Triángulo amoroso

[jose manuel saiz]

TRIÁNGULO AMOROSO


Tú y yo formamos
un trío un tanto insólito,
un triángulo amoroso
exótico y extraño.

Por un lado tú,
por otro yo,
en medio el ángel
que vela por nosotros.

Si tú me miras,
el ángel se me arrima,
si yo te beso,
él vuela hacia tus labios,
cuando faltas,
solloza como un niño,
cuando falto,
a mí me echa de menos…
En cada abrazo
se mete entre los dos.

Parece estar confuso,
creo que tiene celos
del uno y del otro.
Quizá nos ama
igual que nos amamos.

Dime, ¿qué hacemos
con este entrometido,
con este ángel
de instintos tan humanos?
¿No sabe que en su reino
no hay sexo ni pasión?

Que se preocupe
de día por nosotros… Pero,
a la noche, cuando te cubra
de amor y de deseo,
cuando me colmes
de besos y caricias,
mejor apaga
la luz y no hagas ruido.

Que no nos vea.
Que no nos oiga.
No soy de tríos,
no soy moderno,
te quiero a solas,
a solas para mí (ya no me fío
del Ángel asexuado
del Amor).
Que espere y cumpla luego
los roles de su oficio:
que guíe nuestros pasos,
que rece por nosotros,
que ruegue a Dios por ti.

Y, una vez que te haya amado,
después que nos amemos,
entonces sí, que vuelva y vele
la paz de nuestros sueños.


--oOo--

[Hallie Hernández Alfaro]

Es precioso, José Manuel. Mucha dulzura, emoción y fuerza.

Aplausos sonoros y gracias por compartir.

Un abrazo.

[María Inés Iacometti]

¡Qué decirte! Excelente José.
Más aplausos y agradecer tu generosidad.
Como siempre.
Un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

Te ha inspirado el Angel del Amor y le rechazas. Te ha bendecido y por eso el beso y el calor y los colores.
Como lo vuestro es cosa de humanos el se aleja pero os siente.
Que completa descripción y qué bien llena de sencillez por los ángulos agudos de tu credo amoroso.
Un abrazo firme

[Óscar Distéfano]

Ha sido grato leer este poema tan sensible, de unas notas románticas. El amor es, por supuesto, el motor del mundo. Albricias.

Un abrazo grande.
Óscar

[E. R. Aristy]

TRIÁNGULO AMOROSO


Tú y yo formamos
un trio un tanto insólito,
un triángulo amoroso
exótico y extraño.

Por un lado tú,
por otro yo,
en medio el ángel
que vela por nosotros.

Si tú me miras
el ángel se me arrima,
si yo te beso
él vuela hacia tus labios,
cuando faltas
solloza como un niño,
cuando falto
también me echa de menos.
¡Ah!… y cuando hay abrazos
se mete entre los dos.

Parece estar confuso,
puede que sienta algo,
creo que tiene celos
del uno por el otro.
Quizá nos ama
igual que nos amamos.

Dime, ¿qué hacemos
con este entrometido?
¿con este ángel
de instintos tan humanos?
¿No sabe que en su reino
no hay sexo ni pasión?.

Que se preocupe
de día por nosotros...
Pero,
a la noche,
cuando te cubra
de amor y de deseo,
cuando me colmes
de besos y caricias,
mejor apaga
la luz y no hagas ruido.

Que no nos vea.
Que no nos oiga.
No soy de tríos,
no soy moderno,
te quiero a solas,
a solas para mí
(no me fío
del Ángel del Amor).

Que espere y cumpla luego
los roles de su oficio:
que guie nuestros pasos,
que rece por nosotros,
que ruegue a Dios por ti.

Y, una vez que te haya amado,
después que nos amemos,
entonces sí,
que vuelva y vele
la paz de nuestros sueños.


--oOo--

Oh! qué hermoso poema! No sabía, por el título, qué me iba a encontrar. Encuentro una poesía de esplendoroso lirismo con un ángel especial, te felicito José Manuel. ERA

[Josefa A. Sánchez]

Engancha el lirismo de estos versos tan tiernos. Un placer la lectura.
Un abrazo.
Pepa