Piensas exactamente igual que yo.E. R. Aristy escribió: ↑Mié, 27 Dic 2023 13:40Que inmenso poema nos compartes, Alejandro! Creo que el poeta mas grande es quien escribe mortificado y quien a algun lector anonimo le transmite no solo esa incomoda relacion con la creatividad, pero el coraje de desnudarse como simbolo de que ante la muerte todos somos del mismo tamano. Un abrazo grande, poeta!Alejandro Costa escribió: ↑Jue, 21 Dic 2023 14:11 ¿Dónde está el enigma?
El exilio no es una llave de esclavitud,
aunque los lobos desechen la carroña
y las hienas esperen su momento.
He leído a los grandes de la literatura,
he tratado de seguir sus pasos
y siempre me he quedado anclado en la niebla.
No recuerdo la nieve de mi infancia,
ni el secreto que aún perdura en los recovecos
que mi mente es incapaz de ordenar.
El ave fénix nunca anidó entre mis brumas,
nunca tendrá que renacer de sus cenizas.
Mi vida es una hoguera repleta de brasas,
sin alma de cenizas.
Toda la sed de mi piel se tiñe de coraza,
toda la humedad es el caudal de las lágrimas
con las que emulsioné mi pasado.
Cualquier verso de un ángel negro
es saliva envenenada del aliento de un suspiro,
una noche envuelta en tinieblas, sin papel de regalo.
Las palabras paganas se aglutinan entre páginas de seda,
mientras las vergüenzas de quién las dirigen,
aún están por encuadernar.
El misterio de no ser, es la triste realidad de no poder,
es la esencia de saber, que vivir es un regalo,
y el morir,
el precio que hay que pagar por disfrutarlo.
Existen pocas cosas que me preocupen,
esa pastilla de la mañana,
el comprimido del mediodía, de la comida,
el dolor de la jeringuilla para dormir,
la que me transporta más allá de los sueños,
la que infesta las venas de pesadillas,
la que me convierte en hielo deshidratado.
Todos descansan a su abrigo,
todos, menos mi mente perturbada.
Lo de las batas blancas es algo que se repite
constantemente a diario.
Ellos, mis carceleros,
yo, el inquilino de las mazmorras.
Pero, no llevan alas,
no escriben versos, no conocen a los grandes,
no sienten, no saben hacerlo.
Cada vez está más cerca.
Queda poco para atracar el barco,
para zarpar,
para naufragar.
Me desnudo para decir adiós a la vida,
para recibir a la muerte sin pudor.
Llegó la hora.
El poeta tiene que sentir lo que escribe. Tiene que sufrirlo y hasta llorar con él. No hay mejor poema que aquel que nace del interior de un ser humano.
Gracias Era.
Tenerte tan cerca es un regalo del cielo.
Besos, salud, paz y felicidad.