Jueves

[Alonso Vicent]

El cuarto día de la semana,
en mi caso el quinto
(porque necesito empezar en domingo
para recargar las pilas),
me encomiendo a los astros,
al más grande y a sus lunas.
Su frío me refresca,
su luz me refleja,
sus nubes me gasifican.

La noche me despierta entumecido.
El amanecer, con sus guiños,
no me sorprende;
llevo ya mi dosis de bar y carretera,
y un ayuno roto y remendado.

A mediodía, improviso una silla y una mesa
con cajones reciclados,
enciendo la hoguera de las ilusiones
y brindamos con un vino de la tierra
(o del supermercado)
los compañeros.
Carne con pan,
músculos y fatigas,
fruta, huesos,
postres, artrosis,
y un café frío y espirituoso.
¡Por Zeus que acabo la semana!

Aúllan los lobos al atardecer
antes de cumplir otro diminuto ciclo
sin haber sido devorados por las tiranías.
Qué suerte la mía
cuando al aullar mantengo a raya
a los demás depredadores.

[Concha Vidal]

Madre mía, espero los días como quien espera los helados de La Ibense. Me he hecbo adicta a tu semanario.
Abrazos mediterráneos y soleados.

[Alejandro Costa]

Un semanario lleno de poesía y de esta rutina llamada vida.

Muy realista y bien escrito.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Me gusta mucho leer estos poemas tuyos tan naturales, sinceros y hermosos. Un placer leerte.
Abrazos y felicidad.

[Raul Muñoz]

Cuánta fatiga que se encomienda a la poesía. Ella seguro te recompensa y llena de regocijo tu corazón. Esto me transmite la lozanía de tu poema. Celebro que llegas al final de la semana y a la poesía también me encomiendo. Ella es buena compañera. Gracias por compartir, Alonso. Seguimos tu calendario.

Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Madre mía, espero los días como quien espera los helados de La Ibense. Me he hecbo adicta a tu semanario.
Abrazos mediterráneos y soleados.

Je, je, cuánto me acuerdo del kiosko de la Ibense en la plaza de mi pueblo. Lo cerraron hace años para remodelar el lugar. Se cargaron la ilusión de niños y mayores.
Muchas gracias, Concha, de camino al trabajo nuevamente; hay que estar en el tajo a las primeras luces.
Un gran abrazo vía costera... entre taronjers.

[Alonso Vicent]

Un semanario lleno de poesía y de esta rutina llamada vida.

Muy realista y bien escrito.

Un abrazo.

Muchas gracias, Alejandro, desde está realidad a la que intentamos adaptarnos.
Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Me gusta mucho leer estos poemas tuyos tan naturales, sinceros y hermosos. Un placer leerte.
Abrazos y felicidad.

Gracias, Pilar, de camino a los campos a las siete de la mañana.
Un abrazo.

[Alonso Vicent]

Cuánta fatiga que se encomienda a la poesía. Ella seguro te recompensa y llena de regocijo tu corazón. Esto me transmite la lozanía de tu poema. Celebro que llegas al final de la semana y a la poesía también me encomiendo. Ella es buena compañera. Gracias por compartir, Alonso. Seguimos tu calendario.

Un abrazo.

Buenos días, Raúl, desde la carretera que nos lleva a Alcira hoy. Sopla poniente, y eso significa que no habrá rocío. Nos pondremos a laborar con las primeras luces.
Un abrazo, compañero, y muchas gracias por estar en estos intervalos en que damos prioridad a la poesía.