Amigo Leonard

[Luis M]

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Sí, amigo Leonard, no te enfades,
en realidad te utilizamos vilmente.
Ni siquiera nos gustaba demasiado tu música
(éramos más de Mercury y luego de Strummer)
Aunque sí, no lo niego, nos eras útil
para resquebrajar los diques delgados
y suicidas de las chicas en esa edad que a las chicas
se les comienzan a desbordar
los ríos de verano, como los nuestros
-igual de insistentes y furiosos que los suyos-
Sí, Leonard, solo eras una herramienta más,
un destornillador que sacaba los tornillos
sin apretar de aquellos escudos invisibles
sobre su piel y sus muros de algodón ajustados.
Pero no, no te compares al vómito dulcemetálico
de esas guitarras insolentes
o a la arritmia que nos regalaban las salvajes baterías.
Tu voz, vale, tu voz era especial, (el tocadiscos
la arrojaba como un bisturí de estrellas
permitiendo inocular su droga
intravenosa en nuestros cuerpos)
Y sí, también es cierto que se mezclaba
con el oro marchito de la coca-cola seca
y con el atlas de semen muerto,
más alguna lágrima de adorno
descuidada, sobre el viejo colchón común
de aquel piso encima de la carnicería.
Pero te repito, tampoco te las des de importante;
porque tú sabes que todo eso en el fondo
era mentira, que casi todo es mentira.
Entonces tú ya sabías que la juventud
es un tigre hambriento con el corazón de peluche,
y la poesía, la flor fugaz que destila la tormenta,
la jodida gravedad de cierta raza de inadaptados.
Y es que tú, tú y tu música
os quedasteis pegados a mí junto al humo
de esas paredes (hoy seguro repintadas
una docena de veces), y también la tela
de ese sofá y ese par de sillones cómplices
que acabaron sus días en cualquier basurero
que probablemente ya tampoco existe.
Y después, después vinieron otras notas,
otros pisos, otros muros, otros demonios...
Universos que surgían,
se expandían y chocaban entre sí,
incontables universos, que implosionaban
y luego se transformaban o se apagaban para siempre
(llevándonos a nosotros con ellos)
¿Recuerdas cuando nos crecían pantallas
con fondos de mar y colores imposibles
en la mirada, hasta que se fundía la última bombilla,
el último fusible de la luna de turno?
¡Qué puta broma debe ser la vejez, compañero!
Y hoy, con mis botellas de metáforas
resistiendo estoicas y en fila en la nevera,
y en pleno aperitivo de la derrota final,
debo reconocer que cuando un día
alguna emisora o la tele vierten tu canción,
tu voz, al aire,
jóder, se me congela y me arde a la vez
algún líquido desconocido que llevo en el cuerpo.
Pero ya te digo amigo, tampoco te lo creas,
que no eres el único; aunque eso sí,
no lo dudes, viejo cabronazo,
... tú, Leonard, eres uno de ellos.

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[Marisa Peral]

Genial manifiesto juvenil, tocayo.
Para mí Leonard sí, Barry White ni loca.
Me gustan tus decires.
Felicidades y un abrazote.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Magnífica entrega, Luis. Me atrevo a decir que es uno de tus mejores poemas, esta carta a Leonard Cohen plena de brillantes metáforas, bombas de sensibilidad evocadora de su música... y de aquellos años.
También un acierto el tono sesgado con que sentía la música de Cohen el rockero de raza guitarrera.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un muy fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Magnífico poema, querido amigo, de esos que gusta releer porque te introduce, con belleza, en un tiempo que, con alguna variante, todos hemos vivido. Tus versos atrapan y no queda más remedio que releer, como he hecho yo. Felicidades, para mi gusto un gran poema.
Abrazos
Pilar

[Jorge Salvador]

Leonard era uno de ellos y era todos ellos a la vez. Tengo ahora mismo sonando a todo trapo "Take this waltz", qué maravilla. Un señor de la música, una voz infinita, única. Le descubrí tarde, pero la primera vez que escuché su voz quedé cautivado y hasta hoy. Suerte que la tecnología ha inventado formas de guardar la música para siempre, pues todos sus elepés se me rayaron de tanto escucharlos.
El poema es inmenso, sencillamente magnífico, todo un gran homenaje a su inolvidable figura. Leyéndolo me parecía estar viéndole encima del escenario con esa parsimonia suya que lo envolvía todo.
Mi más sincera enhorabuena amigo. Tu poesía es agua fresca.
Un fuerte abrazo

[Rosa Marzal]

Hay instantes cruciales en nuestras vidas asociados a una canción, a una música determinada que, cuando volvemos a escucharlos, su duende se apodera de nosotros y nos hace revivir en la memoria todo un universo que creíamos perdido para siempre. Yo también descubrí tarde a Leonard Cohen, pero me fascina su voz y su música.

Felicidades por este magnífico poema, querido amigo.

Abrazos.

[Marius Gabureanu]

Un homenaje excelente, querido amigo, y esa forma de reproche para iniciarlo me parece muy atractiva, de hecho poco a poco desnudas tu alma en los versos, el poema trata de la complejidad de nuestra vida y de las otras vidas que quisiéramos tener. Muchos abrazos, Luis.

[Luis M]

Genial manifiesto juvenil, tocayo.
Para mí Leonard sí, Barry White ni loca.
Me gustan tus decires.
Felicidades y un abrazote.

Muchas gracias, Marisa. Un gran abrazo, tocaya.

[Luis M]

Magnífica entrega, Luis. Me atrevo a decir que es uno de tus mejores poemas, esta carta a Leonard Cohen plena de brillantes metáforas, bombas de sensibilidad evocadora de su música... y de aquellos años.
También un acierto el tono sesgado con que sentía la música de Cohen el rockero de raza guitarrera.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un muy fuerte abrazo.

Muchas gracias, Ferreiro, me alegra mucho que te gustara este poema. Un abrazo, querido amigo.

[Luis M]

Magnífico poema, querido amigo, de esos que gusta releer porque te introduce, con belleza, en un tiempo que, con alguna variante, todos hemos vivido. Tus versos atrapan y no queda más remedio que releer, como he hecho yo. Felicidades, para mi gusto un gran poema.
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. Abrazos, querida amiga.

[Luis M]

Leonard era uno de ellos y era todos ellos a la vez. Tengo ahora mismo sonando a todo trapo "Take this waltz", qué maravilla. Un señor de la música, una voz infinita, única. Le descubrí tarde, pero la primera vez que escuché su voz quedé cautivado y hasta hoy. Suerte que la tecnología ha inventado formas de guardar la música para siempre, pues todos sus elepés se me rayaron de tanto escucharlos.
El poema es inmenso, sencillamente magnífico, todo un gran homenaje a su inolvidable figura. Leyéndolo me parecía estar viéndole encima del escenario con esa parsimonia suya que lo envolvía todo.
Mi más sincera enhorabuena amigo. Tu poesía es agua fresca.
Un fuerte abrazo

Muchas gracias, Ramón, eres muy amable para con mis intentos. Un fuerte abrazo amigo.

[Luis M]

Hay instantes cruciales en nuestras vidas asociados a una canción, a una música determinada que, cuando volvemos a escucharlos, su duende se apodera de nosotros y nos hace revivir en la memoria todo un universo que creíamos perdido para siempre. Yo también descubrí tarde a Leonard Cohen, pero me fascina su voz y su música.

Felicidades por este magnífico poema, querido amigo.

Abrazos.

Muchas gracias, Rosa, yo lo descubrí pronto pero lo dejé en la "nevera" muchos años, hoy aprecio más su música y sus letras.
Un abrazo, querida amiga.

[Luis M]

Un homenaje excelente, querido amigo, y esa forma de reproche para iniciarlo me parece muy atractiva, de hecho poco a poco desnudas tu alma en los versos, el poema trata de la complejidad de nuestra vida y de las otras vidas que quisiéramos tener. Muchos abrazos, Luis.

Muchas gracias, Marius, y sí, el poema trata de este artista y también de nuestra vida en general. Un abrazo, querido amigo.

[Armilo Brotón]

Luisito, Luisito ¡qué picarón eres, la hostia! La cara te delata, por eso no quieres mostrala en tu avatar. Ahora entiendo por qué haces poesía y te salen estos versitos tan lindos. Mi enhorabuena por tener las cosas claras en poesía, no todo el mundo es tan sincero. También te felicito por el poema, viejo.
Un gran abrazo

[Ana García]

He leído varias veces este poema y cada verso tiene varias interpretaciones.
Con cada poema creces más. Si el anterior es bueno, el siguiente es mejor. Te confieso que al principio me gustaba más cuando te leía en comentarios o debates. Yo pensaba que ese era tu fuerte. Ahora Veo tu nombre y voy derechita. Has creado adicción, jaja.

Tremenda esta parte del poema:
nos eras útil
para resquebrajar los diques delgados
y suicidas de las chicas en esa edad que a las chicas
les comienzan a apretar
los ríos de verano, como los nuestros,
igual de insistentes y furiosos que los suyos.

Un abrazo, compañero.