Es un tema difícil, soy consciente de ello.
Nuestras maneras de mirar y tomar acción frente a las exigencias sociales, han sido condicionadas por la posición afectiva de nuestros progenitores y su percepción del mundo.
Nos circunda una realidad material que, parece sostenerse en convicciones, ideas, normas, conductas.
Es fácil entonces que la ideología nos lleve hacia una corriente u otra de pensamiento.
¿Que forma de vivir nos gusta y nos resulta familiar?
A partir de esto, es plausible imaginar que, nuestras creencias, ideas e interpretaciones de la realidad social, están muy unidas a los aprendizajes vicarios, a los que hemos sido expuestos, desde temprana edad. ¿Hemos crecido en un barrio obrero, en una ciudad superpoblada, en el campo, en pobreza extrema o en la opulencia material y /o cultural? ¿Quiénes fueron nuestros maestros de ideología? Aquí, se hacen inevitables, las categorizaciones y sus correspondientes etiquetas. Izquierdas, Derechas, Centro, Democracia consolidada, entre otros tantos conceptos, que buscan espacio, en los constructos mentales de la raza humana.
¿Hasta qué punto es ético ideologizar la educación, adoctrinar con programas de enseñanza para sembrar formas de pensamiento?
¿Hasta qué punto es posible, guiar subliminalmente, las pautas de conducta de la población infantil?
¿Sería posible, aquí y ahora, ofrecer unos instrumentos carentes de ideología, para educar a los pequeños?
Me pregunto si ¿la no-ideología también es, una manera de condicionar el pensamiento?
No me podréis negar la dificultad creciente del asunto, queridos amigos.
Se multilplican las interrogantes y se ramifican las posibles respuestas.
Os invito a dejar en el post, vuestras posiciones y perspectivas respecto al tema.
Cualquier idea será bienvenida y será, por supuesto, tratada y discutida desde el más absoluto respeto.
Un abrazo enorme.
