Armilo, leo en tu trabajo un poema que atrapa, de genuino fulgor. El lenguaje es de último cuño en sus referencias culturalistas y las metáforas son espléndidas. Bueno, sobra decir que me ha encantado.Armilo Brotón escribió: ↑Jue, 09 Dic 2021 15:08 En el nido de la memoria,
el corazón de lo que comemos,
hay polluelos oscuros;
quieren sobrevivir, luchan,
pían exasperados.
Saben que la rueda de la fortuna
es un juego de azar, tahúres,
mentiras piadosas al fin.
En el calor de la memoria
el amor cobra vida, crispado pía,
quiere enquistarse en los labios
y besar la ausencia;
demanda nuestro aliento,
sin nosotros es un fotón más
—perdido en el espacio reduce lo que encuentra
y genera glucosa—,
una idea sin fundamento mecánico.
La madre mira al nido, duda.
Todos los poros son picos abiertos,
pero sin ojos la decisión se torna difícil,
distinguir uno de otro casi imposible:
sólo tiene un gusano que ofrendar.
Desde la rama toma distancia,
las lenguas vibran desesperadas
—es tiempo del estómago—,
el viaje está cercano,
el hedor, con setecientos nanómetros
y muchos hercios acumulados,
quema la sangre.
Su gusano, en el pico de la memoria,
pide clemencia.
¿Será acertado
el fallo consustancial?
“that is the question”,
hermoso Hamlet.
elPrior
Recibe un abrazo, amigo.
Felipe.