El viaje de Corbain

[J. J. Martínez Ferreiro]

Entre una orquesta de metales,
paredes y pintura desconchadas,
partimos
desalojando todo lo sentido
al otro mundo de la acera.

El convoy de fulgor acharolado
devuelve la evaporación de las luces que va robando.
A esta hora acaban todas las consecuencias
y las tardes crecidas en detalles.
La estación queda atrás desolada y sin sombra
como un hielo preñado de calor.

Avanzamos. Extensa y postrada la tierra
inhala el verde de los pinos.
Las piedras
parecen soles muertos,
pero estrella a estrella la hierba
de oro se ilumina.

La anchura gigantesca
derrite plomo en el corazón del día,
mientras el río va alejando sus sedientos aceros,
su fracción muda, siempre sufrida a los ojos.

Germina la seda de los campos,
la erección del color tras las ventanas.
Huyen ramas desnudas, fuegos húmedos,
dos manos imprecisas abiertas en la inmensidad…
cosas casi reales.

Contemplo el espacio apagándose
entre los árboles dormidos.
La distensión de la penumbra realza la contingencia de los sueños…
En la alucinación,
las estrellas parecen espuma evaporada
del irascible mar cercano.

Aunque, dúctil, el campo abierto
siempre encierra la libertad.
Nos hallamos en las afueras de todo
pero a la orilla de poder entrar.

Debemos proseguir,
aunque sea
sin la voluntad de sentir
el viaje que estoy siendo.

Desde el cristal
enumero aquello que me es prestado.
¿Qué me quedará de la última voz,
de los últimos tactos,
del último sabor de la piel viva?

¡Cuando llegue al final del viaje,
me encarnaré
en todos los paisajes que he soñado!
y eternamente
seré devuelto a este unánime día.

Hoy soy esta luz, el erial
y las piedras que impiden al olvido olvidar.

[M. Sánchez]

Preciosa conjunción de sentimientos y sensaciones de un viaje íntimo. Derroche de intimidad.
Ha sido un gusto leer estos versos que te transportan sin esfuerzo al mundo del autor y te permiten compartirlos con él.
Un fuerte abrazo, amigo.

[Salud Arenas]

¡Cuando llegue al final de mi viaje,
me encarnaré
en todos los paisajes que he soñado!

Me quedo con estas estrofas, por la verdad que presentan, aunque las metáforas intimistas en todo tu poema son muy bellas
Salud

[E. R. Aristy]

Entre una orquesta de metales,
paredes y pintura desconchadas,
partimos desalojando todo lo sentido
en los otros mundos de la acera.

El convoy, de metal acharolado,
devuelve la evaporación de las luces que va robando.
A esta hora acaban todas las consecuencias
y las tardes crecidas de detalles.
La estación queda atrás desolada y sin sombra
como un hielo preñado de calor.

Ancha e postrada,
la tierra inhala el verde de los pinos.
Las piedras
parecen soles apagados,
pero estrella a estrella la hierba
de oro se ilumina.

Hace calor,
la extensión gigantesca
derrite plomo en el corazón del día,
mientras el río va alejando
sus sedientos aceros,
su fracción muda, siempre sufrida a los ojos.

Germina la seda de los campos,
la erección del color tras las ventanas.
Huyen hojas desnudas, fuegos húmedos,
dos manos imprecisas abiertas en la inmensidad…
cosas casi irreales.

Contemplo el espacio apagándose
entre los árboles dormidos.
La distensión de la penumbra realza la contingencia de los sueños…
En la alucinación,
las estrellas parecen espuma evaporada
del irascible mar cercano.

Aunque, maleable, el campo abierto
siempre encierra la libertad.
Nos hallamos en las afueras de todo
pero a la orilla de poder entrar.

Debemos proseguir,
aunque sea sin voluntad,
por ejemplo, la de querer
seguir siendo el viaje que estoy sintiendo.

Desde el cristal
enumero aquello que me es prestado.
¡Cuando llegue al final de mi viaje,
me encarnaré
en todos los paisajes que he soñado!
¿Qué me quedará de la última voz,
de los últimos tactos,
del último sabor de la piel viva?

Eternamente seré devuelto
a este unánime día.
Hoy soy esta luz, el erial
y las piedras que impiden al olvido olvidar.

La sensualidad y la belleza de este planeta es cuanto conocemos, y es todo. Un viaje de vívidas sensaciones fundidas en nuestro corazón. Qué bien lo expresas, Ferreiro:

Eternamente seré devuelto
a este unánime día.
Hoy soy esta luz, el erial
y las piedras que impiden al olvido olvidar.


Abrazos, ERA

[J. J. Martínez Ferreiro]

Preciosa conjunción de sentimientos y sensaciones de un viaje íntimo. Derroche de intimidad.
Ha sido un gusto leer estos versos que te transportan sin esfuerzo al mundo del autor y te permiten compartirlos con él.
Un fuerte abrazo, amigo.

Gracias, Manuel, por abrir este tema. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

¡Cuando llegue al final de mi viaje,
me encarnaré
en todos los paisajes que he soñado!

Me quedo con estas estrofas, por la verdad que presentan, aunque las metáforas intimistas en todo tu poema son muy bellas
Salud

Gracias Salud por tu paso y generosos comentarios. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Un bico.

[Pilar Morte]

Grandes versos saliidos de la introspeccion inteligente y sensitiva.
Besos pilar

[J. J. Martínez Ferreiro]

La sensualidad y la belleza de este planeta es cuanto conocemos, y es todo. Un viaje de vívidas sensaciones fundidas en nuestro corazón. Qué bien lo expresas, Ferreiro:

Eternamente seré devuelto
a este unánime día.
Hoy soy esta luz, el erial
y las piedras que impiden al olvido olvidar.


Abrazos, ERA

Graciñas, ERA, por estar ahí, en el "erial" de estos versos, mirando, observándolo todo... sintiéndolo.

Un biquiño.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Grandes versos saliidos de la introspeccion inteligente y sensitiva.
Besos pilar

Graciñas, Pilariña, por la siempre generosidad que derramas en mis versos.


Bicos.

[enrique garcia]

Un gran poema, J. J.
un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Bellísimo, J.J:

Con un final espectacular que deja una grata sensación de plenitud.

Aplausos
Besos
Ana

[Guillermo Cumar.]

Tu buena inspiración germina y llena de lectura grata la voz de este poema ameno en fondo y forma.

Un abrazo

[Josefa A. Sánchez]

Un viaje a través del tiempo intimo del poeta, contado con metáforas de extraordinaria belleza y profundo calado. Poesía telúrica que mueve la tierra bajo los pies. Un lujazo leerte.
Un abrazo.
Pepa

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un gran poema, J. J.
un abrazo

Gracias, Enrique, por tu paso y generosos comentarios.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Bellísimo, J.J:

Con un final espectacular que deja una grata sensación de plenitud.

Aplausos
Besos
Ana

Gracias, Ana, por tu paso y generosos comentarios.

Un bico.