Olvidé cómo se cuentan las horas

[Francesch Vicent]

Cuando el tiempo se aletargó
en los campanarios,
olvidé
cómo se cuentan las horas
y la última vez
que tu voz disipó la oscuridad.

Desde entonces
noctámbulo recorro
nuestros lugares, preguntándome
si eres acaso la estatua
que adorna
la fuente de todos los jardines;
pero nada de eso importa,
salvo que la Luna
ya no se refleja en tus ojos.

[Gustavo Cavicchia]

Como un fantasma en la noche. Sentí el desamparo del protagonista, esa búsqueda de luz entre las cosas que fueron. Me gusto el poema.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Francesh:

Me encanta cómo has plasmado la desolación por la pérdida.

Un poema elegante, lírico y sutil.

Un beso
Felicidades
Ana

[Carmen Moro Frías]

Hol Francesch
Me ha gustado como resuelves la pérdida dentro
de la variable tiempo.
Un abrazo

[Ana García]

Me ha encantado la segunda estrofa que por sí misma es todo un poema.
Te felicito.
Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Muy bueno, compañero, muy bueno.

Me ha encantado.

Ese final con la Luna, sin reflejar en los ojos, es genial.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Carmela Viñas]

Muy bello tu poema, Francesch.
Como un lamento en el extravío del amor que ya no alumbra.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Me gustó el poema, sobretodo la segunda estrofa.
Uns versos logrados y hermosos.
Un placer leerte.
Un abrazo grande

[F. Enrique]

Un poema de una belleza y hondura exquisitas.

Un abrazo.

[Francesch Vicent]

Como un fantasma en la noche. Sentí el desamparo del protagonista, esa búsqueda de luz entre las cosas que fueron. Me gusto el poema.

Muchas gracias, amigo poeta, por tan sentido y maravilloso comentario.
Un cordial saludo

[Francesch Vicent]

Qué bien escribes, Francesh:

Me encanta cómo has plasmado la desolación por la pérdida.

Un poema elegante, lírico y sutil.

Un beso
Felicidades
Ana

Muchas gracias, amiga poetisa, por tus bellas y encantadoras palabras.
Un afectuoso saludo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Francesch
Es un poema de búsqueda de la pérdida cuando hasta las campanas olvidan las horas.
Un abraxo