Literarios, es nuestro momento.
He llegado hasta aquí gracias a miles que se hacían cruces conmigo
-No hablo de copular pensando en mí. No, por Dios.-
Me refiero en concreto a todos y todas los que intentáis etiquetar mi estilo.
El nunca visto.
No afirmo que la Tierra es plana.
Ni soy un blasfemo, o un hereje.
Quizá me haya aferrado a una idealización sobre su intelecto.
O sobre Dios -Qué sé yo, si ni siquiera respondo a la gran parte de los comentarios sobre mi ¿poesía?-
Dudo que pueda catalogarse algo cuando proviene de una persona irracional, tormentosa y caótica.
Hacer de tripas corazón.
Convertir mis ¿defectos? en ¿virtudes- ¿Para quién? Si de una forma u otra intentan tod@s cambiarme. Los compadezco.-.
En persona gano mucho.
Cierto.
Pero de perfil o de refilón.
He visto a muchos ignorantes mirándome por encima del hombro, o de arriba a abajo, o incluso sonriéndome, o incluso poniendo muecas, o enfatizando sus tertulias grupales -Esto último resulta relevante. Seguro que todos intentan cambiarme. La felicidad conmigo dura solo un tiempo entre poemas.-.
No me fío ni del Tato.
Me las han aplicado muchas veces.
Yo también hice mis pinitos.
Ahora no solo engaño y manipulo a mi madre, a mi padre y a mi hermano y a mi abuela.
Ahora podría sentirme agradecido ardiendo en una cruz.
¿A ojos de quién puto quién todo yo sería una calumnia?
Me guío por suposiciones, y por lo que me pide el cuerpo.
Hay días que parecen interminables.
Debo ser el primero en tomar conciencia del sentido de sus actos.
Pero no vayamos a convertir esto en una paranoia.
Ustedes se contagian de las modas -Con modas no me refiero a vestir pantalones para enseñar nalgas ni nada de eso.-,
de los ilustres pensamientos que no han cambiado nada -Dicho de otra forma, la moda es lo que les cambia.-,
mientras Yo me llevo la palma idealizándome.
"Esto es, se encuentran ante la moda más jodida que ha podido existir."