Postración ante la saña del sistema

[Óscar Distéfano]

Postración ante la saña del sistema

Se acumulan las noches del desvelo
mientras juntas valor en la existencia,
porque andando en la dura penitencia
sucumbe poco a poco todo anhelo.

Ello implica seguir como aquel río
de lluvias, de corriente limitada;
ser espejo de aves que en bandada
raudas se alejan del tirano frío.

Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿No basta acaso con que tenaz hiera
de tu ser el fragmento más sensible?

No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

[Rafel Calle]

Postración ante la saña del sistema

Se acumulan las noches del desvelo
mientras juntas valor en la existencia,
porque andando en la dura penitencia
sucumbe poco a poco todo anhelo.

Ello implica seguir como aquel río
de lluvias, de corriente limitada;
ser espejo de aves que en bandada
raudas se alejan del tirano frío.

Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿Acaso no basta con que se hiera
de tu ser el fragmento más sensible?

No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

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Muy bello trabajo, amigo Óscar, que tiene la impagable virtud de ser un soplo de aire fresco en la conceptualidad del endecasílabo. ¡Quién lo iba a decir!, Óscar Distéfano a la vanguardia del verso endecasílabo del tercer milenio, componiendo un soneto que es una clase magistral de técnica rítmico-literaria.
En fin, te veo pletórico, pisando fuerte, por lo que no me queda más que felicitarte.
Abrazos.

[Pablo Ibáñez]

Óscar,

enhorabuena por este soneto de formato inglés. A mí me gusta mucho. La variedad acentual de los endecasílabos le da un encanto muy especial, revela a mi entender un profundo conocimiento de este inmortal tranco versal. La contundencia y elegancia del pareado final me ha recordado a los sonetos de Shakespeare, fíjate lo que te digo. El tema, tratado con elegancia y completitud.

A mí me ha gustado mucho.
Un abrazo.

[Ignacio Mincholed]

Coincido con Pablo, cuando señala la reminiscencia de los pareados finales de Shakespeare en sus sonetos. Esa variación de tres cuartetos, en vez de dos, eliminando los tercetos sustituyéndolos por un pareado que le confiere un final teatral de gran sonoridad.

Los pareados de Shakespeare (muchos mejorables):
…
Pues del mundo no quieres apiadarte,
y ayudas a la tumba a devorarte.

…
Sé pues dulce placer de las mujeres,
mientras mi amigo predilecto eres.

palidecen frente a este tuyo por contundente y bello:

…
No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

Felicidades, Óscar, un abrazo.
Ignacio

[J. J. Martínez Ferreiro]

“Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿No basta acaso con que tenaz hiera
de tu ser el fragmento más sensible?

No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella”

Magnífico, Óscar, este soneto inglés. Tiene un ritmo que le imprime una fuerza inusitad, sobre todo en estas estrofas del cierre. Para enmarcar.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Abrazos y salud.

[Hallie Hernández Alfaro]

Emocionante y logrado, Óscar.
Aplaudo con fuerza tus versos.

Salud y un abrazo.

[Ulises C.J.]

Gran soneto, amigo. No sólo por su técnica, tan depurada, sino por su mensaje, íntimo, tan propio de la emoción que sólo se logra con otra mirada: la del poeta.

[E. R. Aristy]

Postración ante la saña del sistema

Se acumulan las noches del desvelo
mientras juntas valor en la existencia,
porque andando en la dura penitencia
sucumbe poco a poco todo anhelo.

Ello implica seguir como aquel río
de lluvias, de corriente limitada;
ser espejo de aves que en bandada
raudas se alejan del tirano frío.

Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿No basta acaso con que tenaz hiera
de tu ser el fragmento más sensible?

No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

Los expertos en la poesía clásica te aplauden y así es como en parte, consigo apreciar la altura de tu poema.

Es imposible desensamblar la belleza que unifica a tu soneto sin embargo cito aquí lo que para mi es la saña de los sistemas que oprimen al hombre.


"Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿No basta acaso con que tenaz hiera
de tu ser el fragmento más sensible?"




Estos son versos gloriosos, Oscar, mi admiracion y respetos. Un abrazo grande, ERA

[Antonio Arjona]

Es un excelente soneto que aplaudo y destaco de entre sus versos, por lo que tiene de triste, el hecho de que los anhelos tengan que sucumbir, ningún anhelo debiera de ser tocado por ese verbo, lo ideal es que todos pudiéramos verlos cumplidos, pero, como apuntas, hay demasiadas manos ineptas dispuestas a poner barreras.
Me ha encantado leerte, amigo. Quiero entender que lo has plasmado como soneto shakesperiano o inglés, si fuera así, estaría mas ajustado a su composición cambiando los cuartetos por serventesios, de todas las maneras, solo es una apreciación de un aficionado.
Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Poco que añadir a los excelentes comentarios de los compañeros.
Te felicito y agradezco el buen momento creativo en el que estás, todo un regalo para Alaire.

Un abrazo Óscar y salud

[Pilar Morte]

Felicidades por esta genial entrega. Un verdadero disfrute encontrar tu poesía.
Abrazos
Pilar

[Julio Gonzalez Alonso]

Postración ante la saña del sistema

Se acumulan las noches del desvelo
mientras juntas valor en la existencia,
porque andando en la dura penitencia
sucumbe poco a poco todo anhelo.

Ello implica seguir como aquel río
de lluvias, de corriente limitada;
ser espejo de aves que en bandada
raudas se alejan del tirano frío.

Hasta la carne el gólgota insufrible
mancillará con su corona fiera.
¿No basta acaso con que tenaz hiera
de tu ser el fragmento más sensible?

No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

Este soneto inglés, del que me gustan hasta los pareados de cierre (cosa difícil conseguir un buen pareado), me interesa el mensaje que encierra y lo bien construído que está. El segundo cuarteto es magnífico, y el tercero de una belleza entera con esa alusión al sufrimiento de la crucifixión. No es nada fácil hilvanar un soneto donde nada sobre, nada se eche en falta y, además, con las rimas que suenen tan naturales. Enhorabuena. Un abrazo.
Salud.

[Óscar Distéfano]

Muy bello trabajo, amigo Óscar, que tiene la impagable virtud de ser un soplo de aire fresco en la conceptualidad del endecasílabo. ¡Quién lo iba a decir!, Óscar Distéfano a la vanguardia del verso endecasílabo del tercer milenio, componiendo un soneto que es una clase magistral de técnica rítmico-literaria.
En fin, te veo pletórico, pisando fuerte, por lo que no me queda más que felicitarte.
Abrazos.

Me emocionas, compañero. Sabiendo de tu insobornable franqueza, tu comentario me llena de satisfacción y mucha fuerza para el intercambio. Gracias de corazón.

Un abrazo grande.
Óscar

[Óscar Distéfano]

Óscar,

enhorabuena por este soneto de formato inglés. A mí me gusta mucho. La variedad acentual de los endecasílabos le da un encanto muy especial, revela a mi entender un profundo conocimiento de este inmortal tranco versal. La contundencia y elegancia del pareado final me ha recordado a los sonetos de Shakespeare, fíjate lo que te digo. El tema, tratado con elegancia y completitud.

A mí me ha gustado mucho.
Un abrazo.

Gracias, Pablo. Tu opinión siempre es muy importante para mí, pues eres un gran sonetista y un hombre honesto.

Un abrazo desde el sur.
Óscar

[Óscar Distéfano]

Coincido con Pablo, cuando señala la reminiscencia de los pareados finales de Shakespeare en sus sonetos. Esa variación de tres cuartetos, en vez de dos, eliminando los tercetos sustituyéndolos por un pareado que le confiere un final teatral de gran sonoridad.

Los pareados de Shakespeare (muchos mejorables):
…
Pues del mundo no quieres apiadarte,
y ayudas a la tumba a devorarte.

…
Sé pues dulce placer de las mujeres,
mientras mi amigo predilecto eres.

palidecen frente a este tuyo por contundente y bello:

…
No te queda sino mirar la estrella
que lejos impertérrita destella.

Felicidades, Óscar, un abrazo.
Ignacio

Esa comparación me sonroja, amigo. No creo merecer semejante elogio. Lo tomo como un estímulo para vencer las crisis que a cada tanto me acometen. Mil gracias por tu bondad intelectual.

Un abrazo grande.
Óscar