El agua hierve

[Ramón Carballal]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

[Ramón Carballal]

¡Qué buena esta inspiración gastronómica! Estos versos reflexivos, al compás del burbujeo, dan ganas de repetir la receta lírica y adentrarse en un tiempo de olas dentro de la cacerola de nuestra experiencia: me digo, mientras saboreo, transitamos el camino para hacernos preguntas importantes, para tener una vida con sentido.

Buen provecho, un abrazo amigo.

Gracias, amigo, por dejar tu huella en este poema. Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Inspirado poema. Me ha gustado mucho como, de algo cotidiano, dibujas la vida.
Abrazos

[Hallie Hernández Alfaro]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

Ohh, me has emocionado con este poema tan exquisitamente formado y hermoso.
Sin fisuras, toca lo sublime.

Ovación sostenida y mil gracias por tanta valía.
Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Inspirado poema. Me ha gustado mucho como, de algo cotidiano, dibujas la vida.
Abrazos

Gracias, Pilar, por tus palabras. Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Toda transformación de un alimento mediante el arte culinario es una especie de alquimia. Aquí te centras en la ebullición. Muy original tu propuesta.

Interesante forma de hacer poesía. Nada se te resiste.

Un beso
Ana

[Francisco Lobo]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

Desde luego que eres hermético. No llegué a asimilar las tres primeras estrofas; después, todo se aclaró, el poema se me hizo más diáfano y concluí pensando que tienes un gran poder creativo, distinto y único. Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Cualquier tema que toques es para celebrarlo. Felicitaciones y abrazo, Ramón.
Salud.

[Jerónimo Muñoz]

El transformar lo cotidiano en poesía es muy difícil, pero tú has superado la prueba con sobresaliente. Me ha encantado.
Abrazos.

Jerónimo

[Ramón Carballal]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

Ohh, me has emocionado con este poema tan exquisitamente formado y hermoso.
Sin fisuras, toca lo sublime.

Ovación sostenida y mil gracias por tanta valía.
Un abrazo.

Gracias, Hallie, por esas amables palabras. Un abrazo grande.

[Ramón Carballal]

Toda transformación de un alimento mediante el arte culinario es una especie de alquimia. Aquí te centras en la ebullición. Muy original tu propuesta.

Interesante forma de hacer poesía. Nada se te resiste.

Un beso
Ana

Gracias, Ana, por leer y por el comentario que dejas. Un beso.

[Ramón Carballal]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

Desde luego que eres hermético. No llegué a asimilar las tres primeras estrofas; después, todo se aclaró, el poema se me hizo más diáfano y concluí pensando que tienes un gran poder creativo, distinto y único. Un abrazo.

Hola, Paco. Pues este no es de mis poemas más herméticos, o así lo veo yo, al menos... Te agradezco la visita y el comentario que le has hecho al poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Cualquier tema que toques es para celebrarlo. Felicitaciones y abrazo, Ramón.
Salud.

Gracias, Julio, por tu generosidad. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

El transformar lo cotidiano en poesía es muy difícil, pero tú has superado la prueba con sobresaliente. Me ha encantado.
Abrazos.

Jerónimo

Gracias, jerónimo, por tus amables palabras. Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Como un ángel de vida
deposito el agua milagrosa
en el recipiente de metal.

El fuego eleva las historias de mi pasado,
cada burbuja es un nombre, un lugar,
una palabra, el cosmos infinito.

En su jardín de ola los oráculos se desvelan,
en su orgulloso círculo la efervescencia imita al volcán,
lo que bulle envía mensajes
que el vapor recoge
en un éxtasis de nube
contra la campana vieja.

¿Qué es lo que aquí borbotea, incontenible?
¿el arroz que baila como ágiles cromosomas?
¿la pasta enroscándose igual que una culebra?
¿el óvalo de un huevo flotante?

Me hechiza el ritmo de la cocción,
la sonoridad con que el agua ablanda
el alimento, esa fuerza que rebosa
en el brocal del cazo
derramándose indolente
sobre el poderío de la vitrocerámica.

Que bien, Ramon, tu poema cuece un buen alimento. Me parece que estas a punto y ablandas el material escrito con mucho gusto. Veo grandes simbolismos que sugieren habiles sentidos; oir, visualizar o ver, el tacto, manos a la obra, todo un poder en el que el poeta se regocija durante todo el proceso o el extasis creativo. Te felicito! ERA