El cuco dio la hora

[Pilar Morte]

Son las doce de la noche,
el cuco cambia el cansancio del día
y se asoma al silencio.
Es la hora de abrir las cartas
que lacró el destino.
Pienso en el secreto que rodea el mundo,
en la ceniza que dejó el hambre,
en el verso que recoge los sueños idos,
en el refugio de los que heredaron el vacío.

No me queda un tercio de vida
y aquí estoy, mirando las manos
por donde discurre el agua
con la que bauticé el futuro.

No es la voluntad
la que transmite y se cuela por la piel,
porque hay versos en la mirada que engañan,
lágrimas que no saben hablar.
Es ambiguo el verso
que solo tú comprendes porque es hijo de la sangre,

y torpe el paso
que no sabe mirar lejos de su ombligo,
e incierta la voz que nos hizo.

Interrogantes pueblan el aire
y llenan la mochila, que guarda agua bendita
con la que bautizar el pensamiento.
Pero mirar el mundo delata
y deja la ansiedad lamiendo el alma.

[Lunamar Solano]

Intenso el instante del silencio que nutre tan vívidamente tus versos querida amiga... cautiva su fluir introspectivo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Pilar Morte]

Intenso el instante del silencio que nutre tan vívidamente tus versos querida amiga... cautiva su fluir introspectivo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, querida amiga, por dejar tan gratas palabras.
Abrazos
Pilar

[Marimar González]

Bello y profundo este poema que nos alcanza y nos hace meditar.
Saludos, Pilar.

[Guillermo Cumar]

Cada vez que te leo siento más esa frescura tuya de decir loq ue te paso, lo que sientes lo que pasa y pesa, lo que
marca la hora de ese tercio que te queda.
Un abrazo

[Alejandro Costa]

Son las doce de la noche,
el cuco cambia el cansancio del día
y se asoma al silencio.
Es la hora de abrir las cartas
que lacró el destino.
Pienso en el secreto que rodea el mundo,
en la ceniza que dejó el hambre,
en el verso que recoge los sueños idos,
en el refugio de los que heredaron el vacío.

No me queda un tercio de vida,
y aquí estoy, mirando las manos
por donde discurre el agua
con la que bauticé el futuro.

No es la voluntad
la que transmite y se cuela por la piel,
porque hay versos en la mirada que engañan,
lágrimas que no saben hablar.
Es ambiguo el verso
que solo tú comprendes porque es hijo de la sangre.

y torpe el paso
que no sabe mirar lejos de su ombligo,
e incierta la voz que nos hizo.

Interrogantes pueblan el aire
y llenan la mochila, que guarda agua bendita
con la que bautizar el pensamiento.
Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma.

Precioso.

"Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma."

Estos versos, un espectáculo.

Un besazo.

[Pilar Morte]

Bello y profundo este poema que nos alcanza y nos hace meditar.
Saludos, Pilar.

Gracias, querida amiga, por venir y dejar tus gratas palabras.
Abrazos
Pilar

[Cecilia Martos]

No es la voluntad
la que transmite y se cuela por la piel,
porque hay versos en la mirada que engañan,
lágrimas que no saben hablar.
Es ambiguo el verso
que solo tú comprendes porque es hijo de la sangre.


Intenso, profundo, de esos poemas que calan hondo, me ha gustado muchísimo, todo un placer leerte, un fuerte abrazo querida Pilar.

Cecilia

[E. R. Aristy]

Son las doce de la noche,
el cuco cambia el cansancio del día
y se asoma al silencio.
Es la hora de abrir las cartas
que lacró el destino.
Pienso en el secreto que rodea el mundo,
en la ceniza que dejó el hambre,
en el verso que recoge los sueños idos,
en el refugio de los que heredaron el vacío.

No me queda un tercio de vida,
y aquí estoy, mirando las manos
por donde discurre el agua
con la que bauticé el futuro.

No es la voluntad
la que transmite y se cuela por la piel,
porque hay versos en la mirada que engañan,
lágrimas que no saben hablar.
Es ambiguo el verso
que solo tú comprendes porque es hijo de la sangre.

y torpe el paso
que no sabe mirar lejos de su ombligo,
e incierta la voz que nos hizo.

Interrogantes pueblan el aire
y llenan la mochila, que guarda agua bendita
con la que bautizar el pensamiento.
Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma.

Un hermoso y profundo poema al miedo, la duda, las interrogantes que , francamente no se pueden contestar en lo caduco, pero, cuando se pierde éste plano amezante, fiero, indiferente o lo que es peor, manipulador. Me ha parecido tu poema diciente sobre las preguntas de una persona madura: "Interrogantes pueblan el aire
y llenan la mochila, que guarda agua bendita
con la que bautizar el pensamiento.
Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma"


Me gustó mucho esa agua que bautiza al futuro que se escurre entre los dedos y luego bautiza al pensamiento. El bautismo es un gran símbolo de volver a la vida como hombre nuevo. Te felicito, Pilar. Abrazos, ERA

[Ramón Carballal]

Bello y reflexivo poema, Pilar. Unos versos que llegan a lo hondo. Felicidades y un beso.

[Jerónimo Muñoz]

¡Qué gran talento, Pilar, qué gran talento! No solo muestras tu exquisita sensibilidad, sino tu dominio retórico, tu ingenio, tu excelencia.
Desde la templanza de mi Málaga y de mi vida, recibe mi felicitación y mi abrazo.
Jerónimo

[Alonso Vicent]

Y, sin embargo, seguimos mirando el mundo; de frente, de soslayo, de entre horas.
Precioso poema, Pilar, para un atardecer como el de ayer, como el de mañana, para ahora mismo.
Un abrazo.

[Rafel Calle]

Tan bello como emotivo poema, amiga Pilar. Realmente, estás, tu poeta está en un momento álgido. Ay, la poesía, es un asidero ideal cuando no queda otra cosa que lamentaciones. La poeta acude a mitigar los sinsabores de su parte de mujer, ahora luchando por recomponer su armazón.
Felicidades.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Cada vez que te leo siento más esa frescura tuya de decir loq ue te paso, lo que sientes lo que pasa y pesa, lo que
marca la hora de ese tercio que te queda.
Un abrazo

Gracias, querida amiga, por detenerte en el poema y dejar tu amable palabra.
Abrazos
Pilar

[Pilar Morte]

Son las doce de la noche,
el cuco cambia el cansancio del día
y se asoma al silencio.
Es la hora de abrir las cartas
que lacró el destino.
Pienso en el secreto que rodea el mundo,
en la ceniza que dejó el hambre,
en el verso que recoge los sueños idos,
en el refugio de los que heredaron el vacío.

No me queda un tercio de vida,
y aquí estoy, mirando las manos
por donde discurre el agua
con la que bauticé el futuro.

No es la voluntad
la que transmite y se cuela por la piel,
porque hay versos en la mirada que engañan,
lágrimas que no saben hablar.
Es ambiguo el verso
que solo tú comprendes porque es hijo de la sangre.

y torpe el paso
que no sabe mirar lejos de su ombligo,
e incierta la voz que nos hizo.

Interrogantes pueblan el aire
y llenan la mochila, que guarda agua bendita
con la que bautizar el pensamiento.
Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma.

Precioso.

"Pero mirar el mundo delata,
y deja la ansiedad lamiendo el alma."

Estos versos, un espectáculo.

Un besazo.

Gracias, querido amigo, por asomarte a estos versos y dejar tu grata palabra.
Abrazos
Pilar