El diapasón del barrio

[M. Sánchez]

Es la imagen ausente

que atraviesa los surcos de la barrera rota.

Son las letras marcadas con negrilla,

el diapasón del barrio,

las citas enjauladas

en las bocas de metro.

Hay algo que me cubre la espalda

cuando cuento las huellas como un niño.

Qué quieres que te diga. Mañana no estaré.

La vida que me deja

me ayuda a comprender

lo que viví.

Ha llegado una sombra para pedir mi grito.

Quizás de par en par, quizás el hielo,

dardos de una muchacha que se aleja.

Le pido al camarero

otra segunda copa

que llena con efectos secundarios.

Y la vida me ofrece

una carta de postres para acabar conmigo.

[Ramón Castro Méndez]

Sencillamente genial.
Enhorabuena por tan inspiradas letras.

Un abrazo y feliz año nuevo.

[José Manuel F. Febles]

Un poema cuajado de figuras hermosas y un lirismo grande. Excelente.

Un cordial abrazo desde mi isla.

José Manuel F. Febles

[M. Sánchez]

Sencillamente genial.
Enhorabuena por tan inspiradas letras.

Un abrazo y feliz año nuevo.

Celebro mucho que te haya gustado, Ramón. Gracias por tu comentario.

Un fuerte abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un poema muy bueno, Manuel; impresionante el cierre, con poder y calidad llegas a esas imágenes finales.

Aplausos y mis sinceras felicitaciones.

[Pilar Morte]

Un recorrido a la vida con hermosos versos y con un cierre genial, como siempre. Felicidades
Besos
Pilar

[xaime oroza carballo]

Espléndida la canción de tu diapasón. Un gran placer caminar por tu canto. Gracias.
Un abrazo

[M. Sánchez]

Un poema cuajado de figuras hermosas y un lirismo grande. Excelente.

Un cordial abrazo desde mi isla.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, José Manuel. Te agradezco tus palabras.

Un fuerte abrazo.

[C.P. Fernández]

Un gusto siempre leer tus poemas, Manuel. Magnífico éste que nos dejas. Muy logrado y rematado brillantemente.

Un abrazo

[E. R. Aristy]

Es la imagen ausente

que atraviesa los surcos de la barrera rota.

Son las letras marcadas con negrilla,

el diapasón del barrio,

las citas enjauladas

en las bocas de metro.

Hay algo que me cubre la espalda

cuando cuento las huellas como un niño.

Qué quieres que te diga. Mañana no estaré.

La vida que me deja

me ayuda a comprender

lo que viví.

Ha llegado una sombra para pedir mi grito.

Quizás de par en par, quizás el hielo,

dardos de una muchacha que se aleja.

Le pido al camarero

otra segunda copa

que llena con efectos secundarios.

Y la vida me ofrece

una carta de postres para acabar conmigo.

Excelente! Me he imaginado a un hombre en el umbral de la vejez, todavia joven, todavia lucido, todavia disfrutando de la vida y sus riesgos. Me ha conmovido el mensaje dentro de ese pastel. Abrazos, admirado Manuel. ERA

[M. Sánchez]

Un poema muy bueno, Manuel; impresionante el cierre, con poder y calidad llegas a esas imágenes finales.

Aplausos y mis sinceras felicitaciones.

Me alegro de que te haya gustado.

Un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Un recorrido a la vida con hermosos versos y con un cierre genial, como siempre. Felicidades
Besos
Pilar

Pilar, un fuerte abrazo, amiga. Con mi agradecimiento, mi alegría por tus palabras.

[M. Sánchez]

Espléndida la canción de tu diapasón. Un gran placer caminar por tu canto. Gracias.
Un abrazo

Gracias a ti, Xaime. Es una alegría tu comentario.
Te dejo un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Un gusto siempre leer tus poemas, Manuel. Magnífico éste que nos dejas. Muy logrado y rematado brillantemente.

Un abrazo

Celia, para mí es una enorme satisfacción sentir que lo que escribo le puede interesar a alguien como tú.
Te doy las gracias por tu tiempo y tu comentario.

Un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Es la imagen ausente

que atraviesa los surcos de la barrera rota.

Son las letras marcadas con negrilla,

el diapasón del barrio,

las citas enjauladas

en las bocas de metro.

Hay algo que me cubre la espalda

cuando cuento las huellas como un niño.

Qué quieres que te diga. Mañana no estaré.

La vida que me deja

me ayuda a comprender

lo que viví.

Ha llegado una sombra para pedir mi grito.

Quizás de par en par, quizás el hielo,

dardos de una muchacha que se aleja.

Le pido al camarero

otra segunda copa

que llena con efectos secundarios.

Y la vida me ofrece

una carta de postres para acabar conmigo.

Excelente! Me he imaginado a un hombre en el umbral de la vejez, todavia joven, todavia lucido, todavia disfrutando de la vida y sus riesgos. Me ha conmovido el mensaje dentro de ese pastel. Abrazos, admirado Manuel. ERA

Sí, ERA, hay que seguir en la brecha con lo que uno tiene, o mejor con lo que aún nos queda.
Muchas gracias, amiga, y un fuerte abrazo.