de la antigua lírica taurina y Goyesca, siglo XVIII.
que se olvide de mí la aurora boreal,
aún así,
la que me pone dos es Galín.
No hay gallina como ella, sin par su diligencia,
en todo el occidente lleguen a la evidencia
que solo a mí,
la que me pone dos es Galín.
Qué lindo su trasero, su piel de tonos mil,
fruta para comerla en las tardes de abril,
¡qué más decir!
La que me pone dos es Galín.
Si se sitúa arriba con cariño las prendo,
si se sitúa abajo presto me voy corriendo
porque latí;
la que me pone dos es Galín.
Pido que no se increpe mi necia insensatez,
que el cielo compadezca mi ardor si es soez,
como nací,
la que me pone dos es Galín
elPerro