Asilo de versos (dedicado a Julio González Alonso)

[jose manuel saiz]

Poema de estructura “Aúrea–Cuántica” (estrofas de 4-7-11-7 sílabas, de carácter ondulatorio, con versos acentuados en 6ª y penúltimas sílabas) que dedico a Julio González Alonso, animándolo a escribir otro, como sugirió, y en agradecimiento a su interés en mi propuesta.


ASILO DE VERSOS

«De esa tarde
recuerda pocas cosas…
Algunas frases sueltas: --Por favor,
escríbeme; te quiero,
no me olvides;
Algún sonido triste,
como el de la sirena de un navío
zarpando hacia una guerra…
Poco más.»
Comienza así un poema
que escribí cuando yo dejaba historias
aún por concluir.
Me inspiré
en un libro sin tapas
que ojeé una noche de desvelo
que hablaba de un soldado,
de una joven
y de un país en guerra.
Lo abandoné; no pude con el libro.
De modo que ignoré
y no supe
qué pasó con la joven
y de si aquel soldado regresó
con vida de la guerra.
Mi poema
no tuvo su final;
y acabó siendo un pecio sumergido
en mis cosas pendientes
de olvidar.

Reciba aquí mi asilo
e inicie así, con buen viento de popa,
su nueva singladura.
Tiene título,
un nexo y un final,
y el contexto conforma ya su historia.
Quien no hallará consuelo
es del libro
que dejé abandonado
como a un recién nacido en un hospicio:
por la noche, sin nombre…
malquerido.

--oOo--

[Julio Gonzalez Alonso]

Poema de estructura “Aúrea–Cuántica” (estrofas de 4-7-11-7-4 sílabas, de carácter ondulatorio, con versos acentuados en 6ª y penúltimas sílabas) que dedico a Julio González Alonso, animándolo a escribir otro, como sugirió, y en agradecimiento a su interés en mi propuesta.


ASILO DE VERSOS

«De esa tarde
recuerda pocas cosas…
Algunas frases sueltas: --Por favor,
escríbeme; te quiero,
no me olvides;
Algún sonido triste,
como el de la sirena de un navío
zarpando hacia una guerra…
Poco más.»
Comienza así un poema
que escribí cuando yo dejaba historias
aún por concluir.
Me inspiré
en un libro sin tapas
que ojeé una noche de desvelo
que hablaba de un soldado,
de una joven
y de un país en guerra.
Lo abandoné; no pude con el libro.
De modo que ignoré
y no supe
qué pasó con la joven
y de si aquel soldado regresó
con vida de la guerra.
Mi poema
no tuvo su final;
y acabó siendo un pecio sumergido
en mis cosas pendientes
de olvidar.

Reciba aquí mi asilo
e inicie así, con buen viento de popa,
su nueva singladura.
Tiene título,
un nexo y un final,
y el contexto conforma ya su historia.
Quien no hallará consuelo
es del libro
que dejé abandonado
como a un recién nacido en un hospicio:
por la noche, sin nombre…
malquerido.

--oOo--

Amigo José Manuel, ¡qué buena fortuna poder formar parte de este poema, su historia y su final feliz! Como la vida misma. Y este regalo, en forma de poema cuántico de estructura áurea, supone el atractivo desafío de intentar escribir otro que no desmerezca -o al menos intentarlo- del presente. Te prometo ponerme a ello y aceptar el reto, del que te daré parte en estos foros.
Me agradan estos tipos de composiciones y estoy seguro de que recurriré a ellas en otras ocasiones. Te agradezco la gentileza de la dedicatoria y la generosidad de hacernos partícipes de tus descubrimientos para las estrofas del siglo XXI. El número áureo 1,6 está relacionado con la sucesión de Fibonacci (1,1,2,3,5,8,13,21...), según he podido leer y tiene mucha importancia en las Matemáticas y en la Naturaleza. Dotar a la poesía de esta bella realidad me parece extraordinario.

[Mirta Elena Tessio]

Poema de estructura “Aúrea–Cuántica” (estrofas de 4-7-11-7-4 sílabas, de carácter ondulatorio, con versos acentuados en 6ª y penúltimas sílabas) que dedico a Julio González Alonso, animándolo a escribir otro, como sugirió, y en agradecimiento a su interés en mi propuesta.


ASILO DE VERSOS

«De esa tarde
recuerda pocas cosas…
Algunas frases sueltas: --Por favor,
escríbeme; te quiero,
no me olvides;
Algún sonido triste,
como el de la sirena de un navío
zarpando hacia una guerra…
Poco más.»
Comienza así un poema
que escribí cuando yo dejaba historias
aún por concluir.
Me inspiré
en un libro sin tapas
que ojeé una noche de desvelo
que hablaba de un soldado,
de una joven
y de un país en guerra.
Lo abandoné; no pude con el libro.
De modo que ignoré
y no supe
qué pasó con la joven
y de si aquel soldado regresó
con vida de la guerra.
Mi poema
no tuvo su final;
y acabó siendo un pecio sumergido
en mis cosas pendientes
de olvidar.

Reciba aquí mi asilo
e inicie así, con buen viento de popa,
su nueva singladura.
Tiene título,
un nexo y un final,
y el contexto conforma ya su historia.
Quien no hallará consuelo
es del libro
que dejé abandonado
como a un recién nacido en un hospicio:
por la noche, sin nombre…
malquerido.

--oOo--

Me ha encantado que usando tu propia estructura escribas esos versos que tanto me gustan.
Tu estilo y la misma estructura pasarán a la historia, porque es el amor a las cosas sencillas pero
con un nivel de vibración altísima es lo que triunfa.
Me ha gustado que se lo dediques a Julio Alonso una gran persona y compañero tuyo y de todos.
Intentaré usar esa estructura, que tú la haces ver fácil, pero sé que no lo es.
Abrazos José Manuel.

[Pilar Morte]

Qué bien cierras siempre los poemas. Esta medida servirá para estimular nuevas formas. Un place leerte.
Abrazos

[Marisa Peral]

José Manuel, nos ensanchas el abanico de posibilidades para seguir intentando jugar con la poesía y es una propuesta muy atrayente.

Felicidades por el poema y a Julio por ser destinatario de esta belleza.

Gracias y abrazos a ambos.

[Ana García]

Es un poema que tiene un ritmo especial. Con la música adecuada sería algo muy bello. Ya lo es.
Y tiene el plus de que es un dedicado a nuestro compañero Julio.
Te felicito, Jose Manuel.
Un beso para ambos.