La reina

[Marius Gabureanu]

Amor, si vuelves, hay ciertas reglas que cumplir:
en mi casa no se entonan canciones inaptas para llover.
La radio está prohibida
porque las paredes no se acostumbrarán
a mirarse al espejo.
Cuando me veas destapando simultáneamente
dos botellas de champán,
sal a la calle y no regreses pronto,
mi muerte tiene dos gargantas.
Si quieres tener sexo con otro,
se hará en mi presencia,
ya lo he imaginado y es imposible,
me refiero a mi presencia.
Nadie tiene derecho a suicidarse
aparte de las bombillas,
así que las podrás apagar y encender
cuantas veces quieras.
Antes de que mi amigo imaginario quiera dialogar,
invéntate una amiga
y no tendré que convencerle de que eres mi invención.
No intentes fornicar con mi sombra,
es la de un recién nacido.
Si llegan cartas para un tal Marius,
con quemarlas
procurarás que las lea en persona.
A los gatos que pueblan mis sueños no se les pisa la cola.
Si la semana excede de siete días
y no es lunes, déjame saber
en un martes.
Después de la cena,
hurgaremos en los aviones
hechos de cuchillas de afeitar.
Si ves que me masturbo en un rincón
gritando nombres diferentes del tuyo,
comprende que así me enseñó mi madre
a ahuyentar los fantasmas.
Comprarás persianas de oro
para las ventanas inexistentes.
Orarás para que las grietas no se cierren
cuando me vuelva mimo
de una palabra aleatoria.
Serás cómplice de mi adicción
a los trenes de juguete
que son inútiles
si nadie los espera llegar.
Y, por último, no cumplas
ninguna de mis reglas,
si es que quieres ser la reina de mi habitación de cera.

[E. R. Aristy]

Amor, si vuelves, hay ciertas reglas que cumplir:
en mi casa no se entonan canciones inaptas para llover.
La radio esta prohibida
porque las paredes no se acostumbrarán
a mirarse al espejo.
Cuando me veas destapando simultáneamente
dos botellas de champán,
sal a la calle y no regreses pronto,
mi muerte tiene dos gargantas.
Si quieres tener sexo con otro,
se hará en mi presencia,
ya lo he imaginado y es imposible,
me refiero a mi presencia.
Nadie tiene derecho a suicidarse
aparte de las bombillas,
así que las podrás apagar y encender
cuantas veces quieras.
Antes de que mi amigo imaginario quiera dialogar,
invéntate una amiga
y no tendré que convencerle de que eres mi invención.
No intentes fornicar con mi sombra,
es la de un recién nacido.
Si llegan cartas para un tal Marius,
con quemarlas
procurarás que las lea en persona.
A los gatos que pueblan mis sueños no se les pisa la cola.
Si la semana excede de siete días
y no es lunes, déjame saber
en un martes.
Después de la cena,
hurgaremos en los aviones
hechos de cuchillas de afeitar.
Si ves que me masturbo en un rincón
gritando nombres diferentes del tuyo,
comprende que así me enseñó mi madre
ahuyentar a los fantasmas.
Comprarás persianas de oro
para las ventanas inexistentes.
Orarás para que las grietas no se cierren
cuando me vuelva mimo
de una palabra aleatoria.
Serás cómplice de mi adicción
a los trenes de juguete
que son inútiles
si nadie los espera llegar.
Y, por último, no cumplas
ninguna de mis reglas,
si es que quieres ser la reina de mi habitación de cera.

El cierre es la clave en este intenso poema bello e incómodo por mostrar las demandas de las expectaciones y las proyecciones . Al final, el amor es incondicional:

"Y, por último, no cumplas
ninguna de mis reglas,
si es que quieres ser la reina de mi habitación de cera"

[Alejandro Costa]

Genial y muy original.

Desde el principio me ha llevado con facilidad sobre el resto de versos,
y se me ha quedado corto.

Me ha encantado.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Del poema no te voy a decir nada, lo he leído 5 o 6 veces, lo seguiré leyendo y seguro que habrá tiempo para comentar mis impresiones. De tu presencia sí que quiero transmitirte mi alegría. Ya ves cómo están los foros, sinceramente, es increíble el nivel de la práctica totalidad de los colegas. Ya digo, esto está que trina, compañero. Calidad, compromiso, solidaridad. Y, bueno, ahora tenemos que lograr que se incorporen Pepa, Rosa...
En fin, no se te ha olvidado crear poemas, amigo Marius, de eso nada. Eres bueno, muy bueno, puñetero.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Es alegría grande volver a disfrutar de tu poesía. Sé que te harán comentarios muy buenos y jugosos. Yo te diré que me maravilla la creatividad de tus intentos. Eres increíble. Felicidades.
Abrazos

[Ana García]

Me uno a lo que te ha dicho Rafel. ¡Estás aquí! Y tu poema rezuma buena poesía. El listón con tu presencia está muy alto.
Un poema de amor sin condiciones: es el amor o las condiciones.
Besos y abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Simbología densa, inteligente, troceada en el subconsciente más tirano.
El poema toca dimensiones, fracturas, formas de escindir, de golpear tiestos lejanos; es la historia de la incondicionalidad que alguna vez murió en otra garganta.
Golpear tiestos lejanos digo, porque las plantas siguen ahí, superadas por la misma tierra que las vio amar y ceder y luchar.
Son sentimientos verdes que lloran todavía, Marius.

Es un gran trabajo, querido amigo.
Abrazos y felicidad a montones.

[xaime oroza carballo]

Amor, si vuelves, hay ciertas reglas que cumplir:
en mi casa no se entonan canciones inaptas para llover.
La radio está prohibida
porque las paredes no se acostumbrarán
a mirarse al espejo.
Cuando me veas destapando simultáneamente
dos botellas de champán,
sal a la calle y no regreses pronto,
mi muerte tiene dos gargantas.
Si quieres tener sexo con otro,
se hará en mi presencia,
ya lo he imaginado y es imposible,
me refiero a mi presencia.
Nadie tiene derecho a suicidarse
aparte de las bombillas,
así que las podrás apagar y encender
cuantas veces quieras.
Antes de que mi amigo imaginario quiera dialogar,
invéntate una amiga
y no tendré que convencerle de que eres mi invención.
No intentes fornicar con mi sombra,
es la de un recién nacido.
Si llegan cartas para un tal Marius,
con quemarlas
procurarás que las lea en persona.
A los gatos que pueblan mis sueños no se les pisa la cola.
Si la semana excede de siete días
y no es lunes, déjame saber
en un martes.
Después de la cena,
hurgaremos en los aviones
hechos de cuchillas de afeitar.
Si ves que me masturbo en un rincón
gritando nombres diferentes del tuyo,
comprende que así me enseñó mi madre
a ahuyentar los fantasmas.
Comprarás persianas de oro
para las ventanas inexistentes.
Orarás para que las grietas no se cierren
cuando me vuelva mimo
de una palabra aleatoria.
Serás cómplice de mi adicción
a los trenes de juguete
que son inútiles
si nadie los espera llegar.
Y, por último, no cumplas
ninguna de mis reglas,
si es que quieres ser la reina de mi habitación de cera.

Siempre es un bálsamo recorrer el aire en tu decir.
Gracias, Marius, amigo.

Un abrazo.

[Jerónimo Muñoz]

Amor, si vuelves, hay ciertas reglas que cumplir:
en mi casa no se entonan canciones inaptas para llover.
La radio está prohibida
porque las paredes no se acostumbrarán
a mirarse al espejo.
Cuando me veas destapando simultáneamente
dos botellas de champán,
sal a la calle y no regreses pronto,
mi muerte tiene dos gargantas.
Si quieres tener sexo con otro,
se hará en mi presencia,
ya lo he imaginado y es imposible,
me refiero a mi presencia.
Nadie tiene derecho a suicidarse
aparte de las bombillas,
así que las podrás apagar y encender
cuantas veces quieras.
Antes de que mi amigo imaginario quiera dialogar,
invéntate una amiga
y no tendré que convencerle de que eres mi invención.
No intentes fornicar con mi sombra,
es la de un recién nacido.
Si llegan cartas para un tal Marius,
con quemarlas
procurarás que las lea en persona.
A los gatos que pueblan mis sueños no se les pisa la cola.
Si la semana excede de siete días
y no es lunes, déjame saber
en un martes.
Después de la cena,
hurgaremos en los aviones
hechos de cuchillas de afeitar.
Si ves que me masturbo en un rincón
gritando nombres diferentes del tuyo,
comprende que así me enseñó mi madre
a ahuyentar los fantasmas.
Comprarás persianas de oro
para las ventanas inexistentes.
Orarás para que las grietas no se cierren
cuando me vuelva mimo
de una palabra aleatoria.
Serás cómplice de mi adicción
a los trenes de juguete
que son inútiles
si nadie los espera llegar.
Y, por último, no cumplas
ninguna de mis reglas,
si es que quieres ser la reina de mi habitación de cera.

No quiero pecar de exagerado, pero creo que este poema es uno de los mejores que he leído últimamente . Con sinceridad, y en mi opinión, extraordinario.
Un abrazo, estimado y admirado Marius,

Jerónimo

[Antonia Mauro]

Hola Marius,

La bombilla de mi habitación se suicidó hace meses, y me resulta imposible cambiarla,
no le llego , y como está justo encima de la cama pues me he caído más de una vez por intentar cambiarla
total que llevo meses con la lampara de la mesilla.

Me alegro de que hayas publicado y estés aquí.
Si no cumplen las normas de convierten en reinas de cera?

Un abrazo..

[Ramón Castro Méndez]

Amigo Marius, me alegra que hayas publicado otra vez. Siempre es un placer leerte. En cuanto a este poema, me parece genial, como todos los tuyos.

Enhrabuena.

Un fuerte abrazo.

[Marisa Peral]

Querido Marius, es un lujo volver a disfrutar de tu poesía, me alegro mucho de tu regreso y te felicito por este poemazo.
Un abrazo fuerte.

[Ramón Carballal]

Un poema digno de tu talento. Es una gran noticia tu vuelta. Abrazos.

[Ventura Morón]

No puedo mas que alegrarme querido amigo, de leerte. Atravesar este poema y encontrar esas imágenes potentes que muestran lo que no se ve, aquello que es la realidad cuando los prismas para mirarla están escondidos tras los ojos, adentro.
Y digo atravesarlo porque es recorrerlo, pararse en sus baches, caer en sus curvas y llegar al final, a que hay una forma de sobrevolarlo, solo hay que estar seguro de querer llegar.
Una maravilla. Abrazo gigante.

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amigo Marius, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "La reina".
Un cordial abrazo.