Esperándote

[Ramón Carballal]

Hay columpios de sexo en los pasillos húmedos,
la voz, tu voz, susurra una orden secreta que calcina
las mamparas. Poseerte es la misión que mis manos
persiguen en los augurios de la tarde. Tu voz ronca ríe
cuando el olivo enseña la blanca flor de la dulzura.
Siempre espero al deslumbrar de la caoba soleada
por el poniente, febril como un impulso voraz. Suena
la ducha y yo imagino la desnudez álgida de los pechos,
el grito del agua al perder el rastro de tu cadera insólita.
En los muebles viejos la música resiste, halla un nido,
un color, un aire unísono. Al fin la calle llega a mí con su
rumiar de sombras, y yo siento el abrazo del día, indiferente.

[Pablo Ibáñez]

Ramón,

me gusta muchísimo, amigo, como siempre. Me gusta la manera como entreveras la tensión sexual con los detalles de la tarde: el mobiliario, la música, la calle... Uno puede respirar casi la atmósfera de deseo, el mundo exterior girando en torno a ella y, en verdad, es lo que uno percibe en esas situaciones. Pero claro, Ramón sabe capturarlo.

Un abrazo.

[xaime oroza carballo]

Sempre abraiante, Ramón. Quixera, co teu permiso, salientar este par "el grito del agua al perder el rastro de tu cadera insólita.""y yo siento el abrazo del día, indiferente.", tan só porque me estouraron diante dun xeito insospeitado. Felicidades, meu.
Unha aperta

[Ramón Castro Méndez]

Hay columpios de sexo en los pasillos húmedos,
la voz, tu voz, susurra una orden secreta que calcina
las mamparas. Poseerte es la misión que mis manos
persiguen en los augurios de la tarde. Tu voz ronca ríe
cuando el olivo enseña la blanca flor de la dulzura.
Siempre espero al deslumbrar de la caoba soleada
por el poniente, febril como un impulso voraz. Suena
la ducha y yo imagino la desnudez álgida de los pechos,
el grito del agua al perder el rastro de tu cadera insólita.
En los muebles viejos la música resiste, halla un nido,
un color, un aire unísono. Al fin la calle llega a mí con su
rumiar de sombras, y yo siento el abrazo del día, indiferente.

Maravilloso poema, Ramón, respirando pasión y deseo en todos y cada uno de sus versos.
Enhorabuena por tan espléndida inspiración.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Muy hermoso. Logras que quede atrapada en tus versos.
Felicidades
Besos y Feliz Año
Pilar

[Carmen Pla]

Apasionado poema lleno de matices poéticos extraordinarios.
Un placer de lectura, Ramón.
Abrazos y un feliz año.

[Rosa Marzal]

Un poema muy bello y lleno de aciertos, que consigue atraparnos en su sensual y sugerente atmósfera.

Como siempre, un placer pasar por tus versos, Ramón.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Hay columpios de sexo en los pasillos húmedos,
la voz, tu voz, susurra una orden secreta que calcina
las mamparas. Poseerte es la misión que mis manos
persiguen en los augurios de la tarde. Tu voz ronca ríe
cuando el olivo enseña la blanca flor de la dulzura.
Siempre espero al deslumbrar de la caoba soleada
por el poniente, febril como un impulso voraz. Suena
la ducha y yo imagino la desnudez álgida de los pechos,
el grito del agua al perder el rastro de tu cadera insólita.
En los muebles viejos la música resiste, halla un nido,
un color, un aire unísono. Al fin la calle llega a mí con su
rumiar de sombras, y yo siento el abrazo del día, indiferente.

El día podrá ser indiferente, pero no la pasión de tu poesía, Ramón, te felicito por una bella obra. ERA

[Ramón Carballal]

Ramón,

me gusta muchísimo, amigo, como siempre. Me gusta la manera como entreveras la tensión sexual con los detalles de la tarde: el mobiliario, la música, la calle... Uno puede respirar casi la atmósfera de deseo, el mundo exterior girando en torno a ella y, en verdad, es lo que uno percibe en esas situaciones. Pero claro, Ramón sabe capturarlo.

Un abrazo.

Muchas gracias, Pablo, por tus amables palabras. Un abrazo y feliz año.

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Ramón.