Tesoro de Narciso

[Pablo Ibáñez]

Debajo de las ruinas de niñez, en ese tiempo
aterido de sueños imposibles
—mientras una proyección de hielo madre
reflejaba ambivalencia en tus ojos incesantes
y elegías adicciones o el vacío—,
enterraste en secreto tu tesoro,
así la luz de vida no pudiera clarearlo.

Fraguar aquel reflejo en una farsa
fue trampa y salvación. La sed de otros
—cada cual con su belleza y servidumbre,
sus frágiles deseos y dones envidiables—,
arañaba tu esquiva identidad, y decidiste
tu holocausto en el altar de la soberbia:
mentir y enmarañar, después la ceremonia
de odiar y someter, y luego un nuevo ciclo…

El sudor de la edad pudrió la máscara
al punto del hedor infranqueable. Los ojos de los otros
inquirieron la terca verdad a través de las costuras.
Y regresaste a las ruinas ceñudo y confiado,
sabiendo que el tesoro te aguardaba
brillante y perfumado como entonces,
deseante de tus manos como un arma.

Y no encontraste oro. Apenas polvo
lamido por los años: tu mortaja.

[Víctor F. Mallada]

Ufff, Pablo.
Fuerte como la vida (a veces). Me encanta cuando urdes tus poemas con ritmo trepidante, como es este caso.
No importa que el tema sea duro, si logras vestirlo de belleza.

Enhorabuena,


Víctor

[Pilar Morte]

Un poemazo, Pablo., duro muy duro pero tan bien escrito que la belleza resalta en la crudeza de los versos. Quizás sacudir la máscara nos de la libertad necesaria para comenzar de nuevo. Felicidades, amigo.
Abrazos
Pilar

[Ramón Carballal]

Coincido con los comentarios anteriores, un excelente trabajo, profundo en su pensamiento e impecable formalmente. Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy bello, negro y potente está memoria del camino. Como siempre la perfección en la andamiaje del poema y la elección de las imágenes.

Definitivo este
“Y no encontraste oro. Apenas polvo
lamido por los años: tu mortaja”

Abrazos, Salud y felices pascuas, amigo Pablo.

[Simon Abadia]

Es bello y profundo, en la crudeza brilla el poema.
Un abrazo

[Carmen López]

Me encantó el poema, Pablo, la construcción, el vocabulario utilizado que crea un poema potente que desemboca en esos 2 últimos versos finales que suponen un cierre fantástico para el poema.
He disfrutado muchísimo. Felicidades.

Un abrazo.
Carmen

[E. R. Aristy]

Debajo de las ruinas de niñez, en ese tiempo
aterido de sueños imposibles
—mientras una proyección de hielo madre
reflejaba ambivalencia en tus ojos incesantes
y elegías adicciones o el vacío—,
enterraste en secreto tu tesoro,
así la luz de vida no pudiera clarearlo.

Fraguar aquel reflejo en una farsa
fue trampa y salvación. La sed de otros
—cada cual con su belleza y servidumbre,
sus frágiles deseos y dones envidiables—,
arañaba tu esquiva identidad, y decidiste
tu holocausto en el altar de la soberbia:
mentir y enmarañar, después la ceremonia
de odiar y someter, y luego un nuevo ciclo…

El sudor de la edad pudrió la máscara
al punto del hedor infranqueable. Los ojos de los otros
inquirieron la terca verdad a través de las costuras.
Y regresaste a las ruinas ceñudo y confiado,
sabiendo que el tesoro te aguardaba
brillante y perfumado como entonces,
deseante de tus manos como un arma.

Y no encontraste oro. Apenas polvo
lamido por los años: tu mortaja.

Una obra impecable, evocadora del huidizo coincidir del tiempo y la oportunidad. Sin embargo, me sugiere en el final ninguna proeza nos salva de la mortaja. Elegido y loable lenguaje poético, te felicito, Pablo! Felices Pascuas!

[Pablo Ibáñez]

Gracias Víctor,

me alegro que te guste, querido amigo.

Un abrazo y feliz Navidad.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Pilar,

sí, me ha salido durito el poema, qué se va a hacer... Me alegro que te haya gustado.

Feliz Navidad!

[Pablo Ibáñez]

Gracias Ramón,

un honor tu paso y positivo comentario.

Felices fiestas, amigo.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Ferreiro,

un honor y satisfacción tu comentario, amigo. Sí, es duro, negro... En fin, a veces sales así.

Feliz Navidad para ti y para todos los tuyos.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Simón,

me alegra que te haya gustado, amigo.

Feliz Navidad y un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Carmen,

me alegro mucho de que te haya gustado, amiga. Un honor tu valoración sobre el poema.

Feliz Navidad y un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Roxane,

sí, nada ni nadie se salva de la mortaja, ni siquiera Narciso.
Me alegro que te haya gustado.

Feliz Navidad y un fuerte abrazo.