Y mira que me cuesta

[Eugenio M. Canay]

A mi madre

Se sienta,
mientras juega con las migas del pan.
Me habla de su plato favorito,
cuando la leche aún sabía a nata.
En los bordes, la lavanda presumía de su crecer,
de su tallo moreno.

De blanco existe en su mirar una ladera amarga
—persigue bellos los ojos de un algo.
Absorta atraviesa quieta su memoria
en una tormenta abierta y dorada
—me busca clara y ciega.
Le pregunto y ahora está.

Que por ti soy
y mira que me cuesta.

[Rafel Calle]

Muy bello y muy entrañable poema, querido amigo Eugenio. Dejas detalles por doquier de un talento que late esclavizado en el rincón de tus pensamientos, a ver si lo liberas (escribe más...). No puedo dejar pasar mi admiración por el inteligentísimo final.
Felicidades, también para la madre que te parió.
Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Una sorpresa muy grata leerte este bellísimo poema. Aquí hay talento y sensibilidad para captar matices.
Me encantó. Felicidades para ti por tu genial obra y para tu entrañable madre.
Abrazos

[Concha Vidal]

Por Dios, qué maravilla de poema, qué manera de exoponer el "mira que me cuesta".
Porque ¿sabes, madre? Míra que cuesta mirarte con estos ojos que tenemos que estrenar para veros en el escalón de ahora.
Todo mi cariño para tu madre, tb. Sé lo que cuesta mirarlas así.
Siempre saludos mediterráneos y gracias por compartir.

[Raul Muñoz]

Exquisito poema en los detalles que emocionan. Me gustó mucho.
Gracias por compartir.

Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

A mi madre

Se sienta,
mientras juega con las migas del pan.
Me habla de su plato favorito,
cuando la leche aún sabía a nata.
En los bordes, la lavanda presumía de su crecer,
de su tallo moreno.

De blanco existe en su mirar una ladera amarga
—persigue bellos los ojos de un algo.
Absorta atraviesa quieta su memoria
en una tormenta abierta y dorada
—me busca clara y ciega.
Le pregunto y ahora está.

Que por ti soy
y mira que me cuesta.

Es un poema extraordinario, capaz de llegar, al centro de la sensibilidad más exigente.
Con este trabajo, cosechas un halo de posteridad incontestable.

Felicitaciones sinceras, Eugenio.

[Julio Gonzalez Alonso]

Bello, acertado y contenido poema en el que aflora una sensibilidad exquisita para decir. Una alegría descubrir el talento en la poesía, Eugenio. Felicitaciones y salud.

[Ramón Carballal]

Felicidades por este sensible y emotivo poema. Un saludo.

[Carmela Viñas]

Muy entrañable poema, con la ternura infinita hacia la madre. Felicidades por tan diáfana sensibilidad poética.
Un placer leer tu bella obra, Eugenio.
Abrazos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un gran trabajo,, Eugenio, pleno de sensibilidad e inteligencia poética.

Destaco los impagables versos del cierre:

“Que por ti soy
y mira que me cuesta”

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

[Ignacio Mincholed]

Saludos, Eugenio.

A la vista de la primera vez que leo un poema tuyo, decirte que se percibe condición, orientación y frescura en tu propuesta;
aspectos que son muy de agradecer.

Un abrazo.
Ignacio

[Eugenio M. Canay]

Muy bello y muy entrañable poema, querido amigo Eugenio. Dejas detalles por doquier de un talento que late esclavizado en el rincón de tus pensamientos, a ver si lo liberas (escribe más...). No puedo dejar pasar mi admiración por el inteligentísimo final.
Felicidades, también para la madre que te parió.
Un fuerte abrazo.

Muy agradecido por el comentario Rafel. El talento se haya liberado pero si que es verdad que no suele caer sobre el papel.
Un abrazo amigo.

[Eugenio M. Canay]

Una sorpresa muy grata leerte este bellísimo poema. Aquí hay talento y sensibilidad para captar matices.
Me encantó. Felicidades para ti por tu genial obra y para tu entrañable madre.
Abrazos

Pilar, gracias por el comentario y los elogios que porta. Me alegro de que te haya podido llegar.
Un abrazo grande.

[Eugenio M. Canay]

Por Dios, qué maravilla de poema, qué manera de exoponer el "mira que me cuesta".
Porque ¿sabes, madre? Míra que cuesta mirarte con estos ojos que tenemos que estrenar para veros en el escalón de ahora.
Todo mi cariño para tu madre, tb. Sé lo que cuesta mirarlas así.
Siempre saludos mediterráneos y gracias por compartir.

Concha gracias por el comentario. El final del poema que he visto mencionado en otros mensajes, fue quizás el verso más espontáneo, por ello me sorprende los elogios que ha recibido. Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo.