El pasillo largo

[juan delgado]

El pasillo era largo, muy largo, con un ritmo de sombra cálida
y soles blancos, cada dos metros por los ventanales.
Desde el fondo avanzabas como un navío
con las anchas velas de tu pelo y el remar amplio de los brazos.

Luego, ya en el puerto que pensamos seguro
en nuestro abrazo, fuimos buscando tesoros ocultos
debajo de las alas o sobre las columnas de los profetas.
En el aire se repite la terca soledad de los navegantes
que con el barco despedazado entre las rocas
siguen dibujando rumbos sobre la arena.

Inútil intento el nuestro, tan solo encontramos fango
en los lacrimales de las ballenas y un coral rojo moribundo
que poco a poco se tornó malva y luego aire.

Como las manos pudieron morir aquel otoño de blancas algas,
una mano muerta es como una paloma desventrada.
Como pudo el beso hundirse entre las ruinas del templo
donde afrodita está rota e inmóvil, sin pulso,
picoteada su piel de piedra y nacar
por los peces del desprecio, los que babean olvidos.

Ahora, a mis espaldas, la playa inmensa, tumbada
sobre caracolas y ecos de sirenas, tiene por frontera
cuatro desgarbados pinos solitarios.
Mientras pierdo la mirada en la machacona cantata
de luz y agua sobre mis pies en el rompeolas
trazo recuerdos en la brisa marina, donde estés tú
al fondo del pasillo largo y te imagino, galeón de nardos
y rubores lúcidos, navegando hacia mi, de nuevo.

[Hallie Hernández Alfaro]

El pasillo era largo, muy largo, con un ritmo de sombra cálida
y soles blancos, cada dos metros por los ventanales.
Desde el fondo avanzabas como un navío
con las anchas velas de tu pelo y el remar amplio de los brazos.

Luego, ya en el puerto que pensamos seguro
en nuestro abrazo, fuimos buscando tesoros
ocultos debajo de las alas o sobre las columnas de los profetas.
En el aire se repite la terca soledad de los navegantes
que con el barco despedazado entre las rocas
siguen dibujando rumbos sobre la arena.

Inútil intento el nuestro, tan solo encontramos fango
en los lacrimales de las ballenas y un coral rojo moribundo
que poco a poco se tornó malva y luego aire.

Como las manos pudieron morir aquel otoño de blancas algas,
una mano muerta es como una paloma desventrada.
Como pudo el beso hundirse entre las ruinas del templo
donde afrodita está rota e inmóvil, sin pulso,
picoteada su piel de piedra y nacar
por los peces del desprecio, los que babean olvidos.

Ahora, a mis espaldas, la playa inmensa, tumbada
sobre caracolas y ecos de sirenas, tiene por frontera
cuatro desgarbados pinos solitarios.
Mientras pierdo la mirada en la machacona cantata
de luz y agua sobre mis pies en el rompeolas
trazo recuerdos en la brisa marina, donde estés tú
al fondo del pasillo largo y te imagino, galeón de nardos
y rubores lúcidos, navegando hacia mi, de nuevo.

Hermoso a más no poder, Juan; fascinante el desarrollo de sus pasos, el lenguaje pleno de belleza y transmisión.

Aplausos sonoros, felicitaciones sinceras.

Mi abrazo hasta allí.

[juan delgado]

Muchísimas gracias Hallie .

Hermoso a más no poder, Juan; fascinante el desarrollo de sus pasos, el lenguaje pleno de belleza y transmisión.

Aplausos sonoros, felicitaciones sinceras.

Mi abrazo hasta allí.

[Ramón Carballal]

Hermoso poema, hermosos paisajes desde ese pasillo abierto al mundo y a la nostalgia. Saludos cordiales.

[Guillermo Cumar.]

El pasillo era largo, muy largo, con un ritmo de sombra cálida
y soles blancos, cada dos metros por los ventanales.
Desde el fondo avanzabas como un navío
con las anchas velas de tu pelo y el remar amplio de los brazos.

Luego, ya en el puerto que pensamos seguro
en nuestro abrazo, fuimos buscando tesoros ocultos
debajo de las alas o sobre las columnas de los profetas.
En el aire se repite la terca soledad de los navegantes
que con el barco despedazado entre las rocas
siguen dibujando rumbos sobre la arena.

Inútil intento el nuestro, tan solo encontramos fango
en los lacrimales de las ballenas y un coral rojo moribundo
que poco a poco se tornó malva y luego aire.

Como las manos pudieron morir aquel otoño de blancas algas,
una mano muerta es como una paloma desventrada.
Como pudo el beso hundirse entre las ruinas del templo
donde afrodita está rota e inmóvil, sin pulso,
picoteada su piel de piedra y nacar
por los peces del desprecio, los que babean olvidos.

Ahora, a mis espaldas, la playa inmensa, tumbada
sobre caracolas y ecos de sirenas, tiene por frontera
cuatro desgarbados pinos solitarios.
Mientras pierdo la mirada en la machacona cantata
de luz y agua sobre mis pies en el rompeolas
trazo recuerdos en la brisa marina, donde estés tú
al fondo del pasillo largo y te imagino, galeón de nardos
y rubores lúcidos, navegando hacia mi, de nuevo.

Magnífica descripción de lo que buscas y sientes y contemplas, navegando hacia ti con mucha clase.

[Pilar Morte]

Desde ese pasillo se aprecia un mundo de amor y fervor. Me gustó leerte.
Besos
Pilar

[Lunamar Solano]

Una escena que abraza el alma y esa profunda melancolía que envuelve y emociona...
Un gusto leerte amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[juan delgado]

Gracias, desde el pasillo, Ramón, Guillermo, Pilar y Lunamar por vuestras palabras

[Rafel Calle]

Tan bello como interesante poema de Juan Delgado.

[J. J. Martínez Ferreiro]

“……………………
Desde el fondo avanzabas como un navío
con las anchas velas de tu pelo y el remar amplio de los brazos.

Luego, ya en el puerto que pensamos seguro
en nuestro abrazo, fuimos buscando tesoros ocultos
debajo de las alas o sobre las columnas de los profetas.
…………………….
Inútil intento el nuestro, tan solo encontramos fango
en los lacrimales de las ballenas y un coral rojo moribundo
que poco a poco se tornó malva y luego aire.

Como las manos pudieron morir aquel otoño de blancas algas,
una mano muerta es como una paloma desventrada.
Como pudo el beso hundirse entre las ruinas del templo
donde afrodita está rota e inmóvil, sin pulso,
picoteada su piel de piedra y nacar
por los peces del desprecio, los que babean olvidos.

……..………………………….
Mientras pierdo la mirada en la machacona cantata
de luz y agua sobre mis pies en el rompeolas
trazo recuerdos en la brisa marina, donde estés tú
al fondo del pasillo largo y te imagino, galeón de nardos
y rubores lúcidos, navegando hacia mi, de nuevo”

Precioso, con un lenguaje poético imaginativo y de alto voltaje lírico.

Un feliz rescate, por supuesto.

Abrazos y salud.

[E. R. Aristy]

El pasillo era largo, muy largo, con un ritmo de sombra cálida
y soles blancos, cada dos metros por los ventanales.
Desde el fondo avanzabas como un navío
con las anchas velas de tu pelo y el remar amplio de los brazos.

Luego, ya en el puerto que pensamos seguro
en nuestro abrazo, fuimos buscando tesoros ocultos
debajo de las alas o sobre las columnas de los profetas.
En el aire se repite la terca soledad de los navegantes
que con el barco despedazado entre las rocas
siguen dibujando rumbos sobre la arena.

Inútil intento el nuestro, tan solo encontramos fango
en los lacrimales de las ballenas y un coral rojo moribundo
que poco a poco se tornó malva y luego aire.

Como las manos pudieron morir aquel otoño de blancas algas,
una mano muerta es como una paloma desventrada.
Como pudo el beso hundirse entre las ruinas del templo
donde afrodita está rota e inmóvil, sin pulso,
picoteada su piel de piedra y nacar
por los peces del desprecio, los que babean olvidos.

Ahora, a mis espaldas, la playa inmensa, tumbada
sobre caracolas y ecos de sirenas, tiene por frontera
cuatro desgarbados pinos solitarios.
Mientras pierdo la mirada en la machacona cantata
de luz y agua sobre mis pies en el rompeolas
trazo recuerdos en la brisa marina, donde estés tú
al fondo del pasillo largo y te imagino, galeón de nardos
y rubores lúcidos, navegando hacia mi, de nuevo.

Los poemas sublimes se encuentran así, como una visión sorpresiva y calladamente se adentran en nosotros sus destellos. Me algra encontrar tu bello poema hoy, Juan Delgado. Abrazos, E. R. Aristy

[juan delgado]

De nuevo mis disculpas, pintando y con el foro y la poesía un poco de lado, aunque cubra todo lo que miro con su fina capa de melancolía y asombro. Hoy he visto dos poemas rescatados del fondo del foro. Gracias de nuevo.
Un fuerte abrazo.

Tan bello como interesante poema de Juan Delgado.

[juan delgado]

Gracias E. R. Aristy, aunque me quede grande el traje.
Un fuerte abrazo.

Los poemas sublimes se encuentran así, como una visión sorpresiva y calladamente se adentran en nosotros sus destellos. Me algra encontrar tu bello poema hoy, Juan Delgado. Abrazos, E. R. Aristy

[Rafel Calle]

Arriba con este hermoso e interesante El pasillo largo, de Juan Delgado.

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amigo Juan, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "El pasillo largo".
Un cordial abrazo.