Finito

[Ventura Morón]

...
¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que sé-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso no salen…
Están así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
¡quién sabe hoy nada!

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

[Marisa Peral]

...
¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que se-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso, no salen…
Están, así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
quién sabe hoy nada.

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

Ventura, me alegro mucho, pero mucho muchísimo, de ver que vas volviendo poquito a poco.
Y adivino en tu poema, del que me llevo el cero, tristeza y desencanto que espero sea sólo poesía pura.
Un gustazo leerte, lo sabes.
Un beso.

[Rosario Martín]

...
¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que se-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso, no salen…
Están, así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
quién sabe hoy nada.

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

"No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito."

Esa estrofa es bárbara, compañero,
ella sola es un poema.
Un placer volver a leerte, Ventura,un abrazo.

[Àlex Gállego]

Sentí el poema como un desahogo de las frustraciones de no encontrarse la voz. Me gustó todo el poema, especialmente la primera estrofa. Gracias por compartir.

Saludos

Àlex

[Carmen Parra.]

Una catarata de palabras de desencanto brotan de tus versos atrapando al lector
me ha parecido doloroso y magistral tu poema
Un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

Muy hermoso poema, Ventura. Todo él es un desgarro. Esas palabras que llegan mudas a la boca y de las que te haces eco en vibrantes y bellas imágenes que van desnudando un sentimiento de impotencia y de dolor.
Enhorabuena por tan inspiradas letras.

Un abrazo.

[Marimar González]

Un poema muy hondo que expone el dolor a flor de piel, latente en cada palabra de un yo poético que se asoma desde el desencanto buscando la luz por el camino salvador de la palabra.

Espléndido, Ventura

[J. J. Martínez Ferreiro]

Magnífico, amigo Ventura, un poema con una fuerza inusitada. Me encanta ese como "tenebroso" ritmo que le impones al poema y a su ambiente.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Ventura,

un placer verte de vuelta en la guerra, amigo. Palabras... se echaban de menos las tuyas, y en este poema explicas de una manera super-lírica, como siempre, porqué las palabras se quedan dentro, se agazapan, se finiquitan sin haber empezado, se resisten a ser escritas o pronunciadas. Creo que es un metapoema muy al pelo después de una sequía creativa y que anticipa, no me cabe duda, la vuelta del gran Ventura Morón por la puerta grande.

Un abrazo, amigazo.

[Pilar Morte]

Fuerte este desencanto que dejan tus versos y atrapan al lector por su hondura y lirismo.
Me alegra volver a leerte.
Besos
Pilar

[Marisa Peral]

...


¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que se-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso, no salen…
Están, así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
quién sabe hoy nada.

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

Arriba con la belleza.

[Ventura Morón]

...
¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que se-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso, no salen…
Están, así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
quién sabe hoy nada.

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

Ventura, me alegro mucho, pero mucho muchísimo, de ver que vas volviendo poquito a poco.
Y adivino en tu poema, del que me llevo el cero, tristeza y desencanto que espero sea sólo poesía pura.
Un gustazo leerte, lo sabes.
Un beso.

Mil gracias mi querida Marisa, por todo, por el cariño y la cercanía y ese apoyo que se intuye y llega.
Yo no puedo evitarlo...al final los versos se me hacen transparentes, aunque quiera evitarlo...hay momentos diferentes en la vida, y ahora me toca uno complejo de gestionar...prometo estar más presente en cuanto lo consiga...
Beso enorme, es un provilegio de verdad todo lo que emana de tu presencia

[Marisa Peral]

Mil gracias mi querida Marisa, por todo, por el cariño y la cercanía y ese apoyo que se intuye y llega.
Yo no puedo evitarlo...al final los versos se me hacen transparentes, aunque quiera evitarlo...hay momentos diferentes en la vida, y ahora me toca uno complejo de gestionar...prometo estar más presente en cuanto lo consiga...
Beso enorme, es un provilegio de verdad todo lo que emana de tu presencia

Mil gracias a tí por tu respuesta tan cariñosa.
Y ánimo, amigo y compañero, a lo largo de la vida paamos por etapas diferentes. Las buenas son un lujo, las malas hay que pasarlas lo mejor que se puede y no siempre es fácil.
Aquí estamos, para lo que sea.
Un beso grandísimo y repito, mucho ánimo y fuerza.

[Rafel Calle]

La actualidad, el hoy, en medio de una tormenta que cambia la fisonomía de todo, resumidos en un poema que no por agorero deja de ser hermoso por obra y gracia de la poesía. A pesar de todo, me alegro de leerte, querido amigo Ventura. A ver si te animas y nos vemos este sábado en Madrid. A las penas...
Un fuerte abrazo.

[Concha Vidal]

...
¿Cuántas palabras harán falta?
Hoy
cuando solo son la negación plomiza del silencio
obligado, parecen como ceniza
caer de la boca,
llena de ascuas la garganta donde brotan ya rendidas
con un humo de duelo.

Todas juntas
-las que sé-
son solo caricaturas de mi voz
que escondida bajo los huesos de la prórroga
retumba con un eco imposible en las cavernas
de todos mis miedos.

Por eso no salen…
Están así, agazapadas
en sus deshilachadas sombras,
incluso las que son de tinta -aquí
vienen a llamarme estas pocas que veis-
esperando no se bien a qué,
¡quién sabe hoy nada!

No son promesa
ni descuido,
tan solo
algo parecido al homicidio
del hombre que fui
desde que se cerró sin advertencia el ojal
del infinito.
.
.
.

----------------------Ni idea de cuántas palabras hacen falta, pero cuando tú las compones, las arracimas y juntas visten tus poemas, te aseguro que ni faltan ni sobran.
Siempre me encanta leerte.

Buen día y abrazos azulmente mediterráneos.