intentando explicar la geografía del silencio

[Marius Gabureanu]

Inventando excusas que hagan de acróbata
por el hilo de la razón
y terminar en una historia de sospechas injustificadas,
simplemente no representa mi craneo.
Perdona que te he exigido maquillarte de geisha,
me deslumbra el terremoto que sólo la niebla percibe,
los bisontes y su melena helada
que hace una pista de patinaje del olvido.
Le hago fotos a mi soledad a diario
y ella se muestra muy coqueta.
A veces posa en minifalda, y siento que,
por ejemplo, la palabra roble no existe.
Que hay una traición en despegar los labios,
un ser oculto, desobediente al abecedario de la luz,
un ser que menciona luz y sangre en la misma palabra.
Estás despierta, amor?
Yo sólo soy una colmena de adioses
que, sobre tu piel, encuentra el néctar indisoluble,
y zumbo y me enveneno de sombra
sobre tu piel abierta como pétalos tardíos
de una flor ya arrancada de raíz.
Sigue durmiendo, amor, mientras se nos acercan
los caballos en llamas del amanecer.
No quieras montarte en esta despedida, mejor duerme.

[Rosa Marzal]

La geografía del silencio tiene demasiados recovecos, es compleja y extensa, y se resiste a fluir a los labios, porque no le es posible verse totalmente reflejada en el espejo de las palabras.

Magnífico poema, querido amigo.

Abrazos.

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias, querida amiga, por hacer sentida tu presencia en mi espacio. En la arena de mi soledad hay pocos nombres que resisten
y, el tuyo, es uno de los que moldean mi forma de pensar y de sentir, a la hora de escribir. Muchos abrazos, Rosa.

[Antonia Mauro]

Qué bueno Marius!

Hay que leer muchas veces para saborear cada uno de los versos.
El hilo de la razón, de la sinrazón a veces.

Funambulistas sin red somos a veces.

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias, querida amiga, por hacer sentida tu presencia. La razón y la sinrazón son el mismo hilo, creo, lo que pasa es que nos hacemos dueños de demasiadas sombras.... yo qué sé ... ahora, que me dijiste que te gusta la música, escucho Dear father, de Laura Bretan, canción que compite para representar Rumania al concurso de Eurovision. Me gusta, me despierta recuerdos de mi hija. Y su rostro se parece al de mi hija. Abrazos.

[Ara López]

Definitivamente nos has ofrecido una geografía digna de ser recorrida y estudiada muchas veces. ¡Qué versos tan maravillosas! Plagaste mi mente de imágenes y preguntas.

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias, Ara, por leer y dejar huella, Me alegro que te ha gustado. Mis abrazos sinceros.

[Begoña Egüen]

Inventando excusas que hagan de acróbata
por el hilo de la razón
y terminar en una historia de sospechas injustificadas,
simplemente no representa mi craneo.
Perdona que te he exigido maquillarte de geisha,
me deslumbra el terremoto que sólo la niebla percibe,
los bisontes y su melena helada
que hace una pista de patinaje del olvido.
Le hago fotos a mi soledad a diario
y ella se muestra muy coqueta.
A veces posa en minifalda, y siento que,
por ejemplo, la palabra roble no existe.
Que hay una traición en despegar los labios,
un ser oculto, desobediente al abecedario de la luz,
un ser que menciona luz y sangre en la misma palabra.
Estás despierta, amor?
Yo sólo soy una colmena de adioses
que, sobre tu piel, encuentra el néctar indisoluble,
y zumbo y me enveneno de sombra
sobre tu piel abierta como pétalos tardíos
de una flor ya arrancada de raíz.
Sigue durmiendo, amor, mientras se nos acercan
los caballos en llamas del amanecer.
No quieras montarte en esta despedida, mejor duerme.

Muy bello poema, estimado amigo, Marius, está colmado de sorprendentes metáforas. Enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Pablo Ibáñez]

Marius,

siempre sorpresa y humanidad latente en tus poemas, amigo. A mí me gustan mucho.

Un abrazo.