Matriz 33

[Ana Muela Sopeña]

La ciudad permanece silenciosa
mientras los hombres negros de la noche,
metidos en sus máscaras de plomo,
salen de los tugurios,
borrachos como ángeles malditos
que un día se extraviaron en el limbo
de las contradicciones.

Y las mujeres blancas
abiertas en el humo de su piel,
con sus compras ocultas
intentando borrar los años grises,
para volver de nuevo
a la época dorada, prenupcial...

Los hombres blancos abren los portales
de sus casas de ensueño
robadas al latido del esclavo
que trabaja por nada
hasta la extenuación.

Y las mujeres negras, buscavidas,
de todos los colores y tamaños,
bebiendo en las infames
barras americanas
como si hubiera un mundo divertido
que ofrecer al frustrado hombre ávido,
cuando todo es mentira
pero la sordidez tiene más luz
que el día a día oscuro que nos venden
en la televisión y en los periódicos.

Hombres blancos
mujeres de colores.
Hombres negros
mujeres invisibles.

Mujeres de la Luna.
Hombres sin alma.

Mujeres de Saturno.
Invisibles varones adictos a la nada.

Caleidoscopio abierto a cualquier cosa
mientras un carillón
de una iglesia de barrio
toca su melodía en las horas sagradas,
sombrías
como el viejo corazón
que nos hace insensibles
a este film trepidante en el delirio
que parece ser vida
aunque tan solo sea
la matriz 33,
la burbuja de un mundo que se muere
sin pensamiento crítico, sin lágrimas,
y sin la extremaunción de nuestro espíritu.


Ana Muela Sopeña

-----

Nota:
Los adjetivos "negro" y "blanco" se emplean aquí en sentido figurado. No hacen referencia al color de la piel.

[E. R. Aristy]

La ciudad permanece silenciosa
mientras los hombres negros de la noche,
metidos en sus máscaras de plomo,
salen de los tugurios,
borrachos como ángeles malditos
que un día se extraviaron en el limbo
de las contradicciones.

Y las mujeres blancas
abiertas en el humo de su piel,
con sus compras ocultas
intentando borrar los años grises,
para volver de nuevo
a la época dorada, prenupcial...

Los hombres blancos abren los portales
de sus casas de ensueño
robadas al latido del esclavo
que trabaja por nada
hasta la extenuación.

Y las mujeres negras, buscavidas,
de todos los colores y tamaños,
bebiendo en las infames
barras americanas
como si hubiera un mundo divertido
que ofrecer al frustrado hombre ávido,
cuando todo es mentira
pero la sordidez tiene más luz
que el día a día oscuro que nos venden
en la televisión y en los periódicos.

Hombres blancos
mujeres de colores.
Hombres negros
mujeres invisibles.

Mujeres de la Luna.
Hombres sin alma.

Mujeres de Saturno.
Invisibles varones adictos a la nada.

Caleidoscopio abierto a cualquier cosa
mientras un carillón
de una iglesia de barrio
toca su melodía en las horas sagradas,
sombrías
como el viejo corazón
que nos hace insensibles
a este film trepidante en el delirio
que parece ser vida
aunque tan sólo sea
la matriz 33,
la burbuja de un mundo que se muere
sin pensamiento crítico, sin lágrimas,
y sin la extremaunción de nuestro espíritu.


Ana Muela Sopeña

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Notas:
Los adjetivos "negro" y "blanco" se emplean aquí en sentido figurado. No hacen referencia al color de la piel.

Es el gris que envuelve tu poema como una fina gasa que la historicidad respira. La historicidad siendo la inmidiatez de cada vida...de cada época, cada siglo. Los extremos nos sirven para encontrar esos detalles que se escapan dia y noche. Me gusta mucho esta matriz33, esta película del arte, y la percepción acondicionada. Para romper esas burbujas hay que sacarse los ojos, cortarse las manos, irse a esos lugares donde las vacas mueren con crueldad, terriblemente. Y digo vacas porque su simbolismo es de extremos; la vaca da leche y carne, la vaca es sagrada....pero es en ese gris, en esa materia gris que podría verse la historicidad que nos acontece, si nos movieramos tan solo un corto paso a ver lo que es, lo que nos hace falta. Mi admiración para tí, Ana. ERA

[Ana Muela Sopeña]

Tienes razón:

Yo hace años que no como vacas, aunque sí sigo tomando lácteos que procuro que sean de vacas sueltas, no estabuladas.

Hemos hecho de las granjas industriales
campos de exterminio o campos de concentración animal.

