Sin título

[Ricardo López Castro]

Porque mis sentimientos son ocasos,
u ocasionales, hurgo entre la niebla,
buscando heridas, hoyos o resquicios,
luego apoyo en mis versos una imagen,
súbitamente azul, cuando se cierra
el cielo, con sus llaves estériles.

Porque hablar es sencillamente único,
y nunca simultáneo, percibo
las muecas en tu rictus, con recuerdos,
ah, mi ausente plazuela bajo el agua,
que la lluvia explotó como alfileres,
cuando la seriedad se hacía escombros.

Ahora tu reflejo no puedo encenderlo;
en lugar de besar labios de papel
ocultos con matices, o con prisas,
prefiero tus ruinas, son metamorfosis.

Ah, vibrante crepúsculo sin ciencia,
púa del firmamento, cuerda atómica,
que sopesas las fuerzas del instante,
cuántas horas habremos coincidido.

Han nacido violines mudos, huérfanos,
bajo la hierba adúltera
el aire se hace eco.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Un poema firme, hermoso y lleno de poder evocador.

Felicitaciones por este trabajo, querido amigo.

Abrazos.

[Pilar Morte]

Porque hablar es sencillamente único,
y nunca simultáneo,
Siempre dices muchas cosas y profundas. Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad.

[Raul Muñoz]

Porque mis sentimientos son ocasos,
u ocasionales, hurgo entre la niebla,
buscando heridas, hoyos o resquicios,
luego apoyo en mis versos una imagen,
súbitamente azul, cuando se cierra
el cielo, con sus llaves estériles.

Porque hablar es sencillamente único,
y nunca simultáneo, percibo
las muecas en tu rictus, con recuerdos,
ah, mi ausente plazuela bajo el agua,
que la lluvia explotó como alfileres,
cuando la seriedad se hacía escombros.

Ahora tu reflejo no puedo encenderlo;
en lugar de besar labios de papel
ocultos con matices, o con prisas,
prefiero tus ruinas, son metamorfosis.

Ah, vibrante crepúsculo sin ciencia,
púa del firmamento, cuerda atómica,
que sopesas las fuerzas del instante,
cuántas horas habremos coincidido.

Han nacido violines mudos, huérfanos,
bajo la hierba adúltera
el aire se hace eco.

Me encanta, Ricardo. Muy evocador con una gran fuerza. Mi enhorabuena. Gracias por compartir tanta belleza.

Un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Gracias amig@s, por vuestras palabras para este trabajo.
Abrazos y felicidad.

[Concha Vidal]

Por todo lo que mana del poema, nacen violines mudos. Pero no es casualizad, hilando metáforas fantásticas (de fantasía), poniendo la palabra justa en cada verso ¿ cómo no hablar el violín?
Saludos mediterráneos.

[E. R. Aristy]

Porque mis sentimientos son ocasos,
u ocasionales, hurgo entre la niebla,
buscando heridas, hoyos o resquicios,
luego apoyo en mis versos una imagen,
súbitamente azul, cuando se cierra
el cielo, con sus llaves estériles.

Porque hablar es sencillamente único,
y nunca simultáneo, percibo
las muecas en tu rictus, con recuerdos,
ah, mi ausente plazuela bajo el agua,
que la lluvia explotó como alfileres,
cuando la seriedad se hacía escombros.

Ahora tu reflejo no puedo encenderlo;
en lugar de besar labios de papel
ocultos con matices, o con prisas,
prefiero tus ruinas, son metamorfosis.

Ah, vibrante crepúsculo sin ciencia,
púa del firmamento, cuerda atómica,
que sopesas las fuerzas del instante,
cuántas horas habremos coincidido.

Han nacido violines mudos, huérfanos,
bajo la hierba adúltera
el aire se hace eco.

Ah, vibrante crepúsculo sin ciencia,
púa del firmamento, cuerda atómica,
que sopesas las fuerzas del instante,
cuántas horas habremos coincidido.

Gran elocuencia, Ricardo.