Estaciónes sentimentales XXI – Una cita en el paraíso

[J. J. Martínez Ferreiro]

I
Un encuentro en la esfera de la respiración,
ese extremo que inicia todo,
para que la edad cumpla el trigo de las horas.
Allí nos detuvimos a concebir la música
y enfrentar la tierra sin desaliento alguno.
Arrojamos los cuerpos a los campos vacíos.

II
Ella encendió las llamas
que prometían un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Había allí rumores en el humo,
pájaros que inflamaban el aire.
Sí, allí todo se atenuaba
en una razón suave y placentera
como el sueño de los veleros en la brisa.
Afuera estaba la serpiente, estaba el búho vigilante
y las estrellas declinando.

Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el mar
la lenta agitación de las ballenas.

III
Consagra la naturaleza, bendícela con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo y callado.

[Julio Gonzalez Alonso]

XCII
Una cita en el paraíso,
en el lugar primario de la respiración
ese extremo que inicia todo,
para que la edad cumpla el trigo de las horas.

XCIII
Nos detuvimos a concebir la música
y enfrentrar la tierra sin desaliento alguno.
Arrojamos los cuerpos a los campos vacíos.

XCIV
Afuera estaba la serpiente, estaba el búho vigilante
y las estrellas declinando.
Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el océano
la lenta agitación de las ballenas.

XCV
Ella enciende los fuegos
que esperan en el cruce un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Hay allí extasiados ruidos en el humo,
pájaros que inflaman el aire.
Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa.

XCVI
Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado

Alumbras con tus versos las sombras como antorchas titilantes en su luz y haces que todo el aire se impregne de un hálito que va más allá de lo misterioso, como el asombro de unos mundos que me remiten a HPLovecraft. Admito, compañero, que estás en racha y tocado por la magia de la poesía, desembarazado de los límites de la palabra, como un universo que se abre a sí mismo.
Abrazo y salud.

[Pilar Morte]

Muy buenos todos. Me sumerjo en tu mundo y siento la poesía. Felicidades.
Besos
Pilar

[E. R. Aristy]

XCII
Una cita en el paraíso,
en el lugar primario de la respiración
ese extremo que inicia todo,
para que la edad cumpla el trigo de las horas.

XCIII
Nos detuvimos a concebir la música
y enfrentrar la tierra sin desaliento alguno.
Arrojamos los cuerpos a los campos vacíos.

XCIV
Afuera estaba la serpiente, estaba el búho vigilante
y las estrellas declinando.
Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el océano
la lenta agitación de las ballenas.

XCV
Ella enciende los fuegos
que esperan en el cruce un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Hay allí extasiados ruidos en el humo,
pájaros que inflaman el aire.
Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa.

XCVI
Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado.

Un poema de gran intencionalidad simbólica. Me envuelve y me hace sentir que el paraíso terrenal se cultiva desde el interior. Versos como "Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa. " Me llevan al diseño de los órganos y sistemas bio;ógicos, a su capacidad de acceder la vida con perfecto funcionamiento.

" Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el océano
la lenta agitación de las ballenas.:" Estos versos me han parecido el núcleo del poema. La ballena, símbolo de la creatividad . Me parece verla en cámara lenta transitar e las profundidades de ese oceano placentero y sensual que simboliza lo ilimitado y desconocido medio donde se manifiesta la intuición creativa.


Y claro es cosa de reconocer primeramente que la capacidad humana no tiene límites pero no es alago que se produce sin antes conquistarse a sí, creer en sí, trabajar con los obstáculos de modo sensible: 'Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado.'


Maravilloso, Ferreiro, maravilloso! E. R. A.



"

[Luis M]

Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado.

Un poema pleno de belleza e inspiración, Ferreiro. Me gustó todo mucho y la última estrofa absolutamente brillante. Mis felicitaciones, amigo. Un abrazo.

[Marisa Peral]

XCV
Ella enciende los fuegos
que esperan en el cruce un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Hay allí extasiados ruidos en el humo,
pájaros que inflaman el aire.
Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa.

XCVI
Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado.[/b][/color]

Qué explosión creativa, J.J. es un privilegio poder diafrutar tu poesía.
Y esos dos versos resaltados son divinos. Gracias por la belleza.
Biquiños

[Alonso Vicent]

XCII
Una cita en el paraíso,
en el lugar primario de la respiración
ese extremo que inicia todo,
para que la edad cumpla el trigo de las horas.

XCIII
Nos detuvimos a concebir la música
y enfrentrar la tierra sin desaliento alguno.
Arrojamos los cuerpos a los campos vacíos.

XCIV
Afuera estaba la serpiente, estaba el búho vigilante
y las estrellas declinando.
Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el océano
la lenta agitación de las ballenas.

XCV
Ella enciende los fuegos
que esperan en el cruce un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Hay allí extasiados ruidos en el humo,
pájaros que inflaman el aire.
Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa.

XCVI
Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado.

Cuánta relevancia cobra eso mismo de respirar para que el desaliento no nos consuma.
Inquietudes que rehúyen el ruido por el simple hecho de navegar.
Y seguimos soñando incluso después de haber soñado nuestros propios misterios.
Estaciones de expresión y poesía.
Un saludote, J. J.

[Josefa A. Sánchez]

Telúrico y cósmico al mismo tiempo. Más que brillante muestra de tu buen hacer poético. Un disfrute asomarse a tus versos.

[Lunamar Solano]

Versos impregnados de emoción querido amigo... invaden y estremecen...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[J. J. Martínez Ferreiro]

XCII
Una cita en el paraíso,
en el lugar primario de la respiración
ese extremo que inicia todo,
para que la edad cumpla el trigo de las horas.

XCIII
Nos detuvimos a concebir la música
y enfrentrar la tierra sin desaliento alguno.
Arrojamos los cuerpos a los campos vacíos.

XCIV
Afuera estaba la serpiente, estaba el búho vigilante
y las estrellas declinando.
Alguien inquieto nos esperaba rondando ante la puerta;
lo presentíamos
como presiente el océano
la lenta agitación de las ballenas.

XCV
Ella enciende los fuegos
que esperan en el cruce un tránsito transformador,
un rastro de cristales o de nieve.
Hay allí extasiados ruidos en el humo,
pájaros que inflaman el aire.
Sí, allí todo se atenúa
en una razón suave y placentera
como la incontinencia de los veleros en la brisa.

XCVI
Sacraliza las calles, bendícelas con tu sudor.
Haz un palacio de tu casa.
Media en todo lo extremo, esférico y callado

Alumbras con tus versos las sombras como antorchas titilantes en su luz y haces que todo el aire se impregne de un hálito que va más allá de lo misterioso, como el asombro de unos mundos que me remiten a HPLovecraft. Admito, compañero, que estás en racha y tocado por la magia de la poesía, desembarazado de los límites de la palabra, como un universo que se abre a sí mismo.
Abrazo y salud.

Gracias, Julio, por este magnífico comentario que es poesía en sí mismo.
Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Un fuerte abrazo y Feliciano engodellado

[Guillermo Cumar]

Qué bien mueve tu idiosincrasia poética el fulgor de los dedos y de la inspiración. Todos los animales que incluyes en tus versos claman
y reclaman su influencia que es tuyo tambiçen.

la fuerza de la cita ronde el aire sin salir del paraíso.. que te aplaude igual que yo lo hago.cpon placer y resolución.

Un abrazpo

[Rafel Calle]

Muy bello y evocador trabajo, amigo Ferreiro.
Abrazos.

[Armilo Brotón]

Ferreiro, hermano, me da que por las fechas de composición de esta notable y alegórica estación estuviste husmeando por el Génesis. Muy bella la metáfora central de esta parada 21 en tu lírica personal. Obra que ronda la mística como no puede ser de ora forma, en un poeta que lleva la palabra al extremo como tu gran paisano y poeta Valente, que tanto me gusta.
Un abrazo grande y hasta la próxima.

[Luis M]

Vuelvo a este magnífico poema que ya me gustó mucho en su día (me parece muy acertado el cambio que has hecho en el último verso) Un abrazo, querido amigo.