Editorial Alaire

A menudo nos crecen los enanos
gigantes disfrazados de Goliat,
nos abaten con piedras y una honda
y se ahogan los sueños en la mierda.

Al igual que el mismísimo David
adornan sus vitrinas con trofeos,
al tiempo yo abrillanto mis fracasos:
oro y plata y recuerdos de familia.

Tiré a la basura muchas cosas,
alguna incluso buena y fui a pique.
“No me arrepiento”, dicen los valientes,

y por qué presumir de valentía
si todos en la vida alguna vez,
hemos perdido y muerto por cobardes.

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Un precioso recorrido interior y reflexivo querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hermoso soneto, amiga Antonia, que presentas en endecasílabos heroicos y melódicos bien medidos, además, dejas detalles muy interesantes como el hiato del tercer verso, la construcción del noveno y el décimo, la acentuación del último...
Felicidades.
Abrazos.

Ya te dijeron la calidad del soneto, yo lo disfruto y manifiesto el acuerdo con el fondo del mismo.
Un placer leerte.
Abrazos
Pilar

La rotunda belleza de unos versos no está reñida con la contundencia, el puño cerrado o el golpe en la mesa del mensaje como es el caso de este soneto prodigioso. Por eso hablamos de la grandeza de la poesía, querida amiga.
Saludos afectuosos, admirada poetisa

Estos poemas tuyos que nos hablan del fracaso y los perdedores, del triunfo de su dignidad por encima de los montones de mierda.

Todo un placer de lectura, señora Antonia.

Un biquiño.

Yo, el verso final lo cambiaría por "la hemos cagado por cobardes", pero me imagino que jodería el soneto entero, jajja
Y sí, Toñita, así es, quien diga que no se arrepiente de nada en su vida es un gilipollas o, en su defecto, tiene la sabiduría de un caracol One, compi.

Excelente soneto, Antonia:

Sabiduría y belleza.

Qué grandes verdades dices...

Un beso enorme
Felicidades
Ana

Si se tienen cualidades se puede escribir verso libre o rimado, el resultado siempre es bueno. Felicidades por tu poema. Un abrazo.

A la enana que no me la toquen, je je, que come de to.
Vaya soneto que te has marcado. Seguiremos muriendo poco a poco... Alguna ventaja tiene que tener eso de no ser tan valientes.
Un abrazote, Antonia, y felices fiestas.