Dónde el centro

[Guillermo Cumar.]

¿Si viajando a tu propio centro ya no te encuentras
reprobarás ahora el colateral daño que inventaste?
Yo sé que estás ahí y que me miras triste,
Que no tengo el poder de consolarte me tensiona.
Si pongo bajo tierra mis rencores personales
¿cómo descansa el ánimo sin la respiración
que busca el aire oxigenado
para el pulmón escaso?
No hay sístole que pueda darse aire
sin advertir al aspaviento que no asuste
al ánimo que espera darse tregua
hasta que la razón se distensione y
para que mente y corazón se sienten juntos.
Seguramente el daño que me oprime ahora
no es colateral, tampoco reprobado
ni objeto de atención ,
pues ya nunca ambiciona
buscar respiración a cielo abierto.
La encuentra junto al álamo llorón
y le dice al mundo que allí espera
que ha logrado hallar el centro
sin reprobar a nadie ni siquiera
al tacto y al contacto de mente y corazón
que están ganando juntos la ultima partida.

[Marisa Peral]

¿Si viajando a tu propio centro ya no te encuentras
reprobarás ahora el colateral daño que inventaste?
Yo sé que estás ahí y que me miras triste,
Que no tengo el poder de consolarte me tensiona.
Si pongo bajo tierra mis rencores personales
¿cómo descansa el ánimo sin la respiración
que busca el aire oxigenado
para el pulmón escaso?
No hay sístole que pueda darse aire
sin advertir al aspaviento que no asuste
al ánimo que espera darse tregua
hasta que la razón se distensione y
para que mente y corazón se sienten juntos.
Seguramente el daño que me oprime ahora
no es colateral, tampoco reprobado
ni objeto de atención ,
pues ya nunca ambiciona
buscar respiración a cielo abierto.
La encuentra junto al álamo llorón
y le dice al mundo que allí espera
que ha logrado hallar el centro
sin reprobar a nadie ni siquiera
al tacto y al contacto de mente y corazón
que están ganando juntos la ultima partida.

Arriba con este trabajo de Guillermo.
Me gusta mucho esta búsqueda, amigo, un gusto leerte.

Abrazos.

[Concha Vidal]

¿Si viajando a tu propio centro ya no te encuentras
reprobarás ahora el colateral daño que inventaste?
Yo sé que estás ahí y que me miras triste,
Que no tengo el poder de consolarte me tensiona.
Si pongo bajo tierra mis rencores personales
¿cómo descansa el ánimo sin la respiración
que busca el aire oxigenado
para el pulmón escaso?
No hay sístole que pueda darse aire
sin advertir al aspaviento que no asuste
al ánimo que espera darse tregua
hasta que la razón se distensione y
para que mente y corazón se sienten juntos.
Seguramente el daño que me oprime ahora
no es colateral, tampoco reprobado
ni objeto de atención ,
pues ya nunca ambiciona
buscar respiración a cielo abierto.
La encuentra junto al álamo llorón
y le dice al mundo que allí espera
que ha logrado hallar el centro
sin reprobar a nadie ni siquiera
al tacto y al contacto de mente y corazón
que están ganando juntos la ultima partida.

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Guillermo, fantástico este poema de búsqueda, de búsqueda del yo o del otro yo que anda en paralelo.
..."... sin reprobar a nadie ni siquiera
al tacto y al contacto de mente y corazón
que están ganando juntos la ultima partida...

La última partida, dices, y sin reprobar ni a uno ni a otro quién la gana y siquiera si la gana.

Me gusta mucho Guillermo. Te veo claro.
Abrazos marinos.

[Pilar Morte]

Uno de los poemas tuyos que más me ha gustado. Un placer leerte.
Besos
Pilar

[Marimar González]

Un poema, hermoso y el álamo es un confidente imparcial y acogedor.
Saludos, Guillermo

[Lunamar Solano]

Intenso brillo esperanzador querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Guillermo Cumar.]

Bien sé que no por buscar más aprisa amanece más temprano. Me alegra que te guste mi sentido en la escritura.
Me gusta tu presencia, Marisa y me consuela ese mar que tu me ofreces cada vez.

Un abrazo

[Guillermo Cumar.]

Concha me llena y gusta tu respuesta a mi poema. Dicen que el que la busca la encuentra aunque yo no lo tengo muy claro. Si te gusta mi búsqueda , quiza algún día encuentre el significado y logre avanzar aprisa a no sé dónde.

Más abrazos, no sé si de foco (varón de foca) o de león marino,aunque pienso que lo importante se dio en el abrazo.

[xaime oroza carballo]

¿Si viajando a tu propio centro ya no te encuentras
reprobarás ahora el colateral daño que inventaste?
Yo sé que estás ahí y que me miras triste,
Que no tengo el poder de consolarte me tensiona.
Si pongo bajo tierra mis rencores personales
¿cómo descansa el ánimo sin la respiración
que busca el aire oxigenado
para el pulmón escaso?
No hay sístole que pueda darse aire
sin advertir al aspaviento que no asuste
al ánimo que espera darse tregua
hasta que la razón se distensione y
para que mente y corazón se sienten juntos.
Seguramente el daño que me oprime ahora
no es colateral, tampoco reprobado
ni objeto de atención ,
pues ya nunca ambiciona
buscar respiración a cielo abierto.
La encuentra junto al álamo llorón
y le dice al mundo que allí espera
que ha logrado hallar el centro
sin reprobar a nadie ni siquiera
al tacto y al contacto de mente y corazón
que están ganando juntos la ultima partida.

Sin ambages, enorme tu poema Guillermo. Gran placer su lectura. Gracias, compañero
Un abrazo

[Carmen Pla]

Aunque siempre he pensado que mente y corazón no ligan mucho porque el sentimiento y el pensamiento van por caminos diferentes, tu poema parece que si se buscan para ordenar una realización íntima y personal, hallando el centro a voluntad.
Te dejo mi valoración personal, claro.
Me ha gustado, Guillermo.
Abrazos.

[Luis M]

Supongo que la búsqueda empieza a acercarse a su meta cuando se reconcilian mente y corazón...
Me gusta tu poesía inteligente y personal, Guillermo. Mis felicitaciones y abrazos, amigo.

[Guillermo Cumar.]

Uno de los poemas tuyos que más me ha gustado. Un placer leerte.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu paso amable, como siempre y más.

Un abrazo

[Guillermo Cumar.]

Un poema, hermoso y el álamo es un confidente imparcial y acogedor.
Saludos, Guillermo

Gracais por tu paso, amiga, y por poner el árbol en el lugar donde más se necesita.

Un abrazo

[Daniel Borrell]

Cada uno de nosotros arrastra su baje de penas y alegrías, lo bueno del ser humano es que el que siempre sigue caminando en busca de si mismo llegará al punto donde las preguntas del interior encontrarán sus respuestas, profundo poema, saludos Daniel

[Guillermo Cumar.]

Intenso brillo esperanzador querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias por tu paso, amiga Lunamar y por tu amable interpretación

Un abrazo