! Oh, imagen cruel de MIguel Hernández tu sangre hiriente!

[Javier Dicenzo]

¡Oh, imagen cruel de Miguel Hernández tu sangre hiriente!
A Rafel Calle.

¡Oh, imagen sangrienta de los infiernos de parís y de España!
¿Dónde estás poeta de las menguantes letras heridas y perdidas….?
Espina de un día elegido en el más allá de una lagrima en la daga.

La muerte, la muerte huye de los pájaros heridos por prados de sentires…

¡Oh, donde morir como Miguel, en la mendicante palabra fugaz!

No sé, no sé por qué las cartas llegan a mi celda prisionero de la nada.

Murmura, el mundo, murmura que soy el etéreo, el primero y el último soñador.

Hambruna de amor, y pirata prohibido de bocas y sectas de cuchillos en los espejos.

¡Oh, Borges, ciego, ciego como los laberintos que se llenan de fantasmas!

¡Oh, imagen cruel de Miguel Hernández tu sangre hiriente!

Clama, la fauna marina, por el mundo, por el dolor penetrante en la muerte y en el día…

¡Hoy me sobran las ventanas que dan a tu patio sangriento y ese corazón!

Miraré el cenital prohibido de las manos santas, y el cruel vestigio de los ilesos días…

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Javier, te agradezco la dedicatoria en tu hermoso trabajo.
Abrazos.