorrer tus versos de sufridor, que son garantía de franqueza.
Gracias por esa singular voz poética, Alejandro.
Abrazos y felicidad.

[Ramón Carballal]

Triste y desgarrador tu poema. Hay emoción en los versos, buen desarrollo y la calidad de siempre. Un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Alejandro
Genial.
Un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

"Ahora,
que nada nace y todo muere,
que tu piel se arruga y mi voy no se oye."


Ese ahora suena como un disparo, es desgarrador. Muy buen poema, Alejandro.
Mi felicitación y aplauso.

Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Un poema duro pero hermoso y bien trazado. Me ha gustado.
Abrazos y felicidad

[Alejandro Costa]

La profundidad y la fascinación de esa última estrofa es, para mí, lo más reseñable de este poema.
Me ha gustado mucho el fuerte comienzo también.
Un placer recorrer tus versos de sufridor, que son garantía de franqueza.
Gracias por esa singular voz poética, Alejandro.
Abrazos y felicidad.

Gracias a ti por seguir apoyándola.

Me alegra que estés de nuevo con nosotros.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Triste y desgarrador tu poema. Hay emoción en los versos, buen desarrollo y la calidad de siempre. Un abrazo.

Gracias, compañero, amigo.

Has visto cómo tengo que darte siempre las gracias. Me has enseñado mucho y he aprendido mucho de ti.

Pero sigue habiendo un problema, aún me falta mucho por aprender.

Ahora bien, no te despistes, soy espabilado y aprendo pronto.

Era la broma del día.

Un fuerte abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[E. R. Aristy]

Y ahora,
te atreves a decir adiós,
cuando nunca supiste decir hola.

Ahora,
que tan solo te vale estar sola,
mientras te aferraste a no sufrir mi dolor.

Ahora,
que la vida maltrata mi alma y la inmola,
no escuchas el receso oblicuo de mi voz.

¿Qué esperas de un mar sin olas,
cuando triste de sí, muere sin decir adiós?

¿Qué esperas?

Ahora,
que nada nace y todo muere,
que tu piel se arruga y mi voz no se oye.

Ahora,
que el universo ha perdido su luz,
que la noche ya no duerme
y que el día no devuelve la sonrisa.

Ahora…

Ahora,
que ya no tenemos nada que decir,
cerremos los ojos.

Ahora,
por favor,
dejemos de hacernos daño,
dejemos de sufrir.

Qué difícil es decir adiós. Es una parte cohabitada y hay que dejarla morir. Es un poema doloroso y bello, Alejandro. El cierre es una bella súplica. Abrazos

[Alejandro Costa]

Hola Alejandro
Genial.
Un abrazo

Hola, Carmen.

Mi gratitud, siempre.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

"Ahora,
que nada nace y todo muere,
que tu piel se arruga y mi voy no se oye."


Ese ahora suena como un disparo, es desgarrador. Muy buen poema, Alejandro.
Mi felicitación y aplauso.

Un fuerte abrazo.

Gracias, compañero.

Es agradable saber que tus letras calan en el lector.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Un poema duro pero hermoso y bien trazado. Me ha gustado.
Abrazos y felicidad

Infinitas gracias, Pilar.

Me alegra que te gustase.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Ara López]

Querido Alejandro, me ha encantado.
La tristeza, tan profunda y terrible, hace aflorar en algunos una belleza igual de profunda pero hermosa. Es tu caso.

"¿Qué esperas de un mar sin olas,
cuando triste de sí,..."

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Y ahora,
te atreves a decir adiós,
cuando nunca supiste decir hola.

Ahora,
que tan solo te vale estar sola,
mientras te aferraste a no sufrir mi dolor.

Ahora,
que la vida maltrata mi alma y la inmola,
no escuchas el receso oblicuo de mi voz.

¿Qué esperas de un mar sin olas,
cuando triste de sí, muere sin decir adiós?

¿Qué esperas?

Ahora,
que nada nace y todo muere,
que tu piel se arruga y mi voz no se oye.

Ahora,
que el universo ha perdido su luz,
que la noche ya no duerme
y que el día no devuelve la sonrisa.

Ahora…

Ahora,
que ya no tenemos nada que decir,
cerremos los ojos.

Ahora,
por favor,
dejemos de hacernos daño,
dejemos de sufrir.

Qué difícil es decir adiós. Es una parte cohabitada y hay que dejarla morir. Es un poema doloroso y bello, Alejandro. El cierre es una bella súplica. Abrazos

Gracias, Roxane.

Siempre tan elegante.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Querido Alejandro, me ha encantado.
La tristeza, tan profunda y terrible, hace aflorar en algunos una belleza igual de profunda pero hermosa. Es tu caso.

"¿Qué esperas de un mar sin olas,
cuando triste de sí,..."

Un abrazo.

Eres muy sensible, Ara y eso te lleva a escribir con mucha delicadeza y dulzura.

Gracias por acompañarme por este camino tan bello.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.