Editorial Alaire

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Un magnífico llanto, queja, denuncia sobre la barbarie, Víctor. Y debería utilizarse como aviso de lo que ya ocurrio, ahora que sobre el escenario de este gran teatro del mundo se estan colocando el atrezzo y decorados de un nueva representación sobre el horror y demás.

NORABOA a este merecidísimo reconocimiento, querido amigo.

Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Enhorabuena, amigo Victor, es un poema que merece reconocimiento.
Besos
Pilar

Guillermo Cumar escribió:
Victor, en Dachau sólo queda el silencio pero, que bien pronuncia los recuerdos y los odios aunque suene la libertad
y la callada... por respuesta.


Un abrazo

Lunamar Solano escribió:Intenso, muy sensible y sobrecogedor querido amigo...
Felicidades por el reconocimiento!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Pablo Ibáñez escribió:Enhorabuena, Víctor. Merecida distinción a un poema duro y brillante.

Abrazos

E. R. Aristy escribió:
Los horrores de la historia son una historia personal que se trasmite como trauma intergeneracional. Nadie puede decir este dolor es más grande.

Bono malum superate. La historia del mundo es una hstoria de odios. Conquistar el mal con el bien no es sólo una súplica a Dios ( como lo conceptuemos), es una herramienta de sicología profunda, o en otras, menos entendidas palabras, una herramienta espiritual. Si perdonamos al enemigo, algo sumamente difícil sin entrenamiento moral profundo, es decir, de nuevo, algo espiritual, si lo perdonamos, debemos hacerlo sin olvidar el daño. Olvidar el daño es permitir que se repita la historia.


Para este poema no puedo decir nada más: enhorabuena, conmovedor, te felicito, Victor! En efecto, es un poema que visita las cenizas de un fuego arrazador.

ERA

Ara López escribió:Sólo la poesía puede hacer de algo tan horrible como la guerra, la agonía y la desesperanza, algo hermoso. Y, sin lugar a dudas, tú lo lograste maravillosamente.

Acercándonos al final y el final en sí mismo: geniales.

"Ya no se oyen los gritos de espanto,
ni el jadeo de cuerpos exangües pidiendo a los cielos
que se acabe el tiempo, que se agote el llanto.

Solo queda el silencio…
los pasos que pausan entre los murales
y el duro recuerdo de tantos detalles que gritan: se libre,
recuerda mi espanto y trabaja para que esta guerra,
la guerra del odio se acabe ganando."

Saludos.

Concha Vidal escribió:¡ Qué dura, qué mala la guerra, el odio entrambos partidos y reciben la caña los débiles del mundo
Nunca más debiera existir la ambicion, el poder, el niño sufriendo.
Tu poema, Víctor, retrata perfectamente ese terrible dolor.

Jamás he ido a un campo de concentración, pero debe ser espantoso el sentir todavia en el ambiente el sufrimiento de la personas.
No olvidemos que sin estar en campos de concentración, existe el terrible dolor aún.

Abrazos Victor, mediterráneos of course¡