El tiempo y la espera

[jose manuel saiz]

EL TIEMPO Y LA ESPERA


Se vive esperando cosas.
Siempre se espera algo.
En lo esperado
el ahora se hace largo, corto
o se detiene; pero el tiempo
no es la espera. Esperar
es otra cosa.

«Mañana voy a verte»
–me dijo.
¿Mañana? Un simple día
se puede hacer eterno.
Por eso
me enfrenté a la ansiedad
como hacen los santones:
aislándome del flujo y el influjo
de las horas.

El tiempo se hizo breve
y grato en ese estado;
tanto, que hasta el tictac de mi reloj
lo consideré un diálogo, ameno,
de dos pájaros.

Pero ella nunca vino, nunca
quiso verme.
El hoy es el mañana
de ayer tras esa espera (y yo,
que he vuelto del nirvana, no oigo pájaros,
ni cantos de sirenas).

Aún la espero.
La expectativa de hoy es otra: Viene,
se desvanece y duele; y, al instante,
vuelve a comparecer y calma.
Es una goma que dilata
y encoge nuestra mente.
Y es que el tiempo
no es la espera. Esperar
es otra cosa: En un rosario
versátil de emociones;
un suceso de luces y de sombras.
Es cuando ella me dice voy a verte
sabiendo, con certeza, que no viene.


--oOo--

[Simon Abadia]

Como dices bien, toda la vida esperamos algo
y no nos damos cuenta que, el mañana, es una espera larga.
Buen poema.
Un abrazo,

Abadia

[F. Enrique]

Tienes una forma tan convincente de explicar las cosas que engancha y lo haces con una voz amiga, cercana y con la sutil melancolía de quien sufre tiernamente. Esa espera es la que solivianta a todo aquel que ama, la que alarga los minutos y ensancha las esferas, la que no deja pensar en otra cosa que aquella que es la causa por la que sufrimos.

Un abrazo.