Aves de escritorio XI (El revuelo)

[Ricardo López Castro.]

...

[Ricardo López Castro.]

En el preciado tono
de tu voz entre dudas,
dices cosas desnudas
con las que me impresiono.

No es que no me las crea,
tan solo desconfío
del amor que sestea
en ese escalofrío.

El deseo es humano,
y decir que me amas
siempre es lo que proclamas,
pero no está en mi mano.

Tampoco es mi caricia
lo franca que pudiera,
roza y toca a la espera
de lo que ella codicia.

En esta esclavitud
dí, ¿dónde esta el amor?
poseo una virtud
y ningún resquemor.

Hasta cuando te alejes
te tendré, como tú.
Somos tema tabú,
yo seré el no me dejes,
y el último te quiero.

Hoy el vuelo y las aves
son un único canto
que se pierde entre el manto.
No han abierto con llaves
paraísos o infiernos,
han volado tan lejos
que no podemos vernos,
nos quedamos perplejos.

El misterio desciende,
sobrecoge mi alma
hay algo que trasciende,
se asemeja a la calma.

Han estado ahí arriba,
y sus cantos cesaron,
no malgastan saliva,
ni sus plumas dejaron.

He encontrado poesía,
no alcanza mi mirada
ni un revuelo o bandada.
Siento mi alma vacía,
mi cuerpo no es el mismo,
solo una transparencia
que se lleva el abismo.
"La otra vida es la esencia
de este paralelismo."

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo, amigo Ricardo, que esta vez presentas medido y rimado.
Abrazos.

[Ricardo López Castro.]

Gracias miles Rafel.
Abrazos y felicidad, como siempre, amigo mío.