Lo que hacemos en los mataderos
es lo que nos hacen luego a nosotros. Tendríamos que romper esta cadena de karma de sufrimiento. Todavía no sabemos la forma absoluta, pero vamos vislumbrando caminos.

Vivimos en jaulas y laberintos. Como ratones de laboratorio. Estímulo y respuesta. Los estímulos nos llegan a través de los medios, la familia, la escuela, el trabajo, la economía, la política y la religión. Generalmente creemos que somos libres, pero muchas de nuestras respuestas están ya diseñadas con anterioridad al problema.

Salir del laberinto se hace necesario. Todo el que tenga una linterna que la encienda. Puede ser grande o pequeña, pero siempre necesaria.

Muchas gracias, Era, por venir...
Besos
Ana

[José Manuel F. Febles]

Tanto el poema, como el comentario de ERA y tu respuesta, sobre todo la claridad de la contestación que ofreces da, a quien quiera entender, cuánta realidad aclaras.La perfección del hombre que no existe, el hombre perfecto del budismo: la perfección de no existir los hombres, la diferencia entre el hombre y Dios. Han definido al hombre y, por lo general, lo han definido con los animales (la vaca), por ejemplo es uno de ellos. Tu poema yo lo entiendo a mi modo, es lo más lógico, El hombre es un animal enfermo, dijo Rousseau. Cuando hablo del hombre, me refiero al género humano. Seguir hablando de lo que escribes en tu excepcional poema, me faltarían páginas.
Matriz 33,
la burbuja de un mundo que se muere
sin pensamiento crítico, sin lágrimas,
y sin la extremaunción de nuestro espíritu, Me reitero, un poema sensacional.

Un abrazo desde mi isla.
José Manuel F, Febles

[Ventura Morón]

Un poema escrito con enorme sensibilidad y dominio de la palabra y el ritmo Ana. Uno se siente delante de poesía que da gusto descubrir.
Me ha venido a la mente, por lo que comentábais, una película que he visto recientemente...Okja ¿la viste?
Beso grande querida amiga

[Ana Muela Sopeña]

José Manuel:

Te agradezco mucho tu comentario tan profundo y meditado. Sí, tienes razón. El hombre es un animal enfermo.

Pero yo creo que el hombre, el ser humano, puede sanar.

Abrir los ojos es mirarnos a nosotros mismos con la mirada inocente, sin doblez, como si fuéramos niños o animales. Y de pronto la visión llega. Como un relámpago que despierta del letargo.

¿Por qué quieren abolir la infancia? Para que no podamos renovarnos a través de los niños. ¿Por qué unos tratan a los animales como cosas y otros son capaces de vivir anémicos por respetar a los animales (los veganos si no toman suplementos nutricionales enferman)?

He ahí un misterio.

La relación con los animales (especismo) tiene las mismas raíces y conceptos que la relación entre amos y esclavos propia del capitalismo despiadado.

Necesitamos reflexionar y comprender...

Y eso sólo puede darse en el silencio y saliendo de la rueda de los automatismos.

Gracias por leerme
Un beso
Ana

[Guillermo Cumar.]

La matriz 33 está de vuelta para que la lectura disponga del aspecto positivo enfrente de la oscuridad nocturna
que ambienta las necesidades de la incongruencia y del aspecto negativo.
Un poema con todas las de la ley haciéndose de cruces.

Un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Ventura:

Muchas gracias por venir.

No. No he visto la película que me comentas: "Okja".

La buscaré..
Un beso grande
Ana

[Marisa Aragón Willner]

Ana querida poeta

un film poético de nuestro mundo absurdo , rayano en dolorosa experiencia que insensibiliza , expuesto como láminas de cobre repujado con dolor , que uno quiere tomar por las astas , atrapando secuencias de lo imperfecto y conmovedor cuando sabemos verlo , pero que resiste a este mundo indiferente a hallarle el alma y verlo todo con el espejo de lo despiadado sin inmutarse . Estremecedor!

abrazos.
Marisa

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Guillermo, por tu comentario tan acertado.

Un fuerte abrazo
Ana

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amiga Ana, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Matriz 33".
Un cordial abrazo.

[Pilar Morte]

Enhorabuena, Ana, por el reconocimiento a este logrado poema.
Besos
Pilar

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco, Marisa, tus palabras. Nuestro mundo se muere y necesariamente otro, con otros paradigmas, está por nacer o... está naciendo ya.

Un abrazo grande
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Administración, por esta elección. Es una alegría para mi.

Este detalle ha hecho de mi domingo un día feliz.

Un abrazo
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Pilar:

Besos a montones
Ana