como un vidrio soplado
por la voz silenciosa y contenida
de los bosques.
Los juguetes de plástico,
platos sin guarnición,
guerras en el alambre de los pobres.
El comienzo es un trámite, frente a la eternidad que imaginamos.
Como un saco de sal, sin desarrollo,
va filtrando la historia sus desencadenantes,
sus puntos de fricción.
Pleamar de las manos que mecen el destino,
que las olas conocen,
siempre sobre la vista, un ser inanimado,
que se derrama en rayos y reflejos.
La realidad sucumbe en nuestra mente…
Porque no se ha inventado,
Las cosas increíbles nunca ascienden de rango,
y las hostilidades se hallan en los refugios
para desechos, desalojos mentales.
La constancia del tiempo sobre el tiempo,
la nostalgia y el canto de la lluvia,
cuando ésta se esconde en la poesía,
cuando ésta se vuelve versátil, verosímil,
como un beso a la aorta hecho para frotar,
porque ella limpia el alma, sin herir ni un milímetro de piel,
porque ella nos recuerda sus dominios,
porque como un domingo, se lame su pasado,
sin coser, sin cauterizar, sin sangre ni coágulos,
se cura, porque llueve en todas partes,
y porque ya posee su propia fantasía:
"Aligerar, pues cae siempre en el mismo suelo,
como huella saciada, que no tiene cabida en el espacio."
Y así el amor profundo,
se encuentra con un yo,
que quizá sea el único,
no sé llegar a él,
solo miro el presente…
El futuro me deja muy poquitas señales,
ellas son las que más me identifican.
Solo miro y asumo mi letargo…
Mi vida pasa rápida y sencilla…
Como si…
Después fuera a llegar lo más difícil…
Pero…
No espero.
No…
me impaciento.
No me entero…
No comprendo por qué tanta pomposidad…
Darle tanta importancia…
Al límite…
Al acabose…
Lo que el hombre inventa…
Necesita primero un inventario…
Y así fue mi existencia, y mi talón de Aquiles…
Hago el trabajo sucio…
Y me gano el favor…
De lo que no conozco…
Hay cosas que no…
Me llenan.
Pero a ratos…
Me siento ya completo…
Esta contradicción me mata…
Simplemente me duerme…
Me sume en un estado natural…
Me lleva la contraria...
Y dejo de pensar para unir mis extremos…
En una sola superficie…
Profunda y muy real…
Y comienzo a sentir…
Que ya hago lo que puedo…
Por la realidad…
Ella…
Sé que puede cambiar…
Mi personalidad…
Lo único que me separa de ella…
Son mis versos e ideas…
Son todos los momentos…
Con los que guardo las distancias…
Son todas las personas a las que hago el vacío…
Me entrará por los ojos…
Solo lo que no pueda desechar…
Cuando no se me ocurra nada más que achacarme absolutamente nada…
Cuando no se me ocurra absolutamente nada…
Para quedarme en mí…
Y si esto no sucede…
Estaré siempre en deuda…
Pues mis introspecciones se han cobrado una vida…
Que ni siquiera sé si es mía…
No la reconozco...
Lo único que me falta es un punto de vista