A la misma hora, mañana

[Ramón Carballal]

El tren era una rosa triste hasta el cáliz de la luz y tu nombre.

Hay códigos de palabras que no supe decir,
la tarde vio en la redonda luna
su muerte de claridad envejecida.

En los rumores del bar los ecos callan,
solo el fluido de una frase llega a ti como un abrazo.

Dejo, en los posos del café, una incógnita de rizos y ojos verdes,
una tez alba de juventud plena.

El mismo reloj de ayer está midiendo tu ausencia,
ahora, en los posos del café, ningún dios dibuja tu rostro.

La lluvia cae sobre el rosal, el tren regresa a su nido.

Yo cabalgo la noche.

[F. Enrique]

Pienso que la aparición del tren es afortunada cuando hablamos de poesía. Algunos compañeros nuestros han dejado de ello buenas muestras. El mejor poema de Rafel, para mí, no se pierde a pesar de atravesar la niebla.

Tu poema lo funde con la ausencia, aparece la pena de amor y la domas con arte. Creas expectativas muy altas y, muchas veces, cómo esta, las superas.

Uno de los mejores poemas que te he leído.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Un poemazo, Ramón:

Bordas los temas del tren, la nostalgia, el amor perdido...

Me encanta la imagen de los posos del café. Pienso que es muy acertada.

Felicitaciones
Un beso grande
Ana

[Simon Abadia]

Magnifico poema, Ramón, con la nostalgia y amor.
Me gustan mucho estos versos que señalo.
Abrazos.

Dejo, en los posos del café, una incógnita de rizos y ojos verdes,
una tez alba de juventud plena.

El mismo reloj de ayer está midiendo tu ausencia,
ahora, en los posos del café, ningún dios dibuja tu rostro.

[Óscar Distéfano]

El tren era una rosa triste hasta el cáliz de la luz y tu nombre.

Hay códigos de palabras que no supe decir,
la tarde vio en la redonda luna
su muerte de claridad envejecida.

En los rumores del bar los ecos callan,
solo el fluido de una frase llega a ti como un abrazo.

Dejo, en los posos del café, una incógnita de rizos y ojos verdes,
una tez alba de juventud plena.

El mismo reloj de ayer está midiendo tu ausencia,
ahora, en los posos del café, ningún dios dibuja tu rostro.

La lluvia cae sobre el rosal, el tren regresa a su nido.

Yo cabalgo la noche.

Lo que me ha sorprendido agradablemente de tu poema es la forma, la estructura estrófica: cada estrofa es un poema bien delimitado; es decir: tu poema es un engarce de poemas, y lo admirable es la cohesión del todo, la impresión y emoción que me deja como lector es esa secuencia casi fotográfica. El tema es recurrente, pero tú lo has bordado con ese lirismo que logra metáforas e imágenes que alegran nuestro espíritu (a los que en verdad amamos la poesía). Es bueno tenerte en este foro. A mí me reorienta en mi sendero creativo. Te aplaudo.

Un abrazo, amigo.
Óscar

[Ramón Carballal]

Pienso que la aparición del tren es afortunada cuando hablamos de poesía. Algunos compañeros nuestros han dejado de ello buenas muestras. El mejor poema de Rafel, para mí, no se pierde a pesar de atravesar la niebla.

Tu poema lo funde con la ausencia, aparece la pena de amor y la domas con arte. Creas expectativas muy altas y, muchas veces, cómo esta, las superas.

Uno de los mejores poemas que te he leído.

Un abrazo.

Gracias, Francisco, por leer y por el generoso comentario. Un abrazo.

[Pilar Morte]

Cada verso es una joya. Un poema para disfrutar buena poesía.
Abrazos

[Francesch Vicent]

Un poema donde la belleza se hace silencio rezumando lirismo en cada verso. Magnífico.
Un cordial saludo, amigo y admirado poeta.

[Ana García]

Ese título es todo un acierto. Se une al reloj y al paso del mismo tren de todas las estaciones del mundo.
Un poema lleno de buenas imágenes, un ramillete de versos para disfrutar cada uno de ellos.
Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un poemazo, Ramón:

Bordas los temas del tren, la nostalgia, el amor perdido...

Me encanta la imagen de los posos del café. Pienso que es muy acertada.

Felicitaciones
Un beso grande
Ana

Gracias, Ana, por tu generosidad. Un beso para ti.

[Ramón Carballal]

Magnifico poema, Ramón, con la nostalgia y amor.
Me gustan mucho estos versos que señalo.
Abrazos.

Dejo, en los posos del café, una incógnita de rizos y ojos verdes,
una tez alba de juventud plena.

El mismo reloj de ayer está midiendo tu ausencia,
ahora, en los posos del café, ningún dios dibuja tu rostro.

Gracias, Simón, por tus amables palabras. Un abrazo.

[Ignacio Mincholed]

Muy bien lo acompasado del poema con las pulsaciones expuestas, Ramón.

Un abrazo.
Ignacio

[Ramón Carballal]

El tren era una rosa triste hasta el cáliz de la luz y tu nombre.

Hay códigos de palabras que no supe decir,
la tarde vio en la redonda luna
su muerte de claridad envejecida.

En los rumores del bar los ecos callan,
solo el fluido de una frase llega a ti como un abrazo.

Dejo, en los posos del café, una incógnita de rizos y ojos verdes,
una tez alba de juventud plena.

El mismo reloj de ayer está midiendo tu ausencia,
ahora, en los posos del café, ningún dios dibuja tu rostro.

La lluvia cae sobre el rosal, el tren regresa a su nido.

Yo cabalgo la noche.

Lo que me ha sorprendido agradablemente de tu poema es la forma, la estructura estrófica: cada estrofa es un poema bien delimitado; es decir: tu poema es un engarce de poemas, y lo admirable es la cohesión del todo, la impresión y emoción que me deja como lector es esa secuencia casi fotográfica. El tema es recurrente, pero tú lo has bordado con ese lirismo que logra metáforas e imágenes que alegran nuestro espíritu (a los que en verdad amamos la poesía). Es bueno tenerte en este foro. A mí me reorienta en mi sendero creativo. Te aplaudo.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Gracias, Óscar, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Cada verso es una joya. Un poema para disfrutar buena poesía.
Abrazos

Gracias, Pilar, por tu generosidad. Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Eres especial, Ramón.

Mira que me gustan tus versos, pero no sé el motivo, pero estos me han gustado especialmente.

Hasta el título me parece extraordinario.

Muy bueno.

Un abrazo.