Es bueno haber nacido

[Ana Muela Sopeña]

Espera en una esquina
al cliente que pare y la contrate.
Imagina su mundo más anclado
en los sueños de infancia.

Llega un hombre disperso
y desolado.
No sabe a dónde ir.
Camino del suicidio
siente su deambular
un paseo hacia el blanco cementerio.

Contempla
apoyándose sobre un edificio
a una chica insinuante que le llama.

Pactan precio y servicio.
Suben al dormitorio.
Él tiembla como un adolescente.
No puede funcionar...
pero ella le sonríe y no le cobra.
Le prepara un café.
Él llora, obsesionado, por su ex.
Ella conoce bien la sensación.

Quizás sea otro día
pero hoy no...
Hoy no terminará
con su sórdida vida.

Ella sabe que hay noches como esta
que le hacen sentir bien,
más allá del dinero,
más allá de las lágrimas
o de los orgasmos simulados.

Ella sabe que a veces
es bueno haber nacido...


Ana Muela Sopeña

[Pilar Morte]

Te detienes en ese mundo difícil con humanidad y hermosos versos. Me gustó leerte
Abrazos
Pilar

[Ramón Castro Méndez]

Hermosas letras llenas de realidad y tratadas con exquisita ternura. Un placer de lectura, Ana. Me ha gustado pasar por tus letras.
Un afectuoso abrazo y feliz 2018

[Cecilia Martos]

Gran poema, la poesía está en todas partes y tu la encuentras y sabes darle vida, me ha gustado mucho, un fuerte abrazo querida Ana.

Cecilia

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Pilar, por venir.

Abrazos
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco, Ramón, tu paso por estas letras.

Un fuerte abrazo
Ana

[E. R. Aristy]

Espera en una esquina
al cliente que pare y la contrate.
Imagina su mundo más anclado
en los sueños de infancia.

Llega un hombre disperso
y desolado.
No sabe a dónde ir.
Camino del suicidio
siente su deambular
un paseo hacia el blanco cementerio.

Contempla
apoyándose sobre un edificio
a una chica insinuante que le llama.

Pactan precio y servicio.
Suben al dormitorio.
Él tiembla como un adolescente.
No puede funcionar...
pero ella le sonríe y no le cobra.
Le prepara un café.
Él llora obsesionado por su ex.
Ella conoce bien la sensación

Quizás sea otro día
pero hoy no...
Hoy no terminará
con su sórdida vida.

Ella sabe que hay noches como esta
que le hacen sentir bien,
más allá del dinero,
más allá de las lágrimas
o de los orgasmos simulados.

Ella sabe que a veces
es bueno haber nacido...


Ana Muela Sopeña

Me ha sorprendido el scenario del poema porque imagine que el poema iba a tratarse desde el centro personal. Pero es una sorprendente entrega de Amor y ternura a los demas, y eso,magnifica su belleza y significado. Abrazos, ERA

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Cecilia, por entrar en mi espacio y brindarme tus palabras.

Un abrazo
Ana

[Guillermo Cumar.]

Cuando hay corazón sensible ocurren esas cosas que consuelan y abren el territorio abstracto
a quien no encuentra camino .
Qué sensibilidad poética, Ana y qué suave la pluma.

Un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Era, por brindarme tu opinión:

Un beso grande
Ana

[Alejandro Costa]

Te introduces en un mundo triste y oscuro y lo haces con una exquisitez maravillosa.

Tienen mucha dulzura y humanidad, estos versos, difíciles de crear, fáciles para ahondar en lo más negro de la vida.

El poema es muy bueno, Ana, y el título no podía ser mejor, ni más sugerente.

Me ha encantado.

Besos.

Salud, paz y felicidad.

[Marisa Peral]

Qué buen rescate, Ana, felicidades.
Hay mucha bondad y ternura en este poema que has sabido transmitir con delicadeza.
Es bueno nacer y ser así, como lo cuentas.

Besos

[Ramón Carballal]

Cuánta ternura en tus versos, la solidaridad y la empatía aún existen bajo las capas de la dura realidad. Muy buen poema. Un abrazo.

[Óscar Distéfano]

Has limpiado lo sórdido con el sentimiento de humanidad y con tu experimentado talento. Quizás en ella ha nacido la esperanza de un posible amor. Siempre es saludable leerte, Ana. Hay sabiduría, experiencia de vida, en tus poemas. Y hay ritmo, musicalidad delicada. Aleluya.

Un abrazo grande.
Óscar

[Lisandro Sánchez]

No cualquiera salva a un alma desolada.
Y no cualquiera hace de ello un poema.
Felicitaciones, Ana.
Un fraterno saludo.

Lisandro