Caminar entre sombras

[Ramón Carballal]

Mis pies son oblongos, pesados,
con frecuencia se preguntan por el hilo
de su origen sin temer al futuro
que vendrá.

No me importa el lastre
si la templanza es una flor en la conciencia,
si la verdad no huye
con el perfil de la exigua nieve,
si hay una doblez
que no quiero esgrimir como ceniza,
si tú misma eres la antorcha en que fijo mis espejos,
si el código blanco, alfil de la herencia invisible,
aún me posee con su círculo de amor
y su justicia exacta.

Sé que la duda jamás crecerá en mi noche,
todavía las rodillas rotas me dicen
que la luz a veces golpea como el hierro,
porque pesa, porque ningún dios ampara
la terrible fragilidad de sufrir lo inane,
la convulsión, el ejército dócil que se disfruta
con el instinto en los párpados
y esa lujuria y esa sinrazón que se vuelve coro
y sinalefa de todos los arbitrios,
Arcadia del músculo donde nada es nada
y nadie es nadie.

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Muy bello poema, amigo Ramón.
Un placer leerte.
Un abrazo.

[Pilar Morte]

Un bello recorrido por la profundidad de la vida. Un lujo leerte
Besos
PIlar

[Begoña Egüen]

Mis pies son oblongos, pesados,
con frecuencia se preguntan por el hilo
de su origen sin temer al futuro
que vendrá.

No me importa el lastre
si la templanza es una flor en la conciencia,
si la verdad no huye
con el perfil de la exigua nieve,
si hay una doblez
que no quiero esgrimir como ceniza,
si tú misma eres la antorcha en que fijo mis espejos,
si el código blanco, alfil de la herencia invisible,
aún me posee con su círculo de amor
y su justicia exacta.

Sé que la duda jamás crecerá en mi noche,
todavía las rodillas rotas me dicen
que la luz a veces golpea como el hierro,
porque pesa, porque ningún dios ampara
la terrible fragilidad de sufrir lo inane,
la convulsión, el ejército dócil que se disfruta
con el instinto en los párpados
y esa lujuria y esa sinrazón que se vuelve coro
y sinalefa de todos los arbitrios,
Arcadia del músculo donde nada es nada
y nadie es nadie.

Hermoso poema. Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Rafael Valdemar]

Buen poema nos dejas Ramón. Y además con un excelente manejo del léxico poético. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

[Rafel Calle]

Hermoso trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

[Carmen Pla]

Un espectacular poema que sin duda atribuyen tus dotes y tus dones.
Sinceramente, me ha sorprendido, y es que cuando algo sorprende se queda en la retina.
Siempre es un placer pasar y degustar tus letras.
Un abrazo, Ramón

[Àlex Gállego]

Me gustó mucho la lectura del poema. Lo sentí redondo; intuitivo y pensado; alto y ancho; horizontal y hondo. Gracias.

Saludos

Àlex

[Armilo Brotón]

Unas bella imágenes, que sostienen mi atención a lo largo de tus versos, me llevan a meditar sobre las veces que he sentido la pesadez de seguir caminando. Todo un acierto de poema.
Un abrazo

[Ricardo López Castro.]

Esto es un señor poema.
Con todo tipo de reflexiones e imágenes increíblemente hilvanadas a fin del propósito existencial.
Me ha encantado, me ha gustado mucho, mucho.
Gracias por compartirlo.

[Lunamar Solano]

Profundidad que desahoga y fortalece el cantar del alma querido amigo...
Muy bello leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Ramón Carballal]

Muy bello poema, amigo Ramón.
Un placer leerte.
Un abrazo.

Gracias, Miguel Ángel, por la lectura y amables palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Mis pies son oblongos, pesados,
con frecuencia se preguntan por el hilo
de su origen sin temer al futuro
que vendrá.

No me importa el lastre
si la templanza es una flor en la conciencia,
si la verdad no huye
con el perfil de la exigua nieve,
si hay una doblez
que no quiero esgrimir como ceniza,
si tú misma eres la antorcha en que fijo mis espejos,
si el código blanco, alfil de la herencia invisible,
aún me posee con su círculo de amor
y su justicia exacta.

Sé que la duda jamás crecerá en mi noche,
todavía las rodillas rotas me dicen
que la luz a veces golpea como el hierro,
porque pesa, porque ningún dios ampara
la terrible fragilidad de sufrir lo inane,
la convulsión, el ejército dócil que se disfruta
con el instinto en los párpados
y esa lujuria y esa sinrazón que se vuelve coro
y sinalefa de todos los arbitrios,
Arcadia del músculo donde nada es nada
y nadie es nadie.

Hermoso poema. Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un bello recorrido por la profundidad de la vida. Un lujo leerte
Besos
PIlar

Muchas gracias por tus palabras, Pilar. Un beso.

[Ramón Carballal]

Buen poema nos dejas Ramón. Y además con un excelente manejo del léxico poético. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Gracias, Rafael, por leerme y comentar. Un saludo cordial.