Uno no sabe

[Ramón Carballal]

Uno no sabe qué decirle a la luz.
¿Ave blanca, rayo de amor, bruma
incandescente,
ángel de la claridad?
Uno abre sus ojos y descubre,
una vez más,
el oro limpio, regalo de la luz.
El amarillo es un metal que dora el tiempo,
el día se viste con su capa de fulgor,
la belleza, entonces, abre risueña sus pétalos
y un jardín asoma con su alegría de pájaros.
El sol ha llorado, llora a cada instante,
porque la estrella muere lo mismo que mueren los secretos,
las pasiones y el lento eclipse que somos.
Atardece, la luz recoge su manto
igual que una doncella tímida,
la noche es un ejército salvaje,
un frenesí en llamas,
un decreto de impunidad al que acuden las sombras.
Hay otra luz que reconozco,
luz de bares y faroles,
luz de luna en el río,
palidez en las plazas sin fuente.
Todas las luces son una luz,
y en todas las luces estaré yo,
mientras
aquí
siga.

[Ana García]

Cada momento y cada lugar tiene su propia luz. ¡Hay tantas formas de nombrarla! Las tuyas me han gustado.
Te felicito.
Un abrazo.

[Ricardo Serna G]

Hay otra luz que reconozco,
luz de bares y faroles,
luz de luna en el río,
palidez en las plazas sin fuente.
Todas las luces son una luz,
y en todas las luces estaré yo,
mientras
aquí
siga.

Ramón

La luz
es la prueba
de nuestra existencia
desde que nacimos
se dice que nuestra madre dio la luz
cuando nos enfermamos
no apaguen la luz
y cuando Dios quiera, ojaló no,
lleguemos al final
se cerrará la luz....


Hermoso poema, querido maestro

Un abrazo fuerte
cuídate

[Lunamar Solano]

Dulzura luminosa arrulla en cada verso querido amigo...
Un gusto siempre...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Ramón Carballal]

Cada momento y cada lugar tiene su propia luz. ¡Hay tantas formas de nombrarla! Las tuyas me han gustado.
Te felicito.
Un abrazo.

Gracias, Ana, por leer y comentar. Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Soberbio poema donde la luz es la metáfora de la misma vida y el amor. Un abrazo, Ramón.
Salud.

[Ramón Carballal]

Hay otra luz que reconozco,
luz de bares y faroles,
luz de luna en el río,
palidez en las plazas sin fuente.
Todas las luces son una luz,
y en todas las luces estaré yo,
mientras
aquí
siga.

Ramón

La luz
es la prueba
de nuestra existencia
desde que nacimos
se dice que nuestra madre dio la luz
cuando nos enfermamos
no apaguen la luz
y cuando Dios quiera, ojaló no,
lleguemos al final
se cerrará la luz....


Hermoso poema, querido maestro

Un abrazo fuerte
cuídate

Gracias, Ricardo, por tus amables palabras. Un abrazo, amigo.

[Ramón Carballal]

Dulzura luminosa arrulla en cada verso querido amigo...
Un gusto siempre...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Nancy, por leerme y comentar. Abrazos.

[Pilar Morte]

Qué bien tratas y descifras la luz, sí, un foco para la ceguera. Me gustó mucho. Felicidades.
Abrazos
Pilar

[Ramón Carballal]

Soberbio poema donde la luz es la metáfora de la misma vida y el amor. Un abrazo, Ramón.
Salud.

Gracias, Julio, por tu generoso comentario. Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Uno no sabe qué decirle a la luz.
¿Ave blanca, rayo de amor, bruma
incandescente,
ángel de la claridad?
Uno abre sus ojos y descubre,
una vez más,
el oro limpio, regalo de la luz.
El amarillo es un metal que dora el tiempo,
el día se viste con su capa de fulgor,
la belleza, entonces, abre risueña sus pétalos
y un jardín asoma con su alegría de pájaros.
El sol ha llorado, llora a cada instante,
porque la estrella muere lo mismo que mueren los secretos,
las pasiones y el lento eclipse que somos.
Atardece, la luz recoge su manto
igual que una doncella tímida,
la noche es un ejército salvaje,
un frenesí en llamas,
un decreto de impunidad al que acuden las sombras.
Hay otra luz que reconozco,
luz de bares y faroles,
luz de luna en el río,
palidez en las plazas sin fuente.
Todas las luces son una luz,
y en todas las luces estaré yo,
mientras
aquí
siga.

Esplendorosos versos, Ramon Carballal, simplemente eso, esplendorosos! Aun la noche es oro que sederrite abrasador en las tinieblas y nos cubre su humo negro, su intenso tufo a muerte. Nos dejas un poema brillante, que no ciega, que nos permite ver el alma sensible y bella de La Poesia! Un abrazo, E. R. Aristy

[Alejandro Costa]

"la noche es un ejército salvaje,
un frenesí en llamas,
un decreto de impunidad al que acuden las sombras."

Es muy bueno, Ramón, pero estos versos son dignos de un grandísimo poeta.

Son dignos de tí.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Qué bien tratas y descifras la luz, sí, un foco para la ceguera. Me gustó mucho. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Me alegra que te haya gustado este poema. Abrazos.

[Ramón Carballal]

Uno no sabe qué decirle a la luz.
¿Ave blanca, rayo de amor, bruma
incandescente,
ángel de la claridad?
Uno abre sus ojos y descubre,
una vez más,
el oro limpio, regalo de la luz.
El amarillo es un metal que dora el tiempo,
el día se viste con su capa de fulgor,
la belleza, entonces, abre risueña sus pétalos
y un jardín asoma con su alegría de pájaros.
El sol ha llorado, llora a cada instante,
porque la estrella muere lo mismo que mueren los secretos,
las pasiones y el lento eclipse que somos.
Atardece, la luz recoge su manto
igual que una doncella tímida,
la noche es un ejército salvaje,
un frenesí en llamas,
un decreto de impunidad al que acuden las sombras.
Hay otra luz que reconozco,
luz de bares y faroles,
luz de luna en el río,
palidez en las plazas sin fuente.
Todas las luces son una luz,
y en todas las luces estaré yo,
mientras
aquí
siga.

Esplendorosos versos, Ramon Carballal, simplemente eso, esplendorosos! Aun la noche es oro que sederrite abrasador en las tinieblas y nos cubre su humo negro, su intenso tufo a muerte. Nos dejas un poema brillante, que no ciega, que nos permite ver el alma sensible y bella de La Poesia! Un abrazo, E. R. Aristy

Gracias, ERA, por tu generosidad. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

"la noche es un ejército salvaje,
un frenesí en llamas,
un decreto de impunidad al que acuden las sombras."

Es muy bueno, Ramón, pero estos versos son dignos de un grandísimo poeta.

Son dignos de tí.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Alejandro, por tu amabilidad. Un fuerte abrazo.