salvaste a Daniel con los leones en la mala cárcel,
salvaste dentro en Roma al señor San Sabastián,
salvaste a Santa Susana del falso criminal.
Cantar de Mío Cid
es anticipar la palabra al firmamento;
una labor comunista, de esos genitales
que arrebata el vientre
a la desnuda forma de un orgasmo.
Si una corneja anuncia deceso de amor
yo me río, pues no hay Dios
que beba dos veces de la misma copa
ni Cid que pueda morir crucificado.
Nos recreamos contando los momentos
que mudamos de piel, no te detengas
ni muerto;
cualquier ventura termina en Valencia
como justos y pecadores.
¿Te has pintado las uñas de azul
Jimena?
Dije que es la única manera
de que me puedas meter un dedo en el culo;
cuando lo cierto es que hoy,
tengo muchos jeans
y poco tiempo para gastarlos.
Roger Nelson
elPrior