Contra el olvido

[John Garlic]

Como un río entre rejas
el tiempo se estancó, pudriéndose,
cuando del mar murió su rumor
y los días y las noches adquirieron el color
de la ceniza y las calles también
y los rostros y las cosas todas.
Ocurrió entonces, que la sombra
de una cruz como un yugo estridente,
lo era todo aplastando las palabras
y dejando que los bares y las casas
se abandonasen al olvido de la vida.
Durante el verano, antes de que la nada
todo lo invadiera, solo los niños
parecían mariposas de colores
y en las afueras, como lenguas cercenadas,
yacían cuerpos y más cuerpos en sus márgenes,
únicamente esperando, tenazmente
preguntando quién purgará de esta historia
el hedor del atroz tajo.

Cuando los camaleones comenzaron
a devorar el vuelo de las mariposas,
un espejismo de vientos nuevos
se adueñó de la nada,
apagando de la palabra su júbilo.
Pero los nuestros, habitantes de los márgenes
que aterran a las abyectas sombras
de la historia y a los que solo dialogan
con el filo metálico de la nieve,
después de todo
siempre fueron frondosas presencias
en la memoria y, como caracolas
conteniendo todos los mares,
hoy siguen navegando
por la espesura tenaz de la esperanza
en busca del amor del aire.

[Lunamar Solano]

Instantes que iluminan y permanecen; que marchan y sellan el tiempo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Armilo Brotón]

Un bello poema Garlic, me gusto lo que dices y cómo lo dices.
Un saludo

[Pilar Morte]

Hermoso poema. Me gustó su fondo y forma.
Abrazos
Pilar

[E. R. Aristy]

Hay mucha violencia en estos depurados versos, Garlic. Mucha rabia y dolor. Hay un odio profundo. Es un poema desesperado, sin esperanzas.

"Como un río entre rejas
el tiempo se estancó, pudriéndose,
cuando del mar murió su rumor
y los días y las noches adquirieron el color
de la ceniza y las calles también
y los rostros y las cosas todas.
Ocurrió entonces, que la sombra
de una cruz como un yugo estridente,
lo era todo aplastando las palabras
y dejando que los bares y las casas
se abandonasen al olvido de la vida.
Durante el verano, antes de que la nada
todo lo invadiera, solo los niños
parecían mariposas de colores
y en las afueras, como lenguas cercenadas,
yacían cuerpos y más cuerpos en sus márgenes,
únicamente esperando, tenazmente
preguntando quién purgará de esta historia
el hedor del atroz tajo.

Cuando los camaleones comenzaron
a devorar el vuelo de las mariposas,
un espejismo de vientos nuevos
se adueñó de la nada,
apagando de la palabra su júbilo.
Pero los nuestros, habitantes de los márgenes
que aterran a las abyectas sombras
de la historia y a los que solo dialogan
con el filo metálico de la nieve,
después de todo
siempre fueron frondosas presencias
en la memoria y, como caracolas
conteniendo todos los mares,
hoy siguen navegando
por la espesura tenaz de la esperanza
en busca del amor del aire."

[Pablo Rodríguez Cantos]

Hola, John. Poco a poco me voy acostumbrando a tu personal estilo. Creo que este poema es uno de los que mejor he podido recibir. Saludos.