Escasa definición de la luz

[Marius Gabureanu]

Amor, cuántas noches
hemos editado el olvido
borrando sus estigmas de nieve,
sus pisadas sobre el hielo de un beso,
y, abreviando el vidrioso temblor
de los seres inconexos que nos patrullan,
hemos conseguido palidecer juntos...
Nuestros cuerpos eran latigazos de la lujuria.
Amor, no hay más verdad que la que te ofrece
destrozar los recuerdos.
No seas tímida, deja que los amaneceres tengan cartas sin leer
y las hormigas sigan su marcha hacia la chimenea encendida
porque ellas se incineran de vivas, según tus besos.
Te había advertido que, la luz que más hiere
es la de un fuego vislumbrando falta de abrazos
y por las grietas insensibles a su origen
entra lo que ha de extinguirse.
Tú aplastabas la primera hormiga de la fila
para que las otras quedaran desorientadas
como si pudieras borrar la s de la soledad
y quedar con muchas letras sin significado.
Y las llamábamos por su nombre completo,
las llamábamos hierro de sombras.
No tapes las grietas, murmurabas después de eyacular sobre tu piel
sabiendo que las miradas sucias
nacen de la obediencia.
Mientras hojeábamos la biblia del polvo.
Mientras sobre tu piel brillante como versos ateos
la ceniza de las hormigas dibujaba
una luz agresiva, una luz
que pertenece al primer intento de caminar de los recién nacidos.

[Rosa Marzal]

Un poema muy potente en sus imágenes, donde la luz de la memoria parece encontrar la materia en la que proyectarse y revivir.

Excelente de principio a fin. Me ha gustado mucho.

Mis aplausos, querido amigo.

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias, Rosa, por hacer sentida tu presencia en mi espacio. A mí me encanta que eres una parte vital de mi memoria, ya tantos años en esa representación de sombras en letras, yo ando ciegamente por ideas que no se sostienen en la realidad , y tú me comprendes, conoces la sed que corrige mis gritos. Recibe mis abrazos, querida amiga.

[Hallie Hernández Alfaro]

Amor, cuántas noches
hemos editado el olvido
borrando sus estigmas de nieve,
sus pisadas sobre el hielo de un beso,
y, abreviando el vidrioso temblor
de los seres inconexos que nos patrullan,
hemos conseguido palidecer juntos...
Nuestros cuerpos eran latigazos de la lujuria.
Amor, no hay más verdad que la que te ofrece
destrozar los recuerdos.
No seas tímida, deja que los amaneceres tengan cartas sin leer
y las hormigas sigan su marcha hacia la chimenea encendida
porque ellas se incineran de vivas, según tus besos.
Te había advertido que, la luz que más hiere
es la de un fuego vislumbrando falta de abrazos
y por las grietas insensibles a su origen
entra lo que ha de extinguirse.
Tú aplastabas la primera hormiga de la fila
para que las otras quedaran desorientadas
como si pudieras borrar la s de la soledad
y quedar con muchas letras sin significado.
Y las llamábamos por su nombre completo,
las llamábamos hierro de sombras.
No tapes las grietas, murmurabas después de eyacular sobre tu piel
sabiendo que las miradas sucias
nacen de la obediencia.
Mientras hojeábamos la biblia del polvo.
Mientras sobre tu piel brillante como versos ateos
la ceniza de las hormigas dibujaba
una luz agresiva, una luz
que pertenece al primer intento de caminar de los recién nacidos.

Gigante este pliego de recorridos, la simbología de las hormigas llevado a sus más radiantes consecuencias.
Renacer y dejar en el camino la estela desordenada de los primeros gritos...
Qué hermoso lo que dices a Rosa, querido amigo.

Abrazo de los grandes.

[Guillermo Cumar]

Me gustó el poema y el encargo de vivir con que te induce.

Un ABRAZO

[Antonia Mauro]

Nos tienes atrapados con tus palabras Marius. Es como cuando ves una buena serie y esperas al próximo episodio. Esperamos el próximo poema.

Y tus palabras dicen mucho de ti, jamás hablas con rencor en tus poemas.

A las personas no se las conoce por cómo los demás hablan de ellos, sino por cómo esas personas hablan de los demás.

No hay que hacer nada, sólo esperar a que hablen.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Hermoso, evocador y con los inigualables momentos "Marius".
Felicidades, estimado colega.
Abrazos.

[Lunamar Solano]

Tu voz encuentra querido amigo... contundencia que conmueve y cautivan las imágenes...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Armilo Brotón]

No seas tímida, deja que los amaneceres tengan cartas sin leer
y las hormigas sigan su marcha hacia la chimenea encendida
porque ellas se incineran de vivas, según tus besos.

Tú aplastabas la primera hormiga de la fila
para que las otras quedaran desorientadas
como si pudieras borrar la s de la soledad
y quedar con muchas letras sin significado.

Amigo, tu imaginacón me supera. Qué belleza de metáforas, siempre te lo he dicho tú eres la poesía, el cuentista que me gustaría siempre frente a un fuego con un vaso de vino en la mano.
Un abrazote

[Alejandro Costa]

Precioso.

Ha sido un verdadero placer su lectura.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Ana García]

Poderosas imágenes de la mente más llena de poesía que he leído.
Nos podemos vestir con todos y cada uno de tus versos, Marius.

No tapes las grietas, murmurabas después de eyacular sobre tu piel
sabiendo que las miradas sucias
nacen de la obediencia.
Mientras hojeábamos la biblia del polvo.

¡Qué bien escribes!
Un abrazo.

[F. Enrique]

Siempre escribes buenos poemas, Marius, este lo es y mucho.


Léon Pasternak.

[José Manuel F. Febles]

Por un momento me has trasladado a mi antigua casa. Es un hermoso poema, pleno de imágenes soñadoras.. Va mi felicitación, Marida.

José Manuel
Nota; Te he enviado un correo. Lo siento. Cuida la salud de la vista, yo estoy en manos de Oftalmólogos.

[E. R. Aristy]

Amor, cuántas noches
hemos editado el olvido
borrando sus estigmas de nieve,
sus pisadas sobre el hielo de un beso,
y, abreviando el vidrioso temblor
de los seres inconexos que nos patrullan,
hemos conseguido palidecer juntos...
Nuestros cuerpos eran latigazos de la lujuria.
Amor, no hay más verdad que la que te ofrece
destrozar los recuerdos.
No seas tímida, deja que los amaneceres tengan cartas sin leer
y las hormigas sigan su marcha hacia la chimenea encendida
porque ellas se incineran de vivas, según tus besos.
Te había advertido que, la luz que más hiere
es la de un fuego vislumbrando falta de abrazos
y por las grietas insensibles a su origen
entra lo que ha de extinguirse.
Tú aplastabas la primera hormiga de la fila
para que las otras quedaran desorientadas
como si pudieras borrar la s de la soledad
y quedar con muchas letras sin significado.
Y las llamábamos por su nombre completo,
las llamábamos hierro de sombras.
No tapes las grietas, murmurabas después de eyacular sobre tu piel
sabiendo que las miradas sucias
nacen de la obediencia.
Mientras hojeábamos la biblia del polvo.
Mientras sobre tu piel brillante como versos ateos
la ceniza de las hormigas dibujaba
una luz agresiva, una luz
que pertenece al primer intento de caminar de los recién nacidos.

Fino erotismo, originales imágenes de gran poder sugestivo. El verso final es fuera de serie, sugiere la voluntad innata del ser en su potencia pura. Cuánto se te extraña, Marius! Un abrazo grande!