criaturas sin nombre y con harapos
alas de cristal, de mimbre, de tizones
en el anochecer piden que abra mis puertas
que acerque el perfume de un clavel a los muros
o la glicina se descuelgue en sus hombros
algo que les perfume
la piel reseca de los días
el azar del infortunio galopando sobre sus años
la melancolía de los ángeles fisurados
me preguntan mi nombre con los ojos
y sólo puedo tender el alimento en mis manos.
Muchos comen sin saber qué seguirá mañana
si la muerte o una lágrima que envuelva
misericorde
el mundo inhóspito que los llama.
Sus alas de cristal, de mimbre o de tizones
parpadean un código encriptado
que solo entienden los que rozan la muerte, a diario.
MARISA ARAGÓN WILLNER
selección para Ingrávida , de Editorial Avis Nigra. ( próximo a publicarse )
