Viacrucis (8): Jesús es ayudado por el Cireneo

[Pablo Rodríguez Cantos]

Viacrucis poético
Octava estación: Jesús es ayudado por el Cireneo a llevar la cruz

Un amor hacia todo me atormenta
(Miguel Hernández, El rayo que no cesa)

Centro de colosal algarabía,
pandemonio de lúbricos rapsodas;
ávido de escuchar las voces todas
en una inabarcable sinfonía,

es tanto el resistir que tu energía
se anula. Anacrusis. Cuerpo. Codas
y cadencias. Plegados a las modas
o forma sin auténtica poesía.

No se puede cubrir todo el camino,
forzado o voluntario, sin alguno
que acompañante empuje o que preceda.

Manzanas robarás del cruel destino
mientras hombre y titán van de consuno
portando tu final por la vereda.

[Lunamar Solano]

Más profundidad y reflexión aún acuden a tu sensible mirada querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Alejandro Costa]

Viacrucis poético
Octava estación: Jesús es ayudado por el Cireneo a llevar la cruz

Un amor hacia todo me atormenta
(Miguel Hernández, El rayo que no cesa)

Centro de colosal algarabía,
pandemonio de lúbricos rapsodas;
ávido de escuchar las voces todas
en una inabarcable sinfonía,

es tanto el resistir que tu energía
se anula. Anacrusis. Cuerpo. Codas
y cadencias. Plegados a las modas
o forma sin auténtica poesía.

No se puede cubrir todo el camino,
forzado o voluntario, sin alguno
que acompañante empuje o que preceda.

Manzanas robarás del cruel destino
mientras hombre y titán van de consuno
portando tu final por la vereda.

Tienes mucho estilo y trabajas muy bien el soneto.
Es muy bueno, como todo lo que te leo.
Por cierto, veo que utilizas varios versos de Miguel Hernández como puerta a tus poemas. Es con mucha diferencia mi poeta predilecto.
Un abrazo.

[Pablo Rodríguez Cantos]

Gracias, Nancy, Alejandro.

Por cierto, veo que utilizas varios versos de Miguel Hernández como puerta a tus poemas. Es con mucha diferencia mi poeta predilecto.

Sí, en este Viacrucis muchos epígrafes son de Miguel Hernández. Realmente yo aprendí a escribir sonetos al leer una y otra vez, cuando era jovencillo, "El rayo que no cesa" en una antigua edición de Espasa Calpe - colección Austral que había en mi casa —y que todavía conservo— y que incluía también la versión "El silbo vulnerado". Saludos.