Editorial Alaire

Las anguilas colgadas de tu cuerpo,
codiciosas caricias de la luz
que electrocutan manos, piel y labios,
silencios terminados en silencios,
como idiomas caídos en desuso.

Creo que la palabra se deshace,
tiene otros intereses más calmados,
rebusca entre las células del tiempo,
porque todos la toman como adúltera.

Antes de que se mueva, va su espectro,
abriendo sus confines, eras, ciclos,
lluvias ácidas, lágrimas, censuras.

El dialecto no toma la palabra,
a medias, entre el léxico y lo incierto,
también tiene a su dios. Pero se esfuma,
se escurre, no le afectan las ideas,
trae consigo los cánones del hombre.

¿Qué uso se hace pues de la palabra?
¿A quién o a qué rendimos pleitesía?
¿A cuánta indiferencia, sino toda?

Interesantes versos sobre la palabra, Ricardo:

Perfectos endecasílabos. Buen encabalgamiento en verso número 15. Aquí tu lenguaje oscila entre el surrealismo y el clasicismo.

Me ha encantado enredarme entre tus versos.

Felicidades
Un beso grande
Ana

Gracias miles amiga Ana.
Me alegra muchísimo que hayas disfrutado.
Abrazos y felicidad, poetisa.

Ricardo López Castro escribió: ↑Lun, 23 May 2022 14:11


Las anguilas colgadas de tu cuerpo,
codiciosas caricias de la luz
que electrocutan manos, piel y labios,
silencios terminados en silencios,
como idiomas caídos en desuso.

Creo que la palabra se deshace,
tiene otros intereses más calmados,
rebusca entre las células del tiempo,
porque todos la toman como adúltera.

Antes de que se mueva, va su espectro,
abriendo sus confines, eras, ciclos,
lluvias ácidas, lágrimas, censuras.

El dialecto no toma la palabra,
a medias, entre el léxico y lo incierto,
también tiene a su dios. Pero se esfuma,
se escurre, no le afectan las ideas,
trae consigo los cánones del hombre.

¿Qué uso se hace pues de la palabra?
¿A quién o a qué rendimos pleitesía?
¿A cuánta indiferencia, sino toda?

Gran poema que hace pensar, pensar no es el mal de este siglo, dejamos que los de siempre se salgan con la suya.

Un abrazo.