El náufrago

[Ramón Carballal]

Nadaré entre las olas como una lágrima perdida
en el corazón del dolor.

He crecido sin el mapa donde las islas no existen,
de la palabra intuí el signo difuso que borraba la música,
de los pecios del alma robé crisantemos y abalorios,
un áspid y la huella del lince en el bosque.

Pisé nubes blancas en los arroyos del olvido,
en la concavidad de los omoplatos hay minas de incertidumbre,
moldes de mango que absorben tus silencios.

Y el néctar que abandona la piedad dulce,
y las hojas del sauce, estalactitas afiladas
que mueren por ser gravedad en la angostura del aire.

Un símbolo del racimo inacabado que llora por ti
en las cuevas de tu perdición, un gong de platillos verdes
que se golpean hasta crear el sonido que amortigua el asombro.

Segundos sin nombre que navegan por mis venas,
ardides que la corriente, tal vez el océano de tu piel,
señala en las coordenadas que regulan el tiempo
y los designios que habitan el porvenir.

Me verás en el esquife que arrojó de sí la nave milenaria,
frágil como la rosa de los vientos entregada al azar,
oculta mi faz por el coral que esta eterna singladura va dejando en mis mejillas.

[F. Enrique]

Supongo que me haces viajar, con un difuso desasosiego, por la Polinesia que ya no existe y que encalló, con los últimos poemas del verano, en Port Aventura.

Tu proyección poética no cesa de extenderse, nos hables del amor que sigue y no se entiende o de la soledad por la noche de los Mares del Sur arrinconados en una feria de atracciones.

Un a abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Emocionante trayecto que sigue líneas esplendorosas y, a veces, muy duras.

Un placer de lectura, querido amigo.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Hay fuerza y desasosiego en este hermoso y logrado poema. Un placer leerte.
Abrazos

[J. J. Martínez Ferreiro]

La palabra se hace joya en tus versos.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Abrazos.

[Marisa Peral]

Nadaré entre las olas como una lágrima perdida
en el corazón del dolor.


Me verás en el esquife que arrojó de sí la nave milenaria,
frágil como la rosa de los vientos entregada al azar,
oculta mi faz por el coral que esta eterna singladura va dejando en mis mejillas.

Sin desmerecer nada del resto de este poema extraordinario, dejo el inicio y el cierre, que me parecen maravillosos.
Gracias por tu poesía, Ramón.

Un abrazo fuerte.

[Ramón Carballal]

Supongo que me haces viajar, con un difuso desasosiego, por la Polinesia que ya no existe y que encalló, con los últimos poemas del verano, en Port Aventura.

Tu proyección poética no cesa de extenderse, nos hables del amor que sigue y no se entiende o de la soledad por la noche de los Mares del Sur arrinconados en una feria de atracciones.

Un a abrazo.

Agradezco tu comentario, Francisco. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

.

Emocionante trayecto que sigue líneas esplendorosas y, a veces, muy duras.

Un placer de lectura, querido amigo.
Abrazos.

Gracias, Hallie, por tu amabilidad. Abrazos,

[Ramón Carballal]

..., estalactitas afiladas
que mueren por ser gravedad en la angostura del aire.

De todas las imágenes y metáforas que van incrementando la idea de naufragio en la vida me entusiasmó especialmente las que remarco, quizá porque me recuerdan algunos años de espeleología, la soledad de las cuevas, su silencio frío, la estrechez casi agobiante. Genial evocación, muy conseguida.

Fantástica y rítmica concatenación de versos mi querido amigo.

Un abrazo Ramón

Gracias, Armilo, por la generosidad del comentario. Un abrazo grande.

[Ramón Carballal]

Hay fuerza y desasosiego en este hermoso y logrado poema. Un placer leerte.
Abrazos

Gracias, Pilar, por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

La palabra se hace joya en tus versos.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Abrazos.

Gracias, J.J. Unha forte aperta.

[Ramón Carballal]

Nadaré entre las olas como una lágrima perdida
en el corazón del dolor.


Me verás en el esquife que arrojó de sí la nave milenaria,
frágil como la rosa de los vientos entregada al azar,
oculta mi faz por el coral que esta eterna singladura va dejando en mis mejillas.

Sin desmerecer nada del resto de este poema extraordinario, dejo el inicio y el cierre, que me parecen maravillosos.
Gracias por tu poesía, Ramón.

Un abrazo fuerte.

Gracias por tu generosidad. Un abrazo, Marisa.