Poema para siempre

[M. Sánchez]

A mis amigos que ya no están, pero que nunca se olvidan de vivir
muy cerca de mí.

Quizás el sol trasluz, quizás la estrella,
baraja de unos naipes en presidio.

Uno aprende a vivir
en dos mitades de la misma penumbra.
Pasan cerca de mí los amigos de entonces.
Es tiempo de encontrarlos con el vaso de vino y la memoria,
en las interferencias,
para curar con ellos la invasión de otra vida.
El instinto de noche
se me va de las manos. La condición
extiende su placer
como todos los vicios que me importan.
Dependo del origen, de lo que está muy lejos,
dependo de lo mágico;
un timbre en la mirilla
y alguien desconocido,
una corbata usada,
un libro que nos habla de la casualidad.
En el café dan vueltas
las series de Fourier y las calles sin alma.
No es visible la ayuda pertinente,
mientras la calma azota la tarde de domingo.
Sé que el humo se embrida en los humanos,
y que la incertidumbre, con su rifle,
vigila una cometa.

[Salud Arenas]

Siempre viviendo en el sentir interno. Me gustó tu poema, y estas estrofas: Uno aprende a vivir
en dos mitades de la misma penumbra, muestran la gran realidad
Buen día con tus amigos.....
Salud

[Cecilia Martos]

Hay poemas que son para siempre, recuerdos que viven en nuestro diario vivir, gran poema ha sido un placer pasar por tus versos, un fuerte abrazo Poeta.

Cecilia

[E. R. Aristy]

A mis amigos que ya no están, pero que nunca se olvidan de vivir
muy cerca de mí.

Quizás el sol trasluz, quizás la estrella,
baraja de unos naipes en presidio.

Uno aprende a vivir
en dos mitades de la misma penumbra.
Pasan cerca de mí los amigos de entonces.
Es tiempo de encontrarlos con el vaso de vino y la memoria,
en las interferencias,
para curar con ellos la invasión de otra vida.
El instinto de noche
se me va de las manos. La condición
extiende su placer
como todos los vicios que me importan.
Dependo del origen, de lo que está muy lejos,
dependo de lo mágico;
un timbre en la mirilla
y alguien desconocido,
una corbata usada,
un libro que nos habla de la casualidad.
En el café dan vueltas
las series de Fourier y las calles sin alma.
No es visible la ayuda pertinente,
mientras la calma azota la tarde de domingo.
Sé que el humo se embrida en los humanos,
y que la incertidumbre, con su rifle,
vigila una cometa.

La incertidumbre en donde brillan los corazones como el tuyo, Manuel. Abrazos, ERA

[Hallie Hernández Alfaro]

Hermosísimo este trabajo, Manuel. Ha sido un verdadero placer entregarme a su lectura.

Un abrazo.

[M. Sánchez]

Siempre viviendo en el sentir interno. Me gustó tu poema, y estas estrofas: Uno aprende a vivir
en dos mitades de la misma penumbra, muestran la gran realidad
Buen día con tus amigos.....
Salud

Muchas gracias Salud. Me alegra mucho que te haya gustado el poema.

Un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Hay poemas que son para siempre, recuerdos que viven en nuestro diario vivir, gran poema ha sido un placer pasar por tus versos, un fuerte abrazo Poeta.

Cecilia

Cecilia, muy agradecido por tu comentario. Ha sido un gusto comprobar que te ha llegado este poema.

Un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

A mis amigos que ya no están, pero que nunca se olvidan de vivir
muy cerca de mí.

Quizás el sol trasluz, quizás la estrella,
baraja de unos naipes en presidio.

Uno aprende a vivir
en dos mitades de la misma penumbra.
Pasan cerca de mí los amigos de entonces.
Es tiempo de encontrarlos con el vaso de vino y la memoria,
en las interferencias,
para curar con ellos la invasión de otra vida.
El instinto de noche
se me va de las manos. La condición
extiende su placer
como todos los vicios que me importan.
Dependo del origen, de lo que está muy lejos,
dependo de lo mágico;
un timbre en la mirilla
y alguien desconocido,
una corbata usada,
un libro que nos habla de la casualidad.
En el café dan vueltas
las series de Fourier y las calles sin alma.
No es visible la ayuda pertinente,
mientras la calma azota la tarde de domingo.
Sé que el humo se embrida en los humanos,
y que la incertidumbre, con su rifle,
vigila una cometa.

La incertidumbre en donde brillan los corazones como el tuyo, Manuel. Abrazos, ERA

ERA te agradezco un montón tus palabras y tu amabilidad.

Un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Hermosísimo este trabajo, Manuel. Ha sido un verdadero placer entregarme a su lectura.

Un abrazo.

Muchas gracias Hallie.
Te dejo un fuerte abrazo.