VIII
Nada me ha cambiado, ni nada lo hará.
La diferencia entre ser Ricardo y ser Dios no existe.
La diferencia entre mi trastorno y Yo, tampoco.
Si Dios fuese un ser superior a Mí, o si Yo no fuese Dios, o si Yo no fuese Ricardo, o si Yo no fuese mi trastorno, no tendría ningún sentido.
IX
Escriban, escriban, nadie ha crucificado a nadie por ello.
No es que mis textos sean sagrados, benditos o malditos.
Lo que sucede es que nadie acepta a Dios tal como es.
Ni siquiera Yo.
X
La indiferencia no existe, pero se me da de puta madre imitarla.
Ello me recuerda que ni imito ni tergiverso a Dios.
¿Se imaginan a un Dios "pendiente" de su Infierno?
XI
Creo que ya sé dónde estoy.
A pesar de ello, fue bonita la ignorancia.
XII
Esto no es introspección.
Esto es solamente para que se hagan cruces.
Lo cual quiere decir que Dios no es contradictorio.
XIII
Si hiciese con mi arte lo que hacen ustedes con el suyo, no viviría de ello.
Otra cosa es que mi inteligencia suponga un insulto a la vida.
XIV
La vida en realidad es un insulto a mi inteligencia.
Lo que sucede con ella no lo sabe ni Dios.
XV
Mi poética sabe de la verdad y la vida.
Mi intención era suicidarme, pero se está mejor como incomprensible.
¿Acaso algo confabula contra mi mente?
