Monos aulladores

[Raul Muñoz]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

[Concha Vidal]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

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Hola Raúl, buen día de primero de año y con este poema tan... ¿cómo decir? cuajadito de preguntas, tan desgarrado, tan dolorido, tan intimista. Donde la raíz, el asta presenta, para mí, una imagen tremenda. "Monos aulladores"... me quedo con la duda de a qué te refieres, pero no quiero la aclaración, rompería el encanto y el secreto del poeta.
Abrazos mediterráneos.

[xaime oroza carballo]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Ah! Querido amigo! Me has llevado hasta el 18 de febrero de 1973, que fue cuando compré el libro de Enrique Nacher: "DESDE EL PRIMATE AULLADOR HASTA EL CEREBRO SAPIENS". Gran descubrimiento en mi juventud, que he vuelto a leer hace no mucho.
Por todo te doy las gracias. Excelente amalgama con los versos de Machado.

Gracias y felicidades.

Fonda aperta, meu. (Fuerte abrazo, amigo mío)

[Pilar Morte]

Hay un dolor profundo en tus versos.
Sí son físicos, te comprendo al sentir los míos. Has escrito un buen poema, con imágenes impactantes.
Abrazos

[Raul Muñoz]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

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Hola Raúl, buen día de primero de año y con este poema tan... ¿cómo decir? cuajadito de preguntas, tan desgarrado, tan dolorido, tan intimista. Donde la raíz, el asta presenta, para mí, una imagen tremenda. "Monos aulladores"... me quedo con la duda de a qué te refieres, pero no quiero la aclaración, rompería el encanto y el secreto del poeta.
Abrazos mediterráneos.

Qué decir, Concha, de los monos aulladores, je je, ni yo lo sé; pero, mejor, así nos quedamos en la incógnita.
Muchas gracias, amiga, por la visita y tu amable comentario.

Te envío un abrazo, a tu mediterráneo también. Y feliz año nuevo.

[Raul Muñoz]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Ah! Querido amigo! Me has llevado hasta el 18 de febrero de 1973, que fue cuando compré el libro de Enrique Nacher: "DESDE EL PRIMATE AULLADOR HASTA EL CEREBRO SAPIENS". Gran descubrimiento en mi juventud, que he vuelto a leer hace no mucho.
Por todo te doy las gracias. Excelente amalgama con los versos de Machado.

Gracias y felicidades.

Fonda aperta, meu. (Fuerte abrazo, amigo mío)

Hola Xaime, gracias por venir al poema; y regalarme tu comentario. Pues mira, me haces tú a mí un descubrimiento, porque no conocía el nombre del libro que mencionas, ni al autor. Pero, parece que los monos aulladores tienen que decirnos algo sobre la evolución.

Encantado. Un abrazo, y feliz año, amigo.

[Raul Muñoz]

Hay un dolor profundo en tus versos.
Sí son físicos, te comprendo al sentir los míos. Has escrito un buen poema, con imágenes impactantes.
Abrazos

Hola, Pilar, me alegro de encontrarte por aquí. Bueno, el dolor, en este caso, sería más bien psicológico, espiritual, filosófico o existencial; aunque, en realidad, todo dolor creo que puede tener distintas fuentes, todas simultaneas: físicas, socio-culturales, económicas, psicológicas, existenciales o espirituales.

Muy agradecido, amiga, por leerme.

Un abrazo y mis mejores deseos para este nuevo año.

[Francesch Vicent]

A mí también me duele la poesía y cada vez más, solo que yo no tengo la suerte de haber evolucionado hasta llegar al mono aullador: todavía no he salido del mar primigenio y no puedo aullar, ni gritar, ni soltar improperios...para desfogarme. Siento que a mí se me están agotando los poemas, si a eso que perpetro se le puede llamar poesía.
Me ha encantado tu poema. Me parece una obra desgarradoramente genial.
Un cordial saludo y Feliz año nuevo, amigo y admirado poeta

[Raul Muñoz]

A mí también me duele la poesía y cada vez más, solo que yo no tengo la suerte de haber evolucionado hasta llegar al mono aullador: todavía no he salido del mar primigenio y no puedo aullar, ni gritar, ni soltar improperios...para desfogarme. Siento que a mí se me están agotando los poemas, si a eso que perpetro se le puede llamar poesía.
Me ha encantado tu poema. Me parece una obra desgarradoramente genial.
Un cordial saludo y Feliz año nuevo, amigo y admirado poeta

Hola, Francesch, gracias por pasar por aquí. Sí, la poesía es caprichosa. A veces, también, cuando crees que se agotan los poemas, llega lo mejor: el silencio. Las palabras solo son garabatos. No son la poesía.

Un abrazo, amigo.

[Ramón Carballal]

Esos monos aulladores son, quizá, quienes nos obligan a escribir poemas. Me gustaron y he disfrutado de tus versos. Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Esos monos aulladores son, quizá, quienes nos obligan a escribir poemas. Me gustaron y he disfrutado de tus versos. Un abrazo.

Quien sabe, Ramón. Pero, sí son escandalosos, igual que las palabras. Gracias por leerme.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Me ha venido la imagen de una escena cinematográfica que en variación se repite en varios films aquí y allá. En las ruinas de un gran templo, miles de monos viven y sus gritos de comunicación aunque perturbador, los muestra actuar como alarmas y hacen frente en grupo a cualquier otro animal que se presente.

Creo que sin el dolor y la incertidumbre, seríamos un mono muerto. Tu poema parece hablar de esa desorientación y esa ansiedad que sentimos de tiempo en tiempo. Un gusto leerte, Raul. ERA

[Raul Muñoz]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Me ha venido la imagen de una escena cinematográfica que en variación se repite en varios films aquí y allá. En las ruinas de un gran templo, miles de monos viven y sus gritos de comunicación aunque perturbador, los muestra actuar como alarmas y hacen frente en grupo a cualquier otro animal que se presente.

Creo que sin el dolor y la incertidumbre, seríamos un mono muerto. Tu poema parece hablar de esa desorientación y esa ansiedad que sentimos de tiempo en tiempo. Un gusto leerte, Raul. ERA

La ansiedad como señal de alarma, Era, seguramente, nos mantiene vivos, alertas también para mejorar cosas en nuestras vidas. Agradecido por la visita.

Un abrazo, amiga.

[F. Enrique]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Me hubiera gustado encabezar el comentario con un grito, Raul, para expresarlo solo nos queda la poesía, sortear que la vida es un río sin retorno, aunque sea un poco, que pensamos, al escribir cada poema, que su murmullo puede ser el último que escuchemos ¿Adónde podemos ir para que surja un nuevo poema? Seguimos entre el dolor y el dolor de sentir que no nos pertenece lo que hemos escrito.

Muy bien, Raul. Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Este cuerpo me trae de cabeza.
Me llama dolor y me hace así:
incertidumbre que entra y sale
por la herida de la conciencia.

Me duelo y me duele,
a media asta una raíz
quebranta los límites,
crece una selva enmarañada
plagada de monos aulladores;
como una arteriografía
trepan por los tabernáculos
conquistan el aullido, húmedos
se alimentan de tantas palabras.

Tampoco sé yo dónde estoy.
Si aún quedan más poemas:

otros dolores más posibles
donde hallar un límite.

Me hubiera gustado encabezar el comentario con un grito, Raul, para expresarlo solo nos queda la poesía, sortear que la vida es un río sin retorno, aunque sea un poco, que pensamos, al escribir cada poema, que su murmullo puede ser el último que escuchemos ¿Adónde podemos ir para que surja un nuevo poema? Seguimos entre el dolor y el dolor de sentir que no nos pertenece lo que hemos escrito.

Muy bien, Raul. Un abrazo.

Gracias Enrique, por tu lectura y comentario. La verdad es que me haces pensar; muy sugerente lo que indicas, que no nos pertenece lo que escribimos.

Un abrazo